Era candidato a concejal en La Matanza; renunció porque le exigieron que se alejara de Macri.
Tras haber quedado relegado al cuarto lugar en las elecciones primarias del 11 de agosto, el camino se hace cada vez más empinado para Francisco de Narváez. Esta vez no fueron las tensiones con Hugo Moyano, su ocasional aliado, las que hicieron temblar las bases del frente Unidos por la Libertad y el Trabajo. Ayer, sufrió la baja de Javier Castrilli, quien encabezaba su lista de candidatos a concejales en La Matanza, el distrito más poblado de la provincia de Buenos Aires y donde había obtenido un 9,2%.
El ex árbitro de fútbol renunció a su postulación después de haber recibido exigencias para abandonar Pro, de Mauricio Macri, el sector al que siempre representó. “Fue como que me dijeran que me vaya. Me plantearon esto como única alternativa: que elija entre seguir en Pro o estar con Francisco. Encima me lo dicen cuando estamos a mitad de camino. Me voy porque voy a seguir apoyando a Pro y el acuerdo que mantiene con el Frente Renovador”, dijo Castrilli ante LA NACION.
Junto con Castrilli, declinó también a su candidatura Silvio Klein, que se ubicaba en el noveno escalón de los aspirantes a diputado nacional. Según reprodujo anoche la agencia Noticias Argentinas, ambos dirigentes explicaron que la renuncia obedecía a un supuesto “acuerdo explícito” entre De Narváez y la Casa Rosada para restarle fuerzas a Sergio Massa, el ganador de las primarias. El 25 de agosto pasado, LA NACION ya había advertido sobre un posible acercamiento de De Narváez con el kirchnerismo, especialmente con el gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli.
La irrupción de Massa relegó a De Narváez abruptamente en la carrera al Congreso y debilitó sus posibilidades de erigirse en el principal referente de la oposición al kirchnerismo. A través de eslóganes y campañas de laboratorio, siempre apostó a polarizar con la Presidenta, como ocurrió en 2009 con Néstor Kirchner. Pero esta vez no tuvo éxito y terminó en el cuarto puesto en las PASO, detrás de la candidata progresista Margarita Stolbizer.
Tras obtener apenas un 10,5% en las primarias, De Narváez dio un giro en su estrategia de campaña. Abandonará el eslogan “Ella o vos”, una marca registrada que impulsó para forzar una polarización entre Cristina Kirchner y él, e intentará modificar el tono agresivo del tramo inicial por más propuestas. Y apostará, claro, a focalizar sus críticas en Massa. Pondrá sus energías de ahora en más en el debate público de candidatos, que será el 2 de octubre, en La Plata. Él fue el impulsor de la iniciativa.
“Con la posibilidad de una reelección presidencial caída, la decisión ahora es transformar la campaña en temáticas, como pueder ser la inseguridad. El desafío es demostrar que la gente puede elegir a los mejores diputados”, dijo a LA NACION un allegado a De Narváez.
Las salidas de Castrilli y Klein no serían determinantes para De Narváez, que aspira a revalidar su banca en la Cámara de Diputados. En lugar del ex árbitro, la nómina de aspirantes a concejales en La Matanza será encabezada por el moyanista Luis Velázquez, líder del sindicato de los camioneros en el distrito.
Castrilli y Velázquez habían tenido un duro cruce después de las primarias. Se habían enrostrado fallas en la fiscalización y falta de compromiso en la campaña. Cerca de Moyano evaluaron anoche que la salida del ex referí podría responder a un trato con Adrián Verdini, el hombre de De Narváez en la zona, para asegurar el ingreso de Velázquez al Concejo Deliberante.
De Narváez teme una masiva fuga de adherentes. Sobre todo porque sus votantes, todos férreos opositores al kirchnerismo, tal vez se vuelquen el 27 de octubre hacia un candidato que realmente pueda vencer a la Casa Rosada.
Algo de esto había insinuado Castrilli, hace unas semanas, en Radio Universidad (FM 89.1): “El electorado que votó a Massa o a De Narváez coincide en que el modelo tiene que cambiar. Hay coincidencias y la gente elige al que le da más confianza para ese cambio”.
Ahora resta saber si Moyano dejará el espacio antes o después del 27 de octubre. Se sabe: ya tendió puentes con el massismo.
Massa: “La gente tiene miedo”
“La gente tiene miedo y siente que está en la lista de espera de los delincuentes”, señaló ayer Sergio Massa, intendente de Tigre y candidato a diputado nacional del Frente Renovador. Y le deseó éxitos en la gestión al flamante ministro de Seguridad de la provincia, Alejandro Granados. Massa, además, esquivó un supuesto acuerdo electoral con el ex carapintada Aldo Rico, quien bajó recientemente su lista de concejales en el distrito de San Miguel. “Conmigo no habló”, se desentendió el jefe comunal en Radio 10.
Fuente: La Nación