La explosión de una carta bomba en las oficinas del Fondo Monetario Internacional (FMI) en París y un tiroteo en un liceo de la localidad de Grasse volvieron a encender las alarmas antiterroristas en Francia. El primero de los hechos dejó a una persona herida, mientras que el segundo, a ocho baleados. No hubo muertos, pero el gobierno de Francoise Hollande activó el protocolo de seguridad que blinda las principales ciudades por posibles nuevos ataques.
Esta mañana, una de las empleadas de las oficinas que el FMI tiene en la capital francesa abrió una carta que inmediatamente estalló y le produjo quemaduras en sus manos y en la cara. La policía local calificó a la explosión como “pequeña” e informó que las heridas en la mujer fueron “leves”. No obstante, desplegó un operativo de seguridad en el edificio que, en cuestión de minutos, fue desalojado y revisado por expertos en explosivos.
“Se trata de un atentado, no hay otra expresión para un paquete bomba”, definió Hollande, mientras que la directora gerente del organismo de crédito internacional, Christine Lagarde, condenó el “acto de violencia”. “He estado en contacto con la oficina y mi compasión va hacia nuestros colegas”, agregó.
Un grupo de izquierda griego asumió la autoría de ese hecho y, aunque el gobierno de Atenas no confirmó la información, sí se estableció que la carta bomba había sido enviado desde Grecia. Lo que hace sospechar a los investigadores de que éste no fue un hecho aislado es que el estallido se produjo un día después de que un paquete con explosivos fuera hallado en la oficina de correo del Ministerio de Finanzas alemán en Berlín.
El otro de los hechos ocurrió en el Liceo Alexis de Tocqueville, de la localidad de Grasse, al sur de Francia, donde un joven de 17 años ingresó a las instalaciones con un rifle, un revólver y dos granadas, y comenzó a disparar contra las oficinas del director del establecimiento. El hombre resultó herido de bala al igual que dos alumnos, quienes fueron trasladados al hospital. En tanto, otros cinco solo sufrieron “heridas leves”, según indicaron las autoridades sanitanarias.
No bien se escucharon los primeros disparos, el Ministerio del Interior emitió una alerta de atentado y tanto las fuerzas de seguridad como los servicios de emergencia recomendaron a los ciudadanos que no salieran a la calle. Minutos después, el atacante fue detenido. La secretaria de Estado francesa de ayuda a las víctimas, Juliette Méadel, informó a través de su cuenta de Twitter que “todos los alumnos están a salvo”.
Mientras se trata de establecer el trasfondo del hecho, el presidente de la región de Provence-Alpes-Côte d’Azur, Christian Estrosi, dijo a medios franceses que las investigaciones no apuntan a un atentado terrorista, ya que el chico arrestado no estaba fichado por las fuerzas de seguridad. En tanto, la Policía sigue buscando a un posible cómplice, pero tampoco hay indicios de que hubiera dos tiradores.
Por cuestiones de seguridad, todos los colegios de Grasse aplicaron medidas especiales de seguridad y no permitieron salir a los alumnos, y las autoridades escolares locales pidieron a las familias no dirigirse a los centros educativos.
Fuente: Página 12