Militante de La Cámpora, doctora en Economía, la titular de CAMMESA acompaña a Filmus en la pelea por la Ciudad.
Para llegar a la oficina de Paula Español, titular de CAMMESA, empresa estatal que administra el mercado mayorista de energía eléctrica de todo el país, hay que atravesar los controles de cualquier edificio de oficinas con seguridad privada: acreditaciones, tarjetas magnéticas y acceso con molinetes, como en el subte. De 37 años, economista graduada en la UBA y con un doctorado en la prestigiosa Ecole des Hautes Etudes en Sciences Sociales (Ehess, París), Español tiene su lugar de trabajo en el primer piso de un edificio vidriado de Catalinas, sobre la Avenida Eduardo Madero. Por decisión de la presidenta, la economista –que integra La Cámpora– acompaña a Daniel Filmus como segunda candidata a senadora porteña del Frente para la Victoria. Español forma parte de AEDA (Asociación de Economía para el Desarrollo de la Argentina), entidad de la que fue secretario general el recordado Iván Heyn. “Vamos a hacer una elección mucho mejor que la del 2009. En la Ciudad hay un potencial muy grande para el FPV. No se olvide que en 2011 ganamos, y en las elecciones de legislador sacamos casi el 28%”, dice Español, que no oculta su entusiasmo, sobre los números del kirchnerismo en el distrito porteño.
Español concede la entrevista en una diminuta sala de reuniones, en la sede central de CAMMESA. El reportaje confirma su fama de buena polemista sobre temas económicos: la candidata no titubea a la hora de explicar la importancia del acuerdo entre YPF y Chevron, destaca los alcances de la inversión estatal en generación de energía y recuerda que el crecimiento del 50% en la generación coincidió con un proceso de reindustrialización que hizo crecer mucho la demanda de electricidad.
“¿Por qué en la década de los ’90 alcanzaba lo que había para todos? Porque había menos demanda: no había consumo interno y se desindustrializaba el país”, razona.
Consultada por la Ciudad de Buenos Aires, la candidata muestra un manejo detallado de las cifras de la gestión macrista, a la que critica con palabras muy duras: “El gobierno de (Mauricio) Macri no tiene política de empleo, de salud, de educación, de residuos y tiene una muy mala gestión en las obras pluviales, como vimos en las últimas inundaciones”.
–En uno de sus últimos reportajes, Massa dijo que él no tiene nada que ver ni con Luis D’Elía, ni con Guillermo Moreno ni con La Cámpora.
¿Por qué busca antagonizar con ustedes? – Ese tipo de reflexiones intentan demonizarnos como movimiento político y demonizar a la juventud. No sé si será porque se trata de un fenómeno que los asusta, o si no lo entienden. Lo importante es que se vea a La Cámpora en su accionar. Las jornadas de trabajo voluntario en La Plata fueron un caso ejemplar del nivel de organización y de organización solidaria. Y también es una prueba de cómo estamos participando en los distintos espacios. Está claro que desde los medios hegemónicos y desde un sector de la política no se celebra la incorporación de tanta juventud a la política y a las calles. No saben cómo enfrentar o comprender ese proceso. Les preocupa que surja la juventud en la política como herramienta de transformación. Y Massa está usando eso en su discurso de distanciamiento del gobierno.
–La Ciudad no es el distrito más amigable para el FPV. Los resultados en 2009 fueron malos. ¿Qué pasará en estas elecciones? –Vamos a hacer una elección mucho mejor que la del 2009. En la Ciudad hay un potencial muy grande para el FPV.
Porque hay que recordar que en 2011 ganamos? –Con Cristina de candidata.
–Estoy de acuerdo pero en ese momento ganamos y en las elecciones a legislador sacamos casi el 28%: son pisos elevados que podríamos seguir obteniendo. Porque no nos olvidemos que han transcurrido años de mala gestión del gobierno macrista. Acá hay dos modelos, dos formas de ver al país: un modelo que se expresa en la Ciudad, y un modelo que se expresa a nivel nacional.
Eso se refleja en el crecimiento y generación de empleo de cada distrito. A nivel nacional tenemos un modelo que ha generado 5 millones de puestos de trabajo, que viene creciendo hace diez años y con superávit comercial, lo cual hay que remarcar, porque significa generación de empleo, trabajo argentino.
Entre generación de empleo, moratoria jubilatoria y asignación universal por hijo, se han incorporado al mercado más de 10 millones de personas: ¡un cuarto de la población argentina! ¿Y en la Ciudad qué vemos? Lo opuesto.
Vemos una ciudad que tiene al sur postergado, una ciudad que se endeuda en un 300% a pesar de que crecieron enormemente las transferencias por coparticipación del Estado Nacional.
Sin embargo, el gobierno de la Ciudad se endeuda mientras subejecuta partidas fundamentales para Educación, vivienda y obra pluvial. Y hablamos de subejecuciones del orden del 50 por ciento.
–Como economista, si pudiera formar parte de un nuevo gobierno en la Ciudad de Buenos Aires, ¿qué prioridades impulsaría en la gestión? –La falta de gestión del gobierno macrista muestra muchas aristas que hay que recuperar.
Sin dudas, educación y salud son áreas prioritarias. Nosotros, a nivel nacional, inauguramos 1800 escuelas.
Aquí, en la Ciudad, supuestamente iban a inaugurar 20 y al final se inauguraron tres. Cuando la necesidad de escuelas que hay en la zona sur de la Ciudad de Buenos Aires es muy impresionante. Eso explica las subejecuciones que se ven.
Y después tenemos que escuchar a un candidato de la gestión macrista, como (Federico) Sturzenegger, decir que hay que seleccionar a pobres brillantes para darles oportunidades? Es indignante.
El área de Educación es una de los ejes fundamentales para invertir. Porque nosotros creemos en la igualdad y una de las formas de generar igualdad es la educación.
Otra prioridad sería realizar una planificación urbana de toda la ciudad, porque hay una explosión de construcción en zona norte mientras que la zona sur está absolutamente abandonada. No puede ser que la zona norte explote y la zona sur siga con las deficiencias que tiene en vivienda, urbanización, villas.
–Hace unas semanas, Sturzenegger señaló que era necesario llevar adelante una devaluación más acelerada, de alrededor del 40 por ciento. Lo mismo dijo el abogado Daniel Funes de Rioja, quien además planteó que los salarios argentinos eran muy elevados en términos internacionales.
¿Qué consecuencias traería una devaluación de esa magnitud? –Una devaluación del 40% es una enorme crisis económica. El planteo de Sturzenegger es regresivo. Y es un error reducir la cuestión de la competitividad de la industria a la cuestión del tiempo de cambio, que es sólo uno de los elementos que hacen a la competitividad de una empresa: también están los salarios, también está la energía. Y en la Argentina la energía es muy barata. Y después están los incrementos de productividad por inversión, por mejoras de la estructura y de la organización de la empresa. De inversiones en gestión, en maquinaria.
La competitividad es un tema en el cual entran distintos factores, y el tipo de cambio es sólo uno de ellos. Este gobierno no va a devaluar de la manera que están pidiendo estos sectores.
Fuente: Tiempo Argentino