La ansiedad es uno de los problemas más comunes que nos aquejan en el la actualidad. Enterate cómo hacer para minimizar sus efectos.
Una de las grandes paradojas de la vida es que vivimos siempre esperando el mañana (que llegue el viernes, que lleguen las vacaciones, que termine mi carrera. ), pero a la vez hacemos todo lo posible por prolongar nuestra vida, que, como sabemos, es finita y muy corta. La ansiedad es uno de los factores que más caracterizan nuestro modo de vida actual: no sabemos vivir en el hoy y ahora y disfrutarlo.
¿POR QUÉ SE GENERA EL SENTIMIENTO DE ANSIEDAD?
Para Andrea Gregoris Kamenszein, Coach profesional y directora de Evolución en Movimiento, lo que nos pasa es que “evaluamos el mañana según el ahora, como si hubiera un conflicto de velocidades: la mente se acelera como un cohete que se dispara antes de tiempo, el corazón termina galopando cuando el ahora nos requiere velocidad crucero.” Es decir, nos desfasamos en la línea de tiempo mental, queriendo acortar la brecha entre el hoy y el futuro, entre cómo me percibo ahora y cómo me veo que estaré siendo mañana. Nuestra mente evalúa el mañana con las condiciones del hoy; sin tener en cuenta que mañana mi razón y mi corazón cambiarán y probablemente estarán listos para actuar.
UN MAL QUE ATORMENTA ESPECIALMENTE A LAS MUJERES
Las mujeres tenemos la capacidad de ser multitasking, estamos acá y ahora pero con la atención puesta en el allá y el mañana. Foto: Corbis
Muchas veces pasa que las mujeres, al tener esta cualidad de ser multitasking, estamos acá y ahora pero con la atención puesta en el allá y el mañana. En cambio, el hombre (por lo general) se enfoca más en el acá y ahora, en una cosa a la vez. Por eso suele suceder que las mujeres somos más ansiosas en general y necesitamos “sacarnos cosas de encima” lo más rápido posible para poder avanzar con la siguiente tarea que tenemos en la mente ocupando lugar.
¿POR QUÉ ES MALO VIVIR CON ANSIEDAD?
Entre otras cosas, la ansiedad nos lleva a comer de más, a mordernos las uñas, se nos nota en la piel, nos duele la panza…. Foto: Corbis
“Consideremos el costo físico”, explica Andrea Gregoris Kamenszein, “el stress, el sentirse nerviosa o ansiosa, nos lleva por ejemplo a comer de más, a mordernos las uñas, se nos nota en la piel, nos duele la panza. Y ni hablar cuando se transforma en un trastorno que invade muchas áreas de nuestra vida.” Se podría decir que un poco de ansiedad tiene su lado bueno, “cuando juega a favor y favorece la acción que nos impulsa hacia la meta: cuando ese stress positivo nos mueve a lograr lo que queremos.”, asegura la Coach. Pero se convierte en tóxica cuando es constante y exagerada, cuando la cabeza nos dice como un disco rayado: “No llego, no llego”. La ansiedad nos ataca en situaciones en las que tenemos todo listo y bajo control y aún así nos pone nerviosas. Claramente vivir con ansiedad es dañino para nuestra salud física y emocional.
CÓMO IDENTIFICAR LO QUE NOS PONE ANSIOSAS
No siempre es fácil reconocer qué es lo que nos está haciendo sentir ansiedad. A veces pensamos que es un examen o una entrevista, por ejemplo, cuando en el fondo hay algo más profundo que nos está dando nervios, como puede ser el miedo a no tener trabajo o a que la carrera que estudiamos se haga eterna y que todos se reciban antes. Hay que tratar de aislar estos pensamientos e ir paso a paso para resolver un problema por vez. Si siempre tenemos una mirada tan macro sobre los problemas más pequeños, podemos volvernos locas.
CÓMO COMBATIR LA ANSIEDAD
“La clave es que mientras más pensamos en ese compromiso futuro, más necesitamos quedarnos en el ahora. Esa tensión entre el hoy y el mañana se disipa quedándonos en el presente.”, asegura Andrea Gregoris Kamenszein.
Nadie dice que haya que olvidarse del futuro, sino dirigirnos hacia él pero paso a paso: “hacer menos, hacer una sola cosa a la vez, hacer lento. Ralentarnos nos permite transitar ese momento generando otro clima emocional y pararse en un estado mejor.”, explica la Coach. Por otro lado, tenemos que confiar en nosotras mismas y saber que hicimos lo suficiente. Crear nuestro propio estándar y apropiarnos de él para juzgar qué es suficientemente bueno y qué no, en lugar de hacerle caso a los estándares que nos imponen los demás.
Muchas veces la ansiedad surge también como producto de la incertidumbre: como no sé qué me pasará, termino sintiéndome ansiosa. En esos casos, el desafío es seguir en movimiento y ajustarnos a ese no saber. No hay que presuponer finales, sino acomodar nuestro ritmo, basarnos en aprendizajes y experiencias pasadas que salieron bien para aplicarlos en el presente. Y, paradójicamente, eso nos llevará paso a paso al futuro.
¿Qué situaciones te ponen ansiosa? Te mostramos 25 situaciones típicas que nos generan ansiedad y cómo aprender a controlar la ansiedad (¡sin engordar!)
Expertos consultados: Lic. Andrea Gregoris Kamenszein, Master Coach Profesional, Terapeuta Corporal, creadora de Evolución en Movimiento.
Fuente: OH LA LA