Martín Insaurralde se mostró con Mauricio Macri y María Eugenia Vidal esta mañana en Lomas de Zamora, mientras Gabriel Katopodis se reunió ayer en San Martín con Diego Valenzuela. Son fotos de cierto valor político, con un PJ en ebullición que no logra contener a sus intendentes, quienes ya abren diálogo con el PRO tal como anticipó este medio.
Insaurralde, presidente del PJ de Lomas y alejado del kirchnerismo duro desde sus ya viejos coqueteos con el Frente Renovador, destacó el trabajo conjunto entre la gestión del PRO y su municipio.
El nuevo viaducto conectará la Autopista Perón con General Paz, mejorando el tránsito de 70 mil autos. “Es una obra histórica esperada por miles de vecinos”, dijo MI y aseguró que estará terminada en 18 meses.
Katopodis, por su lado, recibió a su par de Tres de Febrero y recorrieron juntos el Centro Operativo de Monitoreo de San Martín. Acordaron coordinar políticas de seguridad entre ambos partidos y una agenda de trabajo que incluya las áreas de infraestructura, higiene urbana, tránsito y salud.
“Este encuentro nos permite sumar en la gestión de seguridad y también avanzar en temas concretos como la Ruta 8, una obra conjunta muy importante para ambas ciudades. Entendemos que la política y la cosa pública nos tiene que encontrar trabajando juntos”, dijo el intendente de San Martín.
El diálogo de los intendentes peronistas con el PRO abre un nuevo escenario en la política bonaerense, y no se trata de dos casos aislados. Como explicó LPO, hay una línea de jóvenes jefes comunales que comparten esta estrategia, cada uno con su perfil y estilo.
Lo que tienen en común, en principio, es que pondrán a la gestión por delante y con ella la representación de los intereses de los vecinos, más allá de que todo gesto será un mensaje hacia el interior del peronismo.
En el sur del conurbano el eje está en Lomas, Esteban Echeverría y Almirante Brown, con Insaurralde, Fernando Gray y Mariano Cascallares. Hacia el oeste y el norte, los nuevos intendentes de Merlo, Hurlingham y Malvinas Argentinas, Leornado Nardini, Juanchi Zabaleta y Gustavo Menéndez no quieren repetir los pasos de los barones que los precedieron y ya se suman a este grupo dialoguista.
Pero no son los únicos que se abren al consenso con el partido de gobierno. Barones como Alberto Descalzo, que retuvo por muy poco Ituzaingó en la elección de octubre, también abrió diálogo con el macrismo. Por eso, logró quedarse con la presidencia del Concejo Deliberante, donde ubicó a su hijo Pablo, que le garantiza gobernabilidad.
Y hasta el propio Jorge Ferraresi, que empieza a alzarse como punta de lanza del cristinismo en el conurbano, agasajó a sus nuevos vecinos del PRO, Martiniano Molina, de Quilmes, y a Néstor Grindetti, de Lanús.
Otro intendente peronista en expresar, al menos por ahora, un crédito al macrismo fue el barón de José C. Paz, Mario Ishii, que empieza a juntar a intendentes de la Primera. Ishii se comprometió a bajar los decibeles de la conflictividad social a fin de año, y le garantizó que “no habrá saqueos ni desbordes sociales”.
En tanto, el jefe del PJ provincial Fernando Espinoza armó su propia resistencia en La Matanza y ya mandó a Verónica Magario a confrontar fuerte con Vidal.
Fuente: LPO