Aunque no quiere dar nombres, Daniel Scioli trabaja desde que arrancó el año en el armado de su eventual gabinete. De llegar a la Casa Rosada, cambiará la mitad de la estructura ministerial actual. En sus planes figuran varias reestructuraciones en las actuales carteras de Economía, Planificación Federal, Interior y Desarrollo Social, entre otras, y la creación de al menos tres nuevos ministerios.
Su equipo de campaña repite que no hay nombres ni cargos definidos y que hoy la prioridad es ganar en octubre para después pensar en diciembre. Pero cada área ya tiene referentes -técnicos, gobernadores, intendentes, referentes de organizaciones sociales- que trabajan en un plan de gobierno.
Scioli quiere “un gabinete federal, en el que estén representados todos los espacios políticos que integran el PJ” y que los organismos de control del Estado estén “en manos de la oposición”, como ocurre hoy en la provincia, señalan cerca del aspirante presidencial del FPV.
La cartera más caliente, la de Economía y Finanzas Públicas que hoy conduce Axel Kicillof, es la que sufrirá los cambios más importantes. La idea es dividirla para optimizar su funcionamiento y que los asesores y especialistas que trabajan en la actualidad con el gobernador ocupen las distintas secretarías. No habrá una sola figura que concentre las decisiones en materia económica por fuera suyo. “Scioli será el ministro de Economía y también el canciller de su gobierno”, remarcan en el entorno del candidato buscando reforzar la coincidencia en ese sentido con el ex presidente Néstor Kirchner.
Los que tienen un lugar asegurado en la nueva estructura son la actual ministra bonaerense de Economía, Silvina Batakis, una de las funcionarias favoritas del gobernador que quedaría al frente de Hacienda; los economistas Miguel Bein, Mario Blejer -éste último clave para la negociación con organismos internacionales- y Miguel Peirano, que desembarcó en el sciolismo con su proyecto de un Banco de Desarrollo tras su paso por el massismo, y que por su perfil industrialista podría ocupar el lugar que hoy ocupa Débora Giorgi.
Rafael Perelmiter, contador personal y hombre de consulta permanente de Scioli, también está dentro del equipo. De perfil ultra bajo, fue ministro de Economía y titular de ARBA y hoy ocupa un lugar en el directorio del Banco Provincia.
La Jefatura de Gabinete de Ministros estaría a cargo de Alberto Pérez, jefe de campaña y hombre de confianza del gobernador, que viene cumpliendo esa misma función desde el primer mandato sciolista en la provincia. La Secretaría General podría quedar en manos de su hermano, José “Pepe” Scioli, quien ya ocupó ese cargo en la gobernación entre 2007 y 2009, y es una pieza clave en el armado territorial del candidato.
Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios también será dividido. La idea es crear una Agencia Nacional de Vivienda que multiplique el plan Pro.Cre.Ar y que refuerce la llegada de créditos a la clase media. No está aún definido si dependerá de esta cartera o del nuevo ministerio de Desarrollo Social. Lo que sí está claro es que Scioli quiere que la conduzca el actual director ejecutivo de ANSES, Diego Bossio. La administración de los fondos jubilatorios, en tanto, quedaría para Gustavo Marangoni, actual presidente del Banco Provincia.
En los planes también está la ampliación de Desarrollo Social, que sumaría el área de “Economía Popular” en los términos en los que plantea el Papa Francisco, bajo la premisa de “tierra, techo y trabajo para todos”. Por ahora, el nombre que más suena es el del referente del Movimiento Evita, Emilio Pérsico.
Como ya anunció públicamente, Scioli jerarquizará Derechos Humanos y elevará la secretaría al rango de ministerio. El armado de la estructura fue encargado a la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto; su hijo Guido -actual secretario bonaerense del área- será el titular.
También tiene en carpeta crear el Ministerio de Transporte y Logística, un área que hoy depende del Ministerio del Interior; aún no se sabe quién podría dirigirlo. Copiando la decisión que tomó Lula Da Silva en Brasil, creará un Ministerio de las Ciudades, y piensa en un intendente para que maneje la relación con los municipios: podría ser el de La Matanza, Fernando Espinoza.
Como parte de los acuerdos políticos, cuatro gobernadores que terminan su mandato en diciembre trabajan para sumarse al gabinete en lugares clave: Sergio Urribarri (Entre Ríos) en Interior; Jorge Sapag (Neuquén) en Energía; Maurice Closs (Misiones) en Turismo o al frente de Aerolíneas Argentinas y Francisco Pérez (Mendoza), aún sin destino.
En Seguridad seguiría Sergio Berni aunque ya con cargo de ministro. Para manejar la relación con el campo, suena el actual presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, quien ocupó el Ministerio de Agricultura apenas creado entre 2009 y 2011, tras la crisis por la 125. Al santafesino Omar Perotti, que también califica para esa tarea, Scioli lo quiere en el Senado. En tanto, en Educación aparecen dos ex ministros con mucha experiencia en el área, Daniel Filmus y Mario Oporto, quien ocupó ese cargo en la provincia hasta 2011. Ambos dirigentes trabajan hoy en la plataforma educativa del candidato presidencial.
Por último, entre los que mudarían su despacho de provincia a nación están Alejandro Collia (Salud), a quien Scioli considera “el mejor” del país por el complejo trabajo que le toca en la provincia; Oscar Cuartango (Trabajo), quien viene trabajando con los gremios en el armado de las mesas sindicales en todo el país, Ricardo Casal (Justicia) y Jorge Telerman (Cultura).
Fuente: Tiempo Argentino