Sólo cinco de los 37 grupos periodísticos que presentaron planes para adecuar sus estructuras a los postulados de la polémica Ley de Medios fueron autorizados hasta ahora por la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca). Y en su gran mayoría, los avales fueron otorgados en marzo pasado. Desde esa fecha, el organismo que todavía dirige el ex intendente de Morón, Martín Sabbatella, no ha puesto bajo análisis ninguna otra propuesta. Seis meses durante los cuales las reuniones de directorio, que se llevan a cabo una vez por mes, evitaron emitir opiniones de los casos que mayores cuestionamientos generaron como los del Grupo UNO (Vila-Manzano); Telecentro (Alberto Pierri); o Telefé (grupo Telefónica), entre otros.
En cambio, Afsca dio luz verde a varios planes de dos empresas cooperativas del interior; a los de la cadena de televisión satelital DirecTV; al de la cordobesa Cadena 3 y a la venta de los medios de Daniel Hadad al grupo Indalo, propiedad del empresario kirchnerista Cristóbal López. Esta autorización produjo un fuerte impacto porque varios especialistas plantearon que se trató de una decisión contraria a la propia norma.
El proceso de presentación de estos proyectos de adecuación de oficio a la Ley de Medios había arrancado el 14 de diciembre del año pasado, una semana después del tan promocionado y poco práctico 7/D, cuando el Gobierno suponía iniciar el desmembramiento de hecho del Grupo Clarín. Tras este fracaso, y con la disputa legal entre el mayor holding de medios del país y el Gobierno a punto de tener un fallo final de la Corte Suprema (ver página 11), no fue mucha la tarea que los funcionarios de Afsca llevaron adelante en relación con los planes.
Sólo el 4 de marzo pasado, el directorio del organismo informó sobre cuatro planes autorizados. Desde esa fecha, el resto de las adecuaciones presentadas duermen en algún cajón del escritorio de Sabbatella, hoy más preocupado por la derrota de su fuerza política en Morón, y por su futuro al frente del Afsca tras el fallo de la Corte, que se predice inminente y favorable al reclamo de Clarín.
Cuando en diciembre de 2012, el organismo inició el proceso se calcularon en más de 330 licencias y frecuencias las que deberían cambiar de propietario o de sociedad controlante para que sus actuales dueños cumplan con artículos de la norma referidos a excesos de cuota de mercado o cantidad de licencias a nivel local o nacional; ser subsidiarias de una empresa extranjera; tener relación societaria con una compañía de servicios públicos; ser propiedad de algún funcionario público o ex miembro de la dictadura militar.
Un caso polémica es el del Grupo UNO de Daniel Vila y José Luis Manzano. El grupo dueño del canal de cable Supercanal, presentó hace ya más de cinco meses su propuesta para reducir y transferir licencias, pero su caso nunca fue tratado.
Lo mismo ocurrió con Telefe, que también generó polémica por la propiedad de la emisora en manos de una empresa controlada por el grupo español Telefónica.
Desde Afsca explicaron a El Cronista que, hasta la fecha, el directorio aprobó resoluciones que se podrían dividir en dos: por un lado lo que llaman planes admisibles. Es decir, las propuestas de adecuación con transferencias de medios en aquellos casos en los que se excedían de los limites establecidos en la ley. Por otro lado, casos que también salen por resolución pero que son respuestas a consultas de grupos periodísticos que presentaron por escrito planteos respecto a si debían o no transferir medios o modificar su integración.
Respecto a los planes que aún no fueron tratados, en Afsca aseguraron estar dentro de los plazos previstos y agregaron que el directorio los tiene en estudio. Cuando lo crean pertinente, evacuadas todas las dudas, se van a tratar como se trató el resto, aseguraron en el organismo. También advirtieron que el fallo de la Corte no condiciona las decisiones. Y recordaron que ya se aprobaron muchos planes importantes.
Ocurre que el proceso judicial es paralelo a la tramitación de los expedientes en Afsca.
Lo cierto es que en Afsca también aseguran seguir trabajando en el estudio de los planes de adecuación, mientras se avanza fuertemente con la aplicación del resto de la ley. Sus funcionarios aun defienden la tarea de Sabbatella y sostienen que con su llegada, el organismo cobró un dinamismo muy grande que se percibe no solo en la asiduidad de reuniones del directorio y la cantidad de expedientes tratados, sino en el funcionamiento de todas las áreas. Posiblemente, para afuera lo noticiable son las adecuaciones pero el trabajo es amplio, diverso y muy intenso.
Fuente: El Cronista