Un día después de su reunión con Mauricio Macri, luego de las duras críticas que formuló contra supuestos operadores del Gobierno y el aumento de tarifas, Elisa Carrió volvió a mostrarse en público, pero esta vez se mostró más amigable con la administración de Cambiemos.
Lo hizo durante la presentación de su libro “Yo amo la República”, en el Hotel Hilton, donde la diputada insistió en condenar a jueces federales de Comodoro Py y resaltó que “hay que obligarlos a cumplir las leyes y la Constitución y a que muestren sus declaraciones juradas”.
Consultada por los aumentos en el transporte, tema que había desatado sus críticas el miércoles, Carrió señaló esta vez que debieron haberse anunciado “después de que la gente lea lo que han mejorado con las decisiones que está tomando el presidente”. Se refería a las mejoras implementadas a través de los cambios en Ganancias, señaló.
Con relación a los despidos, la diputada señaló que “hay gente que se está quedando sin trabajo porque no trabajaba”. Asimismo señaló que durante la era K, “hubo gente que abusó del poder”, y afirmó que “no hubo trabajo genuino”.
Se manifestó “respetuosa de la administración pública”, pero consignó su “desprecio a quienes entran violando” los pasos dispuestos por la “carrera administrativa”.
Con relación a los despidos en los medios vinculados al kirchnerismo, sostuvo que “esos medios no existían”, y que “los que defraudaron fueron ellos”. La plata que debió haber sido para pagarles a los empleados, dijo, “la tiene Cristóbal López y los trabajadores van a embargarle todo, porque está lleno de empresas”.
Con relación a Daniel Angelici, sostuvo que el presidente “se va a ir separando de a poco de todo aquello que circuló por su vida y que no era republicano”, y remarcó que “voy contra el operador y voy contra todos y voy a hacer huelga de hambre hasta que se haga justicia”.
En sus declaraciones a la prensa, aseguró que en un gobierno republicano “no pude haber operadores políticos, sean modistas, maquilladores o presidentees de clubes de fútbol”, y aclaró que la reunión que mantuvo el miércoles con el presidente y con Ernesto Sanz “término muy bien”.
Sin dar muchas precisiones sobre lo conversado en la residencia de Olivos, ironizó que sus interlocutores trataron de “amansarme”.
“Fue una conversación maravillosa”, garantizó, para definirse luego como “una actriz dramática nacional de enorme envergadura, sé cuándo me enojo y cuándo me amigo”.
Fuente: El Parlamentario
