El reloj marca las 18 y Sandra, que atiende un quiosco en Rivadavia al 5600, en Caballito, comienza a agarrarse la cabeza. Los bocinazos se hacen oír. Se escuchan discusiones entre los automovilistas. Así ocurre durante los días hábiles. Es que a esa altura la avenida se transforma en un embudo y los embotellamientos en horas pico son recurrentes. En busca de un alivio a esa situación, con el objetivo de agilizar el tránsito en la mano hacia provincia, la Ciudad inició las obras para ensanchar en un carril y medio un tramo de esta transitada arteria.
Los trabajos comprenden la intervención del bulevar que divide ambas manos de Rivadavia. Una parte corresponde a la plaza Primera Junta y la otra, de Nicolás Repetto a Federico García Lorca, es la rampa que conecta el subte A con el taller Polvorín.
La avenida llega desde el centro de Caballito a Primera Junta con cuatro carriles libres para los rodados, pero al 5500 se reduce a dos y allí comienzan los problemas de tránsito entre quienes circulan en sentido al conurbano, sobre todo.
Para ganar un carril y medio en la avenida, se prevé reducir el espacio que ocupa la rampa de acceso al subsuelo; tiene dos vías, pero sólo una está operativa. Por allí ingresan y salen las zorras para obras y traslado de objetos de gran porte que no caben por los accesos de las estaciones. Es también una conexión con toda la red y con el taller, donde se mantienen y reparan los coches.
En la Secretaría de Atención Ciudadana, el organismo a cargo del proyecto, informaron que trabajarán en conjunto con Subterráneos de Buenos Aires (Sbase).
“La rampa está rodeada por un muro y rejas históricas pertenecientes a las instalaciones de la línea A. La pared será demolida, los barrotes se repararán y luego se volverán a colocar, pero ganando metros de calle”, aseguraron los voceros. Algunas agrupaciones sociales de Caballito estaban preocupadas por el futuro del histórico enrejado.
Desde Sbase, enfatizaron que esos barrotes “no serán reemplazados, sino que se correrán para seguir conservando su valor centenario y testimonio vivo de nuestra primera línea de subte”.
Alicia Alegre, vecina del barrio, se mostró conforme. “A la tarde, cuando la gente vuelve a sus casas, esto es un lío. Entre las muchísimas líneas de colectivo y los automovilistas que pasan se vuelve un caos”, contó. Cuando se producen los embotellamientos, a la mujer le cuesta cruzar la avenida porque -dijo- no es muy ágil.
Otro vecino, que vive en Rivadavia 5496, opinó que el ensanche debería haberse hecho “una década atrás”, para evitar el embudo existente desde Repetto.
La obra llevará unos 100 días de trabajo y requerirá una inversión de 6,5 millones de pesos.
El plan incluye también la apertura del bulevar a la altura de Repetto. En ese punto, en la mano a provincia, los automovilistas contarán con un giro permitido hacia la izquierda que les dará la posibilidad de retomar por Rivadavia en sentido al centro o continuar por Cachimayo. “Será una buena vía de escape”, dijo el vecino Jorge Romero.
La renovación del bulevar con canteros altos con vegetación y nuevo equipamiento completa el proyecto y proporcionará a los vecinos un nuevo lugar de encuentro.
Fuente: La Nación