Nosotras parimos, nosotras decidimos!” Este lema propio de las manifestaciones feministas que clamaron por el derecho al aborto en la España de finales de los años setenta volvió a escucharse ayer en una multitudinaria protesta que recorrió el centro de Madrid.
“Es muy triste que en el año 2014 tengamos que volver a salir a la calle para esto”, comentaba un grupo de personas contrarias a la polémica reforma que prepara el Ejecutivo conservador de Mariano Rajoy y que en las últimas semanas suscitó críticas incluso dentro de su propia formación, el Partido Popular (PP).
“Es una regresión, una involución. Este gobierno está haciendo el papel de heredero del franquismo”, lamentaba Delia, una mujer de 55 años que recordaba cómo durante el régimen del dictador Francisco Franco (1939-1975) muchas mujeres salían de España para abortar en países menos restrictivos.
Los sectores progresistas temen que esto vuelva a ocurrir si el gobierno aprueba el texto que hizo público en diciembre. En él se tipifica el aborto como delito y se despenaliza sólo en los casos de violación y de riesgo para la salud física o psíquica de la mujer, excluyendo de esos supuestos la malformación fetal.
Se movilizaron miles de personas, principalmente mujeres, no sólo en España sino en varios países del Europa.
La presión ciudadana, de Europa y de parte del PP, hizo que Rajoy abriera hace unos días la puerta a realizar cambios en el texto para suavizar el anteproyecto.
Mientras la Iglesia Católica y las asociaciones “provida” piden más contundencia contra el aborto, los colectivos progresistas exigen una retirada total de la reforma y la permanencia de la ley que en 2010 aprobó el socialista José Luis Rodríguez Zapatero (2004-2011) y que ahora permite abortar libremente hasta la semana 14 de gestación.
Con ese objetivo llegó ayer a Madrid el llamado “tren de la libertad”, una iniciativa de un grupo de mujeres del norte de España que decidió viajar hasta Madrid para registrar en el Parlamento español un manifiesto contra el anteproyecto de ley del gobierno.
Asociaciones, colectivos y sindicatos de otros puntos de España las recibieron en la céntrica estación de Atocha, con algunos rostros conocidos, como el de la veterana actriz Pilar Bardem o el del diputado de Izquierda Unida Gaspar Llamazares.
“Nosotras somos ciudadanas de primera y sabemos cuándo, cómo y con quién queremos ser madres”, afirmó Begoña Piñero, portavoz de una de las asociaciones impulsoras de la iniciativa.
“Lo que se reivindica es un derecho, con la ley que tenemos nadie obliga a nadie a abortar”, puntualizó Mara, otra manifestante. “Aquí hay mujeres, hay hombres, hay abuelas, hay embarazadas, hay de todo”, dijo Aída Fuentes, portavoz de otro de los colectivos que viajó hasta Madrid. “El ‘tren de la libertad’ significa que es un movimiento que está en marcha y va a continuar para defender la libertad de las mujeres, que es muy importante”, aclaró.
Con pancartas como “Son mis ovarios, ni de curas ni de machos”, “Aborto de la Iglesia” o “De vientres libres nacerán hombres libres”, la marcha trascurrió en tono reivindicativo y pacífico, casi festivo, hasta el Congreso de los Diputados, fuertemente blindado por las fuerzas de seguridad.
“La respuesta de la sociedad española es muy importante porque se da en un contexto en el que el gobierno está retrocediendo en muchos derechos. Estamos en una situación en la que casi nos da vergüenza cómo nos pueden ver desde Europa y el resto del mundo”, explicó a dpa Isabel Serrano, ginecóloga y portavoz de la plataforma Decidir nos hace libres.
El grito más escuchado durante la marcha fue el de “Gallardón, dimisión”, en alusión al ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, el máximo impulsor de la reforma de la ley del aborto.
Los manifestantes también pidieron un “Estado laico” y criticaron “el poder” de la Iglesia Católica en el país, dos días después de que los obispos españoles consideraran “insuficiente” la reforma que propone Rajoy.
El gobierno español insiste en que el proyecto responde a un compromiso electoral. “No hay nada más progresista en la vida que proteger a los más desfavorecidos”, insistió ayer el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz.
Desde París hasta Estambul
Decenas de miles de personas apoyaron en distintas capitales europeas las protestas contra la reforma de la ley del aborto en España, que busca cambiar el actual modelo de plazos y limitarlo a los casos de violación y riesgo de salud para la madre.
Activistas de organizaciones sociales y feministas de Francia, Gran Bretaña y Turquía coincidieron en la protesta con los miles que se manifestaron en Madrid por la misma razón y para pedir la renuncia del ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón. Las protestas ante las sedes diplomáticas españolas también llegaron hasta Ecuador, en Sudamérica.
En Francia, miles de personas marcharon en París y otras ciudades contra el anteproyecto de ley del gobierno conservador de Mariano Rajoy. La marcha de París, más multitudinaria que las de Nantes, Marsella o Burdeos, reunió a 30 mil personas según los organizadores y a 3000 según la policía, en lo que fue una réplica de la protesta organizada en Madrid, que también se trasladó a Londres y Estambul.
“Nosotras parimos, nosotras decidimos” o “Mujeres unidas jamás serán vencidas” fueron algunos de los eslóganes que corearon los manifestantes –mayoritariamente mujeres– en su recorrido parisino, que finalizó ante la embajada de España y en el que se vieron banderas españolas, francesas y tricolores de la República Española. El rostro más reconocible en la protesta fue el de la número dos del ayuntamiento parisino y candidata socialista a la Alcaldía de París, Anne Hidalgo, nacida en San Fernando (Cádiz, España).
Fuente: Tiempo Argentino