Unos veinticinco vecinos del barrio Mitre se enfrentaron ayer a piedrazos con efectivos de la Policía Metropolitana en Melián y Arias, a metros del shopping Dot. Mientras la fuerza de seguridad informó que la refriega se produjo cuando el grupo intentó evitar la detención de un sujeto, los vecinos sostienen que la reacción fue consecuencia de que un agente casi arrolla con un cuatriciclo a un chico que jugaba en la calle limítrofe del barrio Mitre, lindero al centro comercial de Saavedra.
Ante esta situación indefinida, el ministro de Justicia y Seguridad porteño, Guillermo Montenegro, ordenó ayer la apertura de un sumario administrativo para investigar la actuación de los efectivos metropolitanos durante los incidentes.
El enfrentamiento, que comenzó a las 17.30 y duró unos 45 minutos, tuvo como consecuencia dos autos destrozados y cuatro policías heridos, uno de ellos con pérdida de conocimiento. Anoche sólo había un detenido en la comisaría de la Comuna 12, por resistencia a la autoridad.
Según la Policía Metropolitana, los incidentes comenzaron luego de que, en un procedimiento de rutina, fuera detenida una moto que venía desde la General Paz y que había burlado otro control policial. El conductor se habría negado a colaborar, habría insultado a los policías y realizado una llamada; minutos después llegaron al lugar un grupo de hombres del barrio Mitre con palos y piedras para defender al motociclista, que sería vecino del lugar.
La versión que reflejó a LA NACION un grupo de habitantes del barrio es que un cuatriciclo de la Metropolitana pasó a toda velocidad por el barrio y habría rozado a un niño que estaba jugando en la calle. Ante esta situación, vecinos increparon al oficial, que convocó a refuerzos. Luego de una discusión habrían empezado las corridas y los piedrazos. “Un grupo de madres del barrio fue hasta la fiscalía de Saavedra con los casquillos de balas [presuntamente disparadas por los agentes] a denunciar a los policías”, dijo una vecina del barrio que presenció los hechos.
Montenegro instruyó al área de la Auditoría Externa Policial del Ministerio de Justicia y Seguridad para que recabe e incorpore al expediente, como elementos de prueba, todas las imágenes existentes de los hechos, tanto las de televisión como las de cámaras de seguridad, para determinar si algún efectivo cometió irregularidades. Adelantó que, de confirmarse una actuación antirreglamentaria, el o los efectivos responsables serán pasados a disponibilidad en forma inmediata.
Ricardo Pedace, subjefe de la Policía Metropolitana, aseguró a LA NACION que los policías no usaron armas de fuego en el incidente y que sí se investiga si algún oficial les arrojó piedras a los vecinos.
Apenas escuchó los primeros gritos, Liliana, empleada de un almacén de Melián y Arias, cerró las persianas del local. “Los piedrazos retumbaron en todo el almacén, los hombres estaban trepados a los techos y tiraban piedras desde cualquier lado”, comentó. Agregó que ella no escuchó disparos de armas de fuego; sí bombas de estruendo.
Mauro Farías, empleado de Falabella en el Dot, vio los disturbios por televisión. Un compañero de trabajo le aconsejó que bajara a ver su auto, ya que lo había estacionado en esa esquina. El vehículo quedó en medio de la batahola y quedó con casi todos sus vidrios destrozados. “Nunca lo dejo en esta esquina porque cada tanto hay problemas; siento mucha impotencia”, dijo a LA NACION.
Fuente: La Nación