La discusión paritaria docente, en el marco de la creciente inflación, mantiene en vilo a todo el sector educativo. Dueños de colegios, asociaciones y sobre todo los padres aguardan una definición para poder establecer cuál será el panorama del inminente ciclo lectivo. En el sector privado la suba de los salarios impactará directamente en las cuotas 2014, que hasta hoy son un misterio y generan una creciente preocupación.
En la ciudad de Buenos Aires, alrededor del 50 por ciento de los colegios son de gestión privada. De esa porción, un 60 por ciento recibe algún tipo de subsidio. Esas instituciones deberán mantener el precio de su cuota hasta que finalice la puja paritaria, explicó a LA NACION Beatriz Jáuregui, directora general de Educación de Gestión Privada del gobierno de la ciudad.
Según Jáuregui, entre octubre y noviembre últimos los colegios comunicaron cuál sería el costo de la cuota 2014 y en algunos casos sí hubo modificaciones. Se trata de aquellos que no llegaron al tope de banda autorizado para el año pasado. Las matrículas, por su parte, deberían respetar el precio de la última cuota de 2013.
La negociación paritaria, que aún no tiene destino cierto, marcará un techo en los aumentos, que se verán reflejados una vez que se defina la discusión. Las autoridades porteñas no se animan a proyectar un porcentaje, pero desde las asociaciones que nuclean a los colegios privados estiman entre un 22% y un 27%, ajustable en el caso de que los docentes consigan mejores resultados.
“El escenario económico se prevé complicado y es difícil hacer proyecciones”, sostiene Alfredo Fernández, referente de la Asociación de Entidades Educativas Privadas Argentinas (Adeepra), quien además prevé un escenario cada vez más complejo al interior de la educación privada. “Hay escasas vacantes y poca inversión en nuevas aulas”, asegura Fernández, y atribuye el fenómeno a que este tipo de instituciones es cada vez menos “rentable”.
Según Adeepra, el año pasado el gobierno porteño retiró subsidios a 150 colegios y unas 100.000 familias sufrieron el impacto, ya que las autoridades permitieron a las instituciones “recuperar” ese recorte mediante aumentos en las tarifas.
LOS MAYORES AUMENTOS
Los colegios que más incrementarán sus cuotas son aquellos que no reciben aportes del Estado. Son casi la mitad de los privados y sí proyectaron un aumento, que alcanzó en algunos casos el 27%, según anunciaron en octubre a cada comunidad educativa.
Ese mes, estas instituciones presentaron ante la Secretaría de Comercio Interior los aumentos, que también impactaron en la matrícula 2014, según explicó Pablo Olocco, de la Asociación de Establecimientos Privados Asociados (EPEA). Cuando las paritarias se cierren, ese aumento podría incrementarse todavía más. El techo se corresponderá con las subas conseguidas por los maestros.
Desde el gobierno porteño, en tanto, aseguran que la secretaría de Comercio recibe los informes, pero desde hace varios años no controla los precios de las cuotas una vez aplicados los aumentos.
LA REACCIÓN DE LOS PADRES
Si bien tanto en el gobierno porteño como en la mayoría de las asociaciones niegan que haya traspaso de alumnos debido a los aumentos en las tarifas, desde algunos sectores reconocen el fenómeno.
“No se da en gran cantidad, pero sí hay migraciones de alumnos entre distintos colegios”, cuenta Fernando Biscotti, de la Asociación de Institutos de Enseñanza Privada (Adidep). Los cambios se dan en busca de mejores precios, sobre todo en familias con más de un hijo en edad escolar.
Una convocatoria realizada por LA NACIONen su cuenta de Facebook, también recolectó algunos testimonios sobre familias que cambian a sus hijos de colegio por cuestiones económicas, o modifican sus hábitos de consumo para poder afrontar los costos de la educación privada.
Fuente: La Nación