En su quinta campaña electoral en la provincia de Buenos Aires, Francisco de Narváez será uno de los precandidatos que integrará el equipo de Sergio Massa, el rival que se lo devoró en la elección legislativa de 2013. En busca de fortalecer un armado con eje en el PJ que le dé batalla al kirchnerismo, De Narváez afirma que “Macri es ajuste” pero anuncia que -si llega al sillón de la gobernación bonaerense- llevará a la provincia muchas de las políticas que el PRO aplicó en la ciudad. Afirma que en el territorio de Daniel Scioli hay 120 mil docentes que cobran sueldo sin trabajar, cuestiona a los empresarios por oportunistas, reivindica a Néstor Kirchner y dice que la marcha del 18 F expresó un cuestionamiento a toda la clase política. Además, el socio de Daniel Vila y José Luis Manzano en opina que el próximo gobierno deberá sancionar una nueva ley de medios que reordene la propiedad y la publicidad oficial.

Macri dijo esta semana que él reivindica las banderas del peronismo pero no está de acuerdo con lo que hizo el PJ en los últimos 25 años.

Bueno, yo también reivindico al justicialismo como ideología y no coincido con las cosas que ha hecho el peronismo durante mucho tiempo. Pero lo conozco a Mauricio, sé que tiene un pensamiento liberal y el rol que le da al Estado es muy distinto al que yo pienso y creo que debe tener.

¿Cuál es la diferencia principal entre Massa y Macri?

Macri dice que va a bajar la inflación a un dígito en un año: eso solamente se puede hacer con un ajuste de salarios. Sergio, en cambio, dijo de dónde estamos a 20, de 20 a 12, de 12 a un dígito. Eso es gradual, tres o cuatro años. Lo de Mauricio es el shock con ajuste de salarios y recorte de asistencia social. Macri es ajuste, eso lo sé.

¿No le está dando rédito a Macri su discurso contra el PJ, incluso su alianza con Carrió?

Bueno, a mí Carrió y Lole Reutemann me suenan muy contradictorios. Tal vez, Macri tenga la capacidad de conducir esa diferencia enorme.

¿Lo decepcionó el pase de Reutemann al macrismo?

Lo daba por descontado. Tienen una relación de amistad que respeto y es parte de la política. Sin dudas es un dato importante para Santa Fe y para el país. Me pongo contento por el Lole porque se está definiendo.

¿Reutemann está más cerca de una visión liberal?

No. Es peronista. Ojalá le aporte a Mauricio una visión de que no todo es tan malo en el peronismo, como él venía diciendo hasta ahora.

Felipe Solá y usted acompañaron a Macri en 2009 y le ganaron a Kirchner. Hoy están los dos con Massa. ¿Qué expresa ese desplazamiento?

Lo que pasó al día siguiente de la elección de 2009, cuando a mí me pidieron que me desafilie al PJ y me afilie al PRO y les dije que no.

¿Macri ya tenía entonces una estrategia de construcción política más bien “gorila”?

Sacále el “más bien”. Él busca crecer a partir de la descalificación.

El ocaso de los ñoquis

¿Por qué si cuestiona tanto a Macri dijo que si gobierna la provincia va a hacer muchas de las cosas que hizo el PRO en la ciudad?

En cuanto a la educación pública, la ciudad ha logrado evolucionar. Por ejemplo, con la evaluación de los docentes. No se puede estar sesgado nada más a la necesidad de un acuerdo salarial que volvemos a padecer en estos días. Tengo un principio para toda la administración pública: empleado público que tiene un trabajo y no concurre, no cobra salario. Basta de ñoquis. Voy a terminar con los ñoquis en la provincia.

¿Por qué piensa que el conflicto docente vuelve en la provincia?

Lo primero que digo es que el martes 1 de marzo de 2016, van a empezar las clases en la provincia de Buenos Aires porque el mismo día que asuma voy a convocar a la paritaria pero también voy a discutir el Estatuto del Docente. No podemos eludir la realidad. La escuela sigue siendo gratuita pero dejó de ser de calidad. Yo quiero que los docentes ganen la mayor plata posible que les pueda pagar. Para eso, a los que no van, no les puedo pagar.

¿Qué cuestiona del Estatuto del Docente?

Hace falta un proceso de descentralización de cómo se conducen 19 mil institutos educativos, contando los terciarios no universitarios. Uno por uno. Cada uno con metas y cada uno tendrá que demostrar en los exámenes si los maestros están educando en forma adecuada. No es una cuestión presupuestaria, sino una cuestión de decisión.

¿Entonces supone que alcanza la plata que hay en la provincia?

Sí, claro. Quiero volver a poner orden. No puede ser que la formación de nuestros jóvenes se restringa a la discusión del salario docente. No digo que no sea parte. Ahora no puedo pagarle a 320 mil maestros si solamente 200 mil dan clases y el resto solamente cobra.

¿Puede asegurar que esas cifras son certeras?

Sí. Ahora dentro de los 120 mil que no trabajan debe haber una cantidad de docentes que tienen una carpeta médica que habrá que evaluar, pero también hay un montón de ñoquis. El presentismo, el doble cargo, hay que revisar todo.

Sabe que si gana en las PASO y en las generales, va a tener una batalla durísima con los sindicatos por estos temas.

Es que no vengo a dar explicaciones. Voy a gobernar. Por eso, he convocado a todos los intendentes y ex intendentes para que se sumen a mi gobierno. Necesitamos gente que resuelva problemas, no que hable de los problemas. Hace falta un sistema de salud gratuito y de calidad.

¿Alcanza para ganar una elección en la provincia la decisión de poner a la seguridad como prioridad de campaña?

No, pero tenés que saber cuáles son las prioridades. Si me decís, elegí un tema, es la seguridad. Pero también digo, hace falta recomponer el tejido social, tener agua corriente, cloacas, gas de red, asfalto, calles iluminadas, escuelas y hospitales que funcionen. La política social tiene que dejar de ser clientelar. En la provincia, tenemos 110 planes de asistencia social. Los vamos a mantener, los que se necesiten, dentro de un solo plan. El que necesita asistencia social y consigue un trabajo formal, no pierde esa asistencia por lo menos durante los dos primeros años. Si no, el incentivo es a trabajar en negro.

Massismo no es más de lo mismo

Usted dijo hasta fines de 2013 que Massa era más de lo mismo y que no le creía. ¿Es cierto que Vila y Manzano los reconciliaron?

La clave fue la definición de Sergio, que dijo voy a ser el presidente de la seguridad y la provincia de Buenos Aires va a ser el motor de la Argentina que viene. Eso más, todas las votaciones de 2014 en el mismo sentido, me demostraron que me equivoqué.

¿Pero no hubo reuniones entre los cuatro?

Habremos estado socialmente, tenemos un vínculo. Pero el acercamiento fue de nosotros dos. Y comenzó cuando yo le dije: “Mirá, me equivoqué. te vi votar, siempre en el mismo sentido”.

¿Qué cree que va a poner en primer plano su electorado? ¿Su oposición al gobierno nacional o sus zigzagueos políticos?

Yo después de la elección de 2009, me equivoqué, pensé que ya estábamos y me la creí. Pero de eso aprendí. No quiero que sea en contra, sino a favor. Es mi mayor ambición en la política, a eso vine. Acompañando a un gobierno nacional pero nunca dejándome someter.

¿Cuál es la diferencia entre Scioli y Massa, para usted que estuvo cerca de los dos?

A Daniel siempre le voy a reconocer la vocación de dialogar pero Sergio tiene una decisión concreta de conducir el país en un rumbo distinto y es una persona que está dispuesta a asumir riesgos. Daniel no los ha asumido. La Argentina que viene va a ser para tomar decisiones fuertes.

¿Qué pasó con los políticos de su espacio que Scioli sumó a la gobernación? Gustavo Ferrari, Gonzalo Atanasof, Natalia Gambaro…

Lo que yo quiero que pase a partir del 10 diciembre de este año, que no haya mezquindad. El gobernador necesita mínimo 5 mil personas para gobernar. Voy a convocar a todas las fuerzas políticas en un gobierno de coalición. Yo quiero que sigan ahí. En los países modernos, termina la elección y convoco a los mejores.

El oportunismo de los empresarios

Usted llegó a la política desde el mundo de los negocios. ¿Quién es para usted el candidato de los empresarios en estas elecciones?

El que gane. Los empresarios siempre van a ir atrás del que gane y así estamos. Han aplaudido en primera fila todos estos años de kirchnerismo. Que se hagan responsables. No quiero generalizar, pero algunos sólo entran a gritar cuando les tocan el bolsillo. Hay muchas cosas que el empresariado tendría que haber rechazado antes. Se empezaron a sentir incómodos cuando vino el cepo, cuando vino la ley de abastecimiento.

¿Se comportaron distinto con el kirchnerismo o igual que con gobiernos anteriores?

No, el empresario argentino siempre va a ser oficialista. Yo era un sapo de otro pozo cuando decía que era peronista afiliado. Me preguntaban cómo decía eso. En Estados Unidos, unos te dicen soy demócrata y los otros te dicen soy republicano.

En los últimos foros empresarios, se vio algarabía y optimismo porque festejaban el fin de ciclo.

No era optimismo, era oportunismo. Si lo único que les importa es el balance de sus empresas, que después no digan que les preocupa la división de poderes.

¿Cuánto dinero hace falta para hacer una campaña hoy en la provincia de Buenos Aires?

Todo el que te permite la ley.

Usted gastó 15 millones de pesos ya en 2009.

A ver, qué te permite la ley: tener una recaudación a través de las personas, no de las empresas que hacen sus aportes. Y cuando vos podes poner de lo tuyo, podés poner hasta el límite. Nosotros fuimos al límite máximo. Hemos sido siempre el primer partido de la provincia que presentó sus cuentas y nunca hemos sido observados.

¿Se puede ser candidato en Argentina, en un distrito grande, sin formar parte del Estado o sin ser dueño de una fortuna personal?

No. Te hablo de mi caso. Después de mi quinta campaña, la gente ahora me conoce. Han sido muchos años de llevar el mensaje y de ser persistente. Me parece muy difícil que en una elección te hagas reconocido en un distrito como la provincia que es inabarcable. Excepto que seas intendente o gobernador.

¿No hace falta una reforma electoral en serio?

Hay que cumplir la ley electoral. La rendición de cuentas de la ciudad de Buenos Aires sobre el gasto de la campaña de Mauricio Macri no me termina de cerrar, salvo que vos me digas que poner sombrillas amarillas en un balneario de Córdoba tiene que ver con la calidad de vida de los porteños.

Los medios

Es dueño de la mitad del multimedios América y del diario El Cronista ¿Qué ventaja le da tener medios propios para encarar una campaña?

Mucha. Claramente, los medios tienen una enorme influencia, como la tienen en Estados Unidos, en España o en Brasil.

¿Usted es de los que cree que la ley de medios fue simplemente una estrategia del gobierno para golpear a Clarín?

Cuando pierde la elección de 2009, Néstor Kirchner entendió dos cosas: que tenía que cambiar la ley electoral y que la televisión lo había derrotado. Ahora se ve que la ley de medios fue claramente un fracaso.

¿Considera que el sistema de medios está bien, así como está?

No, acá tiene que haber un mayor equilibrio. La pauta oficial tiene que tener un límite infinitamente menor. Tiene que haber un nuevo ordenamiento en cuanto a la propiedad. Con el triple play, comienza a haber un mayor equilibrio. Pero yo creo en una nueva ley de medios y en recrear un periodismo que no sea militante. Hay que reordenar la propiedad y con eso se van a reordenar las líneas editoriales.

Después de dos décadas de gobiernos peronistas ¿qué reconoce en los liderazgos de Menem y Kirchner?

Néstor Kirchner tenía una visión de la Argentina que yo no compartía. Pero tenía una visión de cómo se construye poder y de hacia dónde quería conducir la Argentina. Y tenía un valor central: laburaba como no laburó ningún presidente y eso…chapeau. Menem era una persona muchísimo más liviana a la hora de encontrar un rumbo y de tener una convicción. Creo que los primeros años de Néstor fueron buenos.

¿Cómo supone que será el próximo liderazgo?

Creo que va a hacer una persona de consensos, de suma de voluntades aún en las diferencias pero con decisiones de gobierno categóricas. Convocar, sentarse con todos pero al final del día tomar decisiones sobre los temas claves de la Argentina, que están pendientes.

Fuente: LPO