Duelo Nacional

Trataban de dominar el fuego en un depósito de documentación de empresas, en Azara al 1200. La pared cayó cuando intentaban entrar a rescatar a posibles atrapados. Hubo, además, siete heridos.

Un policía cortaba el tránsito pero no podía cortar su llanto. Dos bomberos se abrazaban en una esquina. Los paramédicos del SAME miraban al vacío, en shock. Como no se había visto en años, los rescatistas habían tenido que ser rescatados.

Seis bomberos de la Policía Federal, un voluntario del cuartel Vuelta de Rocha y dos agentes de Defensa Civil del Gobierno porteño murieron ayer, cuando se les cayó encima una pared de un depósito que se estaba incendiando, en Barracas. El país está de duelo.

La tragedia sucedió en una de las sedes de Iron Mountain, una empresa dedicada a archivar documentación de importantes empresas. El galpón comenzó a incendiarse poco después de las 8, y anoche, más de 12 horas después, el fuego se había reavivado y los bomberos seguían trabajando. El SAME recibió la primera llamada a las 8.17, y diez minutos después llegaron al lugar, que queda en Benito Quinquela Martín, entre Jovellanos y Azara. El depósito ocupa casi la mitad de una manzana del doble de lo normal, que llega hasta Coronel Salvadores. Barrio de Barracas, una zona de casas bajas y varios galpones.

Los bomberos temían que dentro del predio hubiera gente atrapada, y por eso intentaron forzar un portón sobre Jovellanos. Pero la pared, de más de siete metros de alto, se les derrumbó encima. Según los especialistas, esto se habría producido porque la estructura de metal se dilató por la intensidad de las llamas, lo que empujó la pared de medio metro de ancho hacia afuera (ver Las vigas…).

“¡Necesito SAME, necesito SAME!”, gritaba un efectivo de la Federal. Los bomberos, que habitualmente salvan gente, esta vez eran las víctimas. “Tenían politraumatismos gravísimos, se hicieron maniobras de reanimación pero la mayoría murió en el acto ”, explicó más tarde el director del SAME, Alberto Crescenti.

De los muertos, seis pertenecían al Cuartel 1° de la Federal, incluido uno de los jefes, el comisario inspector Leonardo Day. El resto fueron identificados como la suboficial Anahí Garnica –la primera mujer-bombero de la fuerza–), los cabo primero del Eduardo Adrián Conessa y Damián Veliz y los agentes Maximiliano Martínez y Juan Matías Monticelli. También fallecieron Pedro Baricola y José Luis Méndez, de Defensa Civil, y Sebastián Campos, bombero voluntario.

La mayoría de ellos murió en el lugar, pero tres fallecieron en el hospital Argerich. Anoche se hizo una misa en la parroquia San Benito de Palermo, y desde la medianoche eran velados en el Departamento Central de la Federal. Tanto la Nación como la Ciudad decretaron dos días de luto.

En el Argerich también internaron a otros cuatro bomberos, tres terminaron en el Churruca, uno en el Penna y otro en el Ramos Mejía. En el Ministerio de Salud porteño confirmaron que ninguno estaba en peligro. En total, participaron del operativo más de 100 efectivos, 40 ambulancias y un helicóptero de SAME.

Hasta pasado el mediodía, se temía que empleados de la empresa estuvieron atrapados bajo los escombros, pero el secretario nacional de Seguridad Sergio Berni confirmó que “en la planta había cuatro operarios que pudieron salir a tiempo”. Minutos después del primer derrumbe, la pared de la ochava de Quinquela Martín y Jovellanos también se cayó, aunque no produjo víctimas.

La fiscal a cargo de la investigación, Marcela Sánchez, informó que las pericias se iniciarán una vez que se extinga el fuego. Según la agencia Télam, empleados habrían asegurado que el sistema antiincendio nunca se activó.

La empresa Iron Mountain emitió un comunicado en el que aseguró: “Es un evento trágico y estamos profundamente acongojados por la muerte de los valientes socorristas. Estamos colaborando en la investigación en estrecha colaboración con las autoridades”. El texto fue publicado en inglés por la casa matriz, y traducido al castellano en la web de la filial local. En esa misma página aparece un video en el que la firma asegura que sus bodegas “cuentan con los últimos adelantos en seguridad”. Sin embargo, este fue el séptimo incendio que sufren en sus diferentes sedes mundiales.

Fuente: Clarín

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