“El crecimiento en la Argentina se ha recuperado debido a una fuerte cosecha, pero la actividad continúa contenida por el tipo de cambio y otros controles administrativos”, señala el Panorama Económico Regional para América Latina y el Caribe presentado hoy en Washington por el Fondo Monetario Internacional dentro de sus Previsiones Económicas Mundiales (World Economic Outlook).
Con esta mención el organismo multilateral reitera las críticas a los controles que ejerce el gobierno de Cristina de Kirchner al comercio exterior, al acceso a las divisas, entre otras, aunque no ahonda en el cuestionamiento, al menos en el capítulo dedicado a la región.
El FMI proyecta que en el año en curso el producto bruto argentino subiría 3,5%, una cifra sensiblemente inferior al 5,1% que se estimó en el proyecto de Presupuesto para 2014 pero superior a los pronósticos privados que sitúan el crecimiento para fines de este año entre un 1,5% a 2,5%.
El Fondo, en tanto, revisa hacia la baja el crecimiento previsto para el año próximo, ya que se reduce a 2,8%, a contramano y a mayor distancia del 6,2% que espera el Poder Ejecutivo, siempre de acuerdo al proyecto de presupuesto.
Cabe señalar que el Fondo también hace tiempo que puso en duda los datos oficiales referidos al PBI y la moción de censura que recibió la Argentina es por la falta de adecuación tanto de la inflación como del PBI a los “estándares internacionales”.
Hasta el momento el Gobierno ha hechos esfuerzos por mostrar el avance en la confeccón del IPC Nacional, en tanto respecto al PIB se conoció a través del director técnico del INDEC, Norberto Itzcovich, quien adelantó que en el primer trimestre de 2014 se empezará a utilizar el cambio de base para la estimación del producto, declaraciones que generaron en su momento dudas en los inversores sobre el pago del Cupón PBI.
En cuanto a la inflación, el informe del Fondo contempla un aumento para el 2013 de 10,5%. Sin embargo, aclara, como en anteriores informes, que “los datos para Argentina se basan en los datos declarados oficialmente” y continúa recordando que “el FMI ha emitido una declaración de censura y ha solicitado a la Argentina adoptar medidas correctivas para encausar la calidad de los datos oficiales del PIB y del IPC-GBA”.
Precisamente hoy viaja con destino a Washington el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, para participar de la asamblea anual del organismo. Será el segundo viaje en menos de un mes por parte del titular del Palacio de Hacienda, ya que a mediados de septiembre se dirigió a Washington para presentar los avances del país en la confección del nuevo índice de precios. Aunque existen dudas respecto a cuánto modificará la estimación de precios el nuevo IPC Nacional ya que según consta en el Proyecto de Presupuesto Nacional la inflación estimada para el 2014 se ubica en 10% cifra similar a las estimadas por el cuestionado IPC.
Aun tomando en cuenta la información oficial, Argentina registra la proyección de inflación más alta de Sudamérica después de Venezuela (casi 38%).
Dado el cuestionamiento a las mediciones oficiales, el organismo multilateral señala que para analizar la situación macroeconómica del país, “utilizan fuentes de datos alternativas que han mostrado un crecimiento real significativamente menor al oficial desde 2008 y tasas de inflación considerablemente superiores desde 2007”.
El crecimiento en Argentina depende de Brasil. Al respecto el principal socio del Mercosur sufrió una rebaja en su estimación de crecimiento para el 2013 que, según el FMI, alcanzaría a sólo 2,5%, la variación más baja de la región después de Venezuela. En Sudamérica el país que más crecería sería Paraguay con 12%.
El Fondo señala que la reciente depreciación del real ha mejorado la competitividad externa de Brasil y compensado el impacto adverso del crecimiento en los rendimientos de la deuda soberana. Pero también apunta que la mayor inflación redujo los ingresos reales y puede afectar el consumo, en tanto que las restricciones en la oferta y la incertidumbre política pueden jugar en contra de la actividad económica.
Con relación a América Latina y el Caribe, en general, el FMI sostiene que las condiciones externas menos favorables y las restricciones en la oferta han disminuido la actividad. Para Sudamérica se espera un crecimiento promedio de 3,2 y 3,1% para el año en curso y el próximo, respectivamente.
Fuente: Ámbito Financiero