El gobierno porteño promete que en menos de dos meses estarán inauguradas las obras que se realizan en el Microcentro para ampliar el paso de los peatones, disminuir el de vehículos y reparar fachadas de edificios históricos. Todas esas tareas licitadas, que hoy complican el movimiento de caminantes y automovilistas, están comprendidas en el Plan Microcentro, que comenzó el año pasado y cuya primera etapa estaría terminada a fines de julio. Con esta iniciativa, sumada al regreso de las restricciones de autos de 11 a 16 horas en la zona céntrica y al traslado progresivo de las paradas de colectivos hacia las avenidas Leandro N. Alem y 9 de Julio, el gobierno porteño espera que la circulación de vehículos en la zona se reduzca un 40% para 2015, cuando se terminará el plan completo.
“Para dar respuesta a los problemas cotidianos que se presentan en esta zona ya pusimos en marcha un plan integral que brinda soluciones concretas y busca que todos podamos disfrutar de un espacio público más vivible”, indica la web de la Ciudad. Allí se detalla en qué consiste esta iniciativa, que tiene un presupuesto total de 250 millones de pesos y del cual participan la subsecretaría de Tránsito y Transporte y los ministerios de Desarrollo Urbano y de Espacio Público. Fuentes del proyecto detallaron que se trata de “un plan con financiamiento público y privado”.
En esta primera etapa, se terminarán las obras de 46 calles céntricas. Algunas de ellas, como San Martín y Marcelo T. de Alvear, quedarán parecidas a la calle Reconquista, con su acera nivelada a la vereda, para permitir sólo la circulación de vehículos como camiones de caudales o ambulancias, pero no autos particulares. Lo mismo ocurre en Suipacha (entre Córdoba y Avenida de Mayo) y en Bolívar, entre Hipólito Yrigoyen y Belgrano.
Guillermo Dietrich, subsecretario de Transporte de la Ciudad, aseguró a Tiempo Argentino que “en el centro, los que más circulan durante todo el día son los peatones, que hoy tienen una posibilidad de paso muy deficiente. Queremos crearles comodidad y desincentivar el uso del auto. El Plan Microcentro supondrá un antes y un después en materia de movilidad.”
Parte de la tarea en las calles tiene que ver con el plan Prioridad Peatón, mediante el cual la Ciudad se propone, desde 2008, “modificar la proporción de espacios para vehículos y peatones”. El criterio de la mayoría de las calles de Buenos Aires es de un 70% de espacio para vehículos y 30% para peatones. Para peatonalizar esas calles por completo, la propuesta debería pasar por la Legislatura. Lo que se resolvió, en cambio, fue invertir esos porcentajes nivelando la acera y colocando algunas restricciones para el paso de vehículos. Según detalló Dietrich, “el proyecto contempla ciclovías en las calles Suipacha, San Martín, Sarmiento y Marcelo T. de Alvear”. Los trabajos incluyen la Avenida Santa Fe y la peatonal Florida, por ejemplo, donde se están renovando baldosas e incorporando nuevo mobiliario urbano.
Otro de los objetivos del Plan Microcentro es la puesta en valor de 120 edificios históricos, la mitad de los cuales se culminarán antes de agosto. Fuentes del plan indicaron que “no son elegidos al azar”: se trata de edificios de valor patrimonial –por el año de construcción o por su peso histórico–, y así fueron catalogados por ley. La mayoría de esos trabajos de puesta en valor sólo requiere una tarea de iluminación. En otros casos, lo que se arregla son las fachadas, que luego deben ser mantenidas por los dueños de cada edificio. Según precisaron desde el gobierno porteño, “toda la iluminación que se está agregando es LED, para hacer un centro de bajo consumo”.
Entre este grupo de edificios está la Catedral Metropolitana, que desde la última semana de mayo tiene su fachada cubierta por un telón, en el que se exhibe cómo quedará la misma cuando se terminen las obras. Otros en la lista son el edificio Gath & Chaves, de Florida y Perón, y La Equitativa Del Plata, en Diagonal Norte y Florida.
Además, se contempla una “menor contaminación visual”, a través del ordenamiento, junto con los comerciantes, de la cartelería y todos los elementos presentes, como cables, cabinas de teléfono y puestos de diarios.
La tarea administrativa del Plan Microcentro comenzó en enero de 2012 y las obras empezaron en octubre. La segunda etapa comenzará a mitad de este año y se prevé que esté terminada para agosto de 2014, para dar comienzo a la última etapa, que esperan finalizar antes de 2015. En agosto de este año, el gobierno porteño planifica un acto inaugural de la primera parte del proyecto. «
En roma, sólo de día
“En importantes ciudades del mundo, la prioridad en zonas céntricas es para el peatón”, advirtió Guillermo Dietrich, subsecretario de Transporte porteño. Fuentes de los ministerios de Desarrollo Urbano y Espacio Público, que trabajan en el Plan Microcentro, aseguraron que el proyecto no copia ningún otro, ya que “es propio de la idiosincrasia de quienes andan por el centro, donde convergen distintas costumbres, como el uso del auto, que de a poco se pueden modificar”. Sin embargo, sí reconocen una similitud en que en los cascos históricos de, por ejemplo, el Distrito Federal de México, Copenague (Dinamarca) o Sidney (Australia), la distribución está dada para desincentivar el uso de vehículos.
Otros funcionarios involucrados en el plan recordaron el caso de Roma (Italia), donde una parte del casco histórico es peatonal durante el día, restricción que se levanta por la noche.
Ya existen
5 peatonales
Son Reconquista, Suipacha (entre Av. de Mayo y Córdoba), Bolívar (entre Hipólito Yrigoyen y Belgrano), además de las tradicionales Florida y Lavalle.
Lacroze
Bajo el tren
Desde el gobierno porteño confirmaron que la obra que se está realizando para el cruce bajo nivel de la vía de Federico Lacroze y Cramer, en Colegiales, avanza rápido y tiene como fecha tentativa de inauguración el próximo 30 de septiembre.
La controversia por el metrobus
Uno de los puntos que más controversia generó en torno al reordenamiento del Microcentro de la Ciudad de Buenos Aires es la construcción de una traza del Metrobus sobre la Avenida 9 de Julio. Algunas críticas de la oposición porteña, que han derivado incluso en presentaciones judiciales, se concentran en razones medioambientales, por la remoción masiva de árboles añosos y por las inundaciones que se generaron por las obras. Otras residen en la cuestión estética, por la modificación que se hizo del histórico paisaje de una de las avenidas icónicas de la ciudad, cuyo epicentro es el Obelisco.
Desde el gobierno porteño prometen un reordenamiento del tránsito vehicular y del transporte público, que no sólo incluiría ciclovías y daría prioridad al peatón, sino que también pondría énfasis en el tráfico de motocicletas y en el horario de carga y descarga de bienes.
Sostienen que este nuevo Metrobus “reordenará la avenida para darle prioridad al transporte público que usa la mayoría de la gente, mejorando sensiblemente la circulación y el ordenamiento de todos los vehículos”.
La idea del gobierno de la Ciudad implica el traslado del recorrido de varias líneas de colectivos desde las calles Esmeralda y Maipú hacia la 9 de Julio. Los funcionarios macristas prometen que “atravesar esa avenida –desde Constitución hasta la calle Arroyo–- llevará menos de 20 minutos, mientras que ahora puede demandar hasta 55”.
Fuente: Tiempo Argentino