Instó a las mujeres jóvenes a estudiar y ser líderes en sus comunidades. “Gracias a mis estudios tuve oportunidades que mis padres jamás hubieran imaginado para ellos. Estoy aquí frente a ustedes porque quiero que a ustedes les pase lo mismo”, dijo. Destacó la campaña #NiUnaMenos, así como las mujeres de la política argentina.
La Primera Dama de Estados Unidos, Michelle Obama, se reunió con jóvenes mujeres para debatir sobre la importancia de la educación y la necesidad de ayudar a que adolescentes de todo el mundo puedan escolarizarse.
“Si bien estoy lejos de mi casa, aquí me siento como en casa. Yo me crié en un barrio igual a este en el sur de Chicago”, afirmó Michelle al comenzar la charla ante un auditorio compuesto por mujeres jóvenes en el Centro Metropolitano de Diseño (CMD), en el barrio de Barracas, tras ser presentada por la Primera Dama de Argentina, Juliana Awada.
Destacó la importancia de “afianzar los lazos y promover un nuevo espíritu de cooperación en tantos ámbitos distintos” entre Argentina y su país, y pidió a las mujeres argentinas que “sean agentes de cambio mundial”.
Contó al auditorio su propia experiencia, dijo que si bien quería ser la alumna mejor preparada de la clase, muchas personas no confiaban en ella. “Gracias a mis estudios tuve oportunidades que mis padres jamás hubieran imaginado para ellos. Estoy aquí frente a ustedes porque quiero que a ustedes les pase lo mismo. No importa qué obstáculos se presenten, tienen que estudiar. Estudien para hacer una diferencia en el mundo. Su país es un actor cada vez más importante en el escenario mundial, con una mayor voz en los asuntos mundiales. Pónganse a la altura de las circunstancias y háganse oír”, dijo Michelle.
“Ustedes saben lo que es no tener una situación ventajosa y tener que trabajar mucho para llegar a fin de mes. Necesitamos su ayuda para atender las dificultades más apremiantes. Las mujeres afrontamos las mismas dificultades y tenemos que pelear por eso, para que nos remuneren igual por el mismo trabajo, así como ponerle fin a la violencia de género. Por eso, necesitamos que se conviertan en mujeres líderes, en el trabajo, en la crianza de sus hijos. Necesitamos que se contraten más mujeres en las empresas y que desbanquen el mito de que la ciencia y las matemáticas son solo para hombres, necesitamos que sean líderes en la Casa Rosada y en el Congreso. Tienen que ser líderes no solo aquí en la Argentina, sino en todo el mundo “, lanzó la Primera Dama.
Por la educación de las niñas
Michelle habló de su campaña “Let Girls Learn” (“Dejen aprender a las jóvenes”), que busca comprometer a miles de personas para que las 62 millones de jóvenes que aún no concurren a una escuela en sus países logren acceder a ese derecho. “Empezamos a incorporar a gente famosa con Beyoncé o Leonardo DiCaprio, con el objetivo de recaudar dinero para el programa para apoyar a las niñas”, dijo en su discurso. “Les pido a todas que se pongan a la altura de las circunstancias. Les pido que se conviertan en agentes de cambio mundiales. En este momento, hay mujeres y chicas en todo el mundo que afrontan dificultades que nosotros no podemos imaginar: por ejemplo, la cantidad de chicas que no van a la escuela o las hacen casarse jóvenes en vez de estudiar”.
“Queremos que los jóvenes se sumen a este movimiento, porque todas y cada una de ustedes tiene el poder y la responsabilidad de ayudar a estas chicas. Ustedes tienen acceso a Internet, pueden mandar tweets, subir fotos en Instagram… En el sitio están todos los recursos que necesitan estas chicas para poder estudiar”.
Instó, también, a apoyar la educación para las niñas en Argentina: “Les aseguro que todas conocen al menos a una chica que está teniendo problemas para ir a la escuela: acérquense a ellas y ayúdenla a empoderarse. Siempre van a escuchar esta vocecita en la cabeza: ¿quién te creés que sos que creés que podés ser líder? Ustedes tuvieron una presidenta y ahora una vicepresidenta; otro ejemplo es María Eugenia Vidal, quien cuando decidió que quería postularse, algunos dijeron que era demasiado joven para presentarse, ella dijo “sé quién soy” y hoy es gobernadora. También tenemos la historia de Margarita Barrientos: hoy ella tiene un comedor, una guardería, una biblioteca, una panadería y un centro de salud para personas necesitadas. ‘No importa lo poco que uno tenga, siempre se puede dar algo’, dijo ella”.
Michelle Obama, además, destacó la masiva iniciativa contra la violencia de género en Argentina: “Tienen el ejemplo de #NiUnaMenos, que después de la movilización del 3 de junio lograron que el Gobierno se ponga en marcha con este tema”.
“Quiero preguntarles a todas ustedes: ¿Qué causa vas a hacer propia? ¿Qué injusticia vas a solucionar? ¿Cómo vas a ser agente de cambio en tu país y en tu mundo? Sé que todas tienen muchísimo que ofrecer y hoy las invito a seguir el ejemplo de todas las mujeres valientes de este país que las precedieron. Las invito a construir un mundo mejor para ustedes y para las chicas que viven acá”.
Por qué hablamos de empoderamiento femenino
Empezamos a hablar de “empoderamiento femenino” en 1995, cuando en la 4° Conferencia Mundial de las Mujer en Beijing, Pekín, se consolidó la idea de la necesidad de potenciar a las mujeres en la sociedad. A partir de ese momento se empezó a tomar conciencia de la importancia de que aumente la participación de las mujeres en los procesos de toma de decisiones y acceso al poder.
Aun es necesario hablar de desigualdad de oportunidades para las mujeres y de un techo de cristal que veladamente limita el ascenso laboral de las mujeres en las empresas y organizaciones. Es necesario seguir conmemorando el Día de la Mujer -que celebramos hace unos días- porque aun hay muchas cuentas pendientes para el género femenino. No solo en relación a la desigualdad salarial, sino a la violencia que atenta contra ellas principalmente dentro de sus propios hogares. Son más que necesarias “grandes” mujeres como Malala Yousafzai, esa joven valiente que no solo tuvo la suerte de nacer en una familia que igualaba la importancia de su educación con la de sus hermanos varones sino de nacer con un enorme coraje para luchar, incluso poniendo en riesgo su vida.
Fuente: Entremujeres