“La educación, y en especial la pública, es un servicio esencial en las sociedades democráticas porque permite la igualdad de oportunidades, favorece la cohesión social y es la base del progreso económico que da lugar al estado del bienestar. Por ello debe declararse a la educación un servicio público esencial y reglamentar el ejercicio a huelga en dicho sector”, propone Gabriel Mariotto en el texto que elaboró con la idea de ponerle fin al conflicto docente que se repite en cada inicio de año lectivo.
El vicegobernador de la Provincia decidió anunciar su proyecto, motivado por el paro de maestros que afecta al distrito bonaerense, donde los estudiantes ya perdieron siete días de clases por la falta de acuerdo salarial.
El funcionario kirchnerista consideró “inadmisible” que los alumnos vean “afectado en forma casi irreparable su derecho” a aprender. “Todos queremos paritarias y alumnos en las aulas, pero hay que garantizar la educación como servicio público esencial”, insistió.
La manera de ponerle punto final a un conflicto que se repite año tras año –entiende Mariotto– es “consensuar las huelgas y otras formas de protesta de los trabajadores del sector de la educación”.
Para evitar malentendidos y reacciones intempestivas de los sindicatos docentes, el vicegobernador aclaró que la reglamentación de las medidas de fuerza “debe ir acompañada de garantías apropiadas para los trabajadores, de procedimientos de conciliación y arbitraje adecuados, imparciales y rápidos en que los interesados puedan participar en todas las etapas”.
Declarar la educación como un “servicio público esencial” obligaría a sus prestadores a no interrumpirlo de manera sorpresiva ni por tiempo indeterminado. Este recurso fue rechazado de plano por el sindicalismo en todos los ámbitos laborales, cada vez que se evaluó esa posibilidad.
“El reclamo puede realizarse, pero tendrá que desarrollarse con otro formato”, explicó Mariotto. “Este sistema (de huelgas recurrentes) alienta una inequidad que no puede seguir: los docentes que paran en la escuela pública son los mismos que van y dan clases en los colegios privados”, justificó.
“Sin educación los niños no se forman, ni aprenden, ni se desarrollan como ciudadanos. Es por ello que en su condición de derecho humano esencial, es también un servicio público esencial. Y por lo tanto su suspensión, aun en virtud de legítimos reclamos de los docentes, es en sí misma una vulneración al mismo derecho que el reclamo dice custodiar”, reflexionó el funcionario kirchnerista.
La iniciativa tiene antecedentes que refuerzan la intención del vicegobernador: “Hay experiencias internacionales (Ecuador entre ellas) que nos van a servir de apoyo para reflexionar sin llegar a esta situación de tensión que nos encuentra cada febrero y marzo con los chicos fuera del aula”.
Este año el gobierno bonaerense propuso un incremento del 30,9% en dos tramos: 20,9% en marzo y 10% de agosto. Sin embargo, la propuesta fue rechazada por los representantes gremiales de los maestros, que piden un 35% de aumento en el sueldo básico, en una sola cuota.
Fuente: Infobae