San Isidro tendrá 93 kilómetros de ciclovías y calles con prioridad para bicicletas; además, se lanzará un servicio público de alquiler de rodados como el que ya existe en la Capital. El combo, que no tiene un plazo de ejecución preestablecido, integra un plan de movilidad sustentable impulsado por el municipio para desalentar el uso del auto y estimular a los vecinos a que se trasladen en “dos ruedas” o en transporte público.
Subirse al auto e ir a la facultad, al trabajo, al médico o a hacer un trámite bancario es cómodo y rápido para el que puede permitírselo. El problema aparece cuando el tránsito se vuelve insoportable y, como corolario, encontrar un lugar para estacionar puede implicar invertir más tiempo que el que se tardó en llegar. Por eso, San Isidro ideó este programa que pretende acortar el tiempo de viaje e incentivar opciones más ecológicas y saludables de transporte.
La construcción de una bicisenda alrededor del Jockey Club, ya en ejecución, es uno de los pasos del proyecto. Las obras comprenden el tendido de una cinta de hormigón de unos 2000 metros de largo por dos de ancho. El primer tramo ya se empezó a armar sobre Diego Carman y Fleming (entre las avenidas Márquez y De La Unidad Nacional) y sobre De La Unidad Nacional (entre Diego Carman y Fleming). En una próxima etapa el circuito se extenderá sobre esta última avenida, desde Fleming hasta la rotonda de Acassuso.
Ya desde el año pasado los que visitan la zona del Bajo los domingos y feriados cuentan, entre las 8 y las 14, con calles con prioridad para bicicletas como parte de un circuito recreativo, turístico y deportivo de 3,6 kilómetros. La traza se extiende por la calle Lasalle, bordeando el Tren de la Costa, y recorriendo sitios emblemáticos de la zona. Parte desde el Monumento a los 33 Orientales y finaliza en el Museo Pueyrredón, pasando por Villa Ocampo, la tradicional Plaza Mitre, la Catedral de San Isidro, el Museo Beccar Varela, la Casa Luis Vernet y el Pasaje de los Tres Ombúes, entre otros puntos.
Juan y Eleonora Di Santo son vecinos de Beccar y ya implementaron el paseo ciclista como programa obligado de los domingos: “Salimos temprano en las bicis, vamos hasta un bar del Bajo a tomar el desayuno y leer los diarios y luego pegamos la vuelta”, cuenta Juan. Eleonora agradeció el poco tránsito: “Ahora podemos ir tranquilos porque los autos van despacio; es una buena medida”.
Los bares, cafés y restaurantes de la zona también ven con beneplácito esta iniciativa. Miriam es moza en el Coffee Store del Tren de la Costa y confirmó que el público aumentó en los últimos fines de semana. “Los días lindos ayudaron, pero tuvimos un 30% más de gente; muchos se acercaron en bicicleta”, contó. El plan prevé incorporar a los restaurantes de la zona con el objetivo de potenciar la oferta gastronómica.
Diego Augusto, director general de Ordenamiento Urbano de la Municipalidad, está a cargo de la implementación del programa. Según explicó, “se trata de una red que vincula las distintas localidades y los puntos más importantes que hay dentro del partido”. Y agregó: “El proyecto nació como una necesidad institucional de mejorar la movilidad de las personas que viven en San Isidro y la calidad de vida del peatón”.
Desde su óptica, el uso del auto debería limitarse a los fines de semana para distancias extensas, mientras que el transporte público y bicicletas deberían ser los medios preferidos para el traslado habitual.
La ciudad de San Isidro se encuentra a escala del peatón; las únicas torres de altura que se ven fueron construidas sobre avenidas.
“Tenemos que armar una red para que, por ejemplo, una persona camine 400 metros, alquile una bicicleta, pedalee unos 5 kilómetros, deje la bici en otro punto de alquiler y luego camine otros 400 metros hasta la estación de tren”, sostuvo Augusto.
En ese sentido, se prevé que en el corto plazo se instalen estaciones de alquiler de rodados en puntos estratégicos, como por ejemplo estaciones de tren o centros comerciales, para que los usuarios puedan retirarlos, trasladarse y luego depositarlos en otro local de alquiler.
Una variante contemplada es la posibilidad de utilizar bicicletas propias y guardarlas en algún punto de alquiler, tomar el transporte público y, al retornar, retirar el rodado por el lugar, todo sin costo. En los próximos meses habrá cinco centros de alquiler, para en un futuro extenderlo a más de 30, se explicó.
Con respecto a los circuitos por donde circularán las bicicletas, el funcionario diferencia tres variantes: la calle con prioridad para bicicletas, en las que los autos podrán circular, pero a no más de 20 kilómetros por hora; las ciclovías, con un carril de ida y otro de vuelta, demarcados, y las llamadas “calles de conexión”, también demarcadas, de sentido único de circulación, idéntico al de la arteria.
“Este plan no está cerrado, se va redefiniendo en la medida de las necesidades”, aclaró el arquitecto. Por la magnitud del proyecto, Augusto prefirió no hablar de plazos. “Hasta el momento tuvimos una muy buena aceptación de la gente, más allá de las molestias lógicas por la realización de las obras. Llevará tiempo, pero estamos convencidos de que los vecinos de San Isidro resultarán muy beneficiados con los cambios”, concluyó.
LOS NÚMEROS DEL PROGRAMA OFICIAL
48 kilómetros cuadrados
Es la superficie del partido de San Isidro
93 kilómetros
Será la extensión total de las ciclovías y calles con prioridad para bicicletas
3,6 kilómetros
Es la extensión del circuito con prioridad para bicicletas que ya existe en la zona del Bajo
30 puestos de alquiler
Integrarán el sistema de alquiler público de bicicletas. Comenzarán con cinco puestos
203 kilómetros cuadrados
Es la superficie de la ciudad de Buenos Aires, que fue pionera en la construcción de bicisendas
135 kilómetros
De ciclovías y bicisendas integran la red porteña. Se prevé que sumarán 155 kilómetros a fines de 2015
Fuente: La Nación