De Narváez busca una alianza que lo lleve a la gobernación

Francisco de Narváez ya no está en la cúspide de la política. 2009, el año que venció a Néstor Kirchner en la elección legislativa, quedó lejos. Pero sigue caminando la Provincia y asegura que será candidato a gobernador y acompañará a quien tome un “compromiso con la provincia de Buenos Aires”. ¿Cuál es ese espacio? No lo sabe, no lo dice.

El diputado nacional, a diferencia de muchos opositores, no habla de un fin de ciclo kirchnerista. Por el contrario: asegura que si la oposición no se une el Frente para la Victoria ganará. “El 30% consolidado contra pedacitos desunidos, gana el 30%”, define. La mala experiencia de su alianza con Felipe Solá y Mauricio Macri en 2009 no lo espanta, aunque reconoce que se trató de una unión electoralista. Hoy, De Narváez propone que la oposición presente un “frente común” y un “programa de gobierno”.

-Tuve la posibilidad de charlar con usted hace un año y mantenía un discurso similar en cuanto a la inseguridad. ¿Cambió algo en este tiempo?

-El avance del crimen organizado, la disputa callejera por los territorios, permitir que el blanqueo de capitales en Argentina crezca. La plata malhabida en la Argentina es bienvenida. Estamos cometiendo una cantidad de errores… yo no puedo creer en la intencionalidad, pero suceden. Hoy la ventaja la tiene el delincuente. El riesgo de que una persona delinca, la detengan, la juzguen y cumpla la condena es cercano a cero. Y que el ciudadano que sale de su casa, sea víctima –ojalá nunca- de un homicidio, es altísima. La balanza está al revés.

-¿Y de quién es la responsabilidad?

-De todos los dirigentes políticos, y me incluyo. Una política de seguridad ciudadana no puede ser politiquería. También digo que no la puede resolver un intendente ni un gobernador solo. Lo que sí, no he visto que ningún país la resuelva sin una decisión presidencial. Y acá no se toma.

Si el país festeja más feriados y menos días de clase o más casinos y menos fábricas, estamos mal.

-¿Cuáles serían los primeros pasos que habría que tomar?

-Ya, convocar al Consejo de Seguridad Interior. Generar la Agencia Federal Antidroga. Dotar un presupuesto extraordinario para las fuerzas de seguridad. Volver a intercambiar información con las agencias internacionales que luchan contra el crimen organizado, las cuales nos han sacado porque no les damos pelota. Recomponer el sistema carcelario. Yo bajaría la edad de imputabilidad. Trataría al adicto como un enfermo, pero de verdad. Y recompondría el tejido social, que va desde la escuela. Si el país festeja más feriados y menos días de clase o más casinos y menos fábricas, estamos mal. Los países progresan cuando se labura más.

-Siempre hay un debate entre las medidas para dar respuestas en el corto plazo y las medidas de fondo. ¿Cree que son incompatibles?

-Hay cosas urgentes, hay cosas importantes y hay cosas urgentes e importantes. Vos podés abordar una política de seguridad ciudadana teniendo una mejor calidad de educación pública gratuita y al mismo tiempo tener más y mejores policías. Es “y” no es “o”. Ese es un discurso para correrte por izquierda. Vos querés más policías, sos de derecha, sos facho. No, yo lo que quiero es orden, pero también quiero que a la maestra se la respete y no tenga miedo de sancionar a un alumno. Hay que volver a poner orden en la Argentina. Este gobierno ha impulsado una forma de convivencia donde prima el desorden, o el más fuerte. Y yo no creo en eso.

Si la gente para marzo no ve algo consistente va a decir ‘Más vale malo conocido que bueno por conocer’.

-Teniendo en cuenta que va a cambiar el presidente el año próximo, ¿cómo ve las propuestas de los candidatos en este tema?

-El Frente para la Victoria tiene diez años de historia y de consecuencias y no los veo decididos a tener una política férrea de seguridad ciudadana. El resto de los candidatos, en términos electorales, diciendo lo mismo, pero tienen la necesidad de unirse. Creo que si seguimos así, el Frente para la Victoria seguirá gobernando el país.

¿Qué es seguir así?

-No uniendo a la oposición, y no digo juntando o rejuntando. Digo unirla. Si todos estamos diciendo lo mismo El problema es la inseguridad, la inflación, habernos desprendido del mundo, no tener valores y principios. Si todos pensamos lo mismo, no será tiempo de que digamos Pongámonos a laburar cuatro años todos en una agenda común.

-Usted formó parte en 2009 de una alianza electoral que terminó mal. ¿Cómo la imagina en este caso?

-Una cosa es juntarse electoralmente, que se termina la noche de la elección; esa fue mi experiencia, mala. Y otra cosa es unirse con un programa de gobierno, por ende una forma de vida. Nadie está por encima de la ley, nadie se lleva la Constitución por delante. El ejemplo es lo que debe cundir. Todos decimos lo mismo, pero por qué no lo hacemos. Después discutiremos a partir del punto 14, pero si el 14 es el que nos desune la gente mira y dice Este gobierno hace las cosas, me gusta más o menos, pero éstos no se pueden poner de acuerdo ni en qué día es. Así estamos mal.

-Y más allá de su deseo, ¿lo ve posible?

-Posible es, hoy es poco probable. Hay que trabajar para que sea una realidad. El tiempo es marzo o abril. Si la gente para esa época no ve algo consistente va a decir Más vale malo conocido que bueno por conocer.

-¿Si Massa y Macri no se unen va a pasar esto?

-Me cuesta ponerlo en personas solamente, pero si la oposición no presenta un frente común y un programa de gobierno que especifique las leyes con las que no está de acuerdo y prometa revisarlas, que diga Esta va a ser la agenda de gobierno quien sea el presidente, estos son los puntos que nos unen y los que no estamos de acuerdo los vamos a debatir en el Congreso, ahí la gente puede decir Acá hay un proyecto de vida. Al gobierno lo paramos con votos, no hay otra.

-La experiencia del Faunen no ha sido la mejor.

-No, y es una mala señal para la gente que ve que algo que crecía explotó por el aire. Y el Frente para la Victoria aplaude con las manos, con los pies, con las orejas. Dice Sigan así muchachos, ni los molestamos.

El gobernador de la Provincia, después del presidente de la Nación, es la persona más importante de la vida de los argentinos.

-¿Cuál es su expectativa a nivel personal para 2015?

-Llegar a ser gobernador de la provincia de Buenos Aires.

-¿Por qué espacio?

-Por aquel que tome un compromiso con la provincia de Buenos Aires y no use a la provincia como un escalón para hacer politiquería. No les va bien a los bonaerenses cuando el gobernador es de tal o cual presidente. Yo sostengo un programa de gobierno para los bonaerenses. El gobernador de la Provincia, después del presidente de la Nación, es la persona más importante de la vida de los argentinos. Si esa persona es sumisa o dependiente del presidente no hay equilibrio.

-­¿Qué sector puede respetar más esa independencia?

-Creo que Unen lo tiene, que el Pro lo tiene, que el Frente Renovador lo tiene. Lo que pasa es que el 30% consolidado contra pedacitos desunidos, gana el 30%.

-Ha mantenido un discurso similar en los últimos años, pero en términos electorales le fue mal en 2013. ¿Se replantea algo para 2015?

-Viene una elección muy meditada por la gente. Hay como una “T” o vamos para un lado o para el otro. Yo quiero en este proceso transmitir con claridad qué voy a hacer como gobernador. Y por lo pronto lo que me manda la Constitución, garantizar la seguridad de los ciudadanos. ¿Cuántas horas le vas a dedicar al problema de la seguridad? Todas. Quiero tener el mejor ministro de Educación y el mejor de Salud, pero el jefe de la seguridad de la Provincia voy a ser yo.

Fuente: El Cronista

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