Con dardos hacia la gestión de Daniel Scioli –y en tierra donde pisa fuerte Sergio Massa– Mauricio Macri recorrió ayer el norte del conurbano bonaerense para hacer crecer su figura en la Provincia. Además de sus dirigentes de confianza, llevó una pequeña camarita colgada de su remera con la cual registró sus recorridas.
Durante la visita dijo que la gestión de Scioli “no es su fortaleza”, que el Gran Buenos Aires es uno de los lugares donde “no está presente el Estado” y criticó la reciente reforma educativa: “El cambio de notas es pésimo, es no enseñarles a los chicos lo que necesitan para el futuro”. Y aprovechó para despegarse del peronismo: “Cada vez son menos los que creen que a este país sólo lo puede gobernar el Partido Justicialista”.
Macri sumó ayer un particular dispositivo, que usará durante toda la campaña en 2015. Es una camarita que entra en la palma de una mano y saca fotos cada diez segundos. Además, con ella también se filmó un pequeño video que luego se subió a las redes sociales del líder del PRO.
La primera parada de su recorrida fue a las 10 de la mañana, en San Fernando, donde gobierna el massismo. Caminó por las calles custodiado por el concejal Alex Campbell, quien será el candidato a intendente del PRO. Horas antes, militantes del massismo destrozaron carteles de Campbell, denunciaron los macristas.
Luego se tomó el tren Mitre hasta San Isidro, donde lo esperaba Guillermo Montenegro, el ministro de Seguridad porteño, que además busca ser intendente. Allí Macri entró a una panadería y se llevó un paquete de “coquitos”, una de sus masitas predilectas. Montenegro no las probó: a pesar de haber bajado 15 kilos, todavía sigue a dieta. Efectos simbólicos de su reciente divorcio. Macri aprovechó para ratificar que quitará el impuesto a las ganancias si llega a la presidencia. “Voy a terminar con la inflación, con el impuesto a los trabajadores y con los impuestos a las exportaciones”, dijo, y aclaró que en el caso de Ganancias “volvería a las escalas de 2005, previas a la inflación”.
Cerca del mediodía, llegó a Vicente López, donde su primo Jorge lo esperaba con un grupo de jóvenes con remeras amarillas que no bien lo vieron comenzaron a cantar “se siente, se siente, Mauricio presidente”.
“Sería un orgullo tener a Mauricio en la quinta de Olivos”, dijo Jorge Macri. “El crecimiento de Mauricio es indudable en la Provincia y es muy fuerte en el Conurbano”, completó el ministro de Hacienda porteño, y candidato en Lanús, Néstor Grindetti. Según el comando de campaña, encabezado por el ministro de Gobierno, Emilio Monzó, y el secretario general, Marcos Peña, hubo 1.200 mesas por primera vez en las 24 provincias del país, en unas 250 localidades.
Tras la recorrida, en la que comió un pancho con mostaza, coquitos y alfajores, Macri se fue a jugar al paddle, su nueva pasión, en una cancha de pasto sintético alto para que no le dañe la cintura.
Fuente: Perfil