El independentismo volvió a colmar las calles catalanas. En una nueva movilización por la Diada, el día nacional de Cataluña, el presidente regional, Carles Puigdemont, dijo que defenderá la realización de un referéndum de secesión pactado con España como única opción y alternativa a la ruptura unilateral. El presidente del gobierno español en funciones, Mariano Rajoy, rechaza la posibilidad de la consulta y así lo recordó en el debate de su investidura, que resultó fallida por el bloqueo político en el que se encuentra el gobierno conservador hace más de ocho meses por la incapacidad de sus líderes en llegar a un acuerdo.
Hace cinco años, coincidiendo con la Diada se celebran en Cataluña marchas multitudinarias a favor de crear un Estado independiente, un reclamo que ganó adeptos al calor de la peor crisis económica de España en décadas. Luego de dos intentos por realizar consultas sobre la secesión, frenados por el Estado central, el año pasado el entonces presidente catalán, Artur Mas, convocó elecciones regionales y las convirtió en un plebiscito sobre la separación, que ganaron las opciones independentistas, aunque no superaron el 50 por ciento de los votos necesarios para que la medida tuviera lugar.
“Estamos ante el inicio de un curso político especial, en el que se van a tener que tomar decisiones críticas en Cataluña y en España”, avisó el dirigente independentista, antes de volcarse a las calles en la ciudad de Salt, en Girona, donde fue alcalde, en una conferencia con la prensa internacional en la que repasó el proceso de secesión en el que está inmersa la norteña región, de 7,5 millones de habitantes.
Puigdemont fue elegido en enero por un pacto entre independentistas. Con un mandato de 18 meses para llevar a Cataluña a la secesión, afrontará el 28 de septiembre una moción de confianza en el parlamento regional.
En la previa de una nueva prueba de fuego para los secesionistas catalanes, Puigdemont hizo ayer lo que nunca se animó a hacer Mas, impulsor del actual proceso de ruptura, y asistió a una de las cinco manifestaciones de la Diada. Por la mañana hubo una ofrenda floral en la que participaron referentes de varios partidos políticos, menos del Partido Popular (PP) y Ciudadanos, que consideran que la fiesta está secuestrada por los independenteistas.
El líder liberal de Ciudadanos, Albert Rivera, expresó su deseo de que algún día se celebre en Cataluña una Diada de todos los catalanes y que esta fecha sirva para “poner en la mesa lo que nos une, no lo que nos separa” a los catalanes. Por su parte, el primer secretario del Partido Socialista de Cataluña (PSC), Miquel Iceta, acusó a Puigdemont de desconectar de la realidad al querer desplegar una hoja de ruta condenada al fracaso, ya que en Cataluña no hay una mayoría para la independencia.
Fuente: Página 12