Un tercer aniversario de la marcha Ni Una Menos se acerca. Miles de mujeres se manifestarán mañana en las calles de distintos puntos del país. Una vez más, exigirán medidas urgentes contra la violencia de género y a favor de la igualdad de derechos. Aunque hubo algunos cambios favorables desde 2015 (cuando se celebró la primera movilización), aumentó la cantidad de femicidios y los índices de desigualdad en los distintos ámbitos siguen siendo los mismos.
La primera protesta de Ni Una Menos se realizó el 3 de junio de 2015. Un grupo de periodistas propuso, vía Twitter, realizar una manifestación debido a la indignación que causó la muerte de la adolescente Kiara Pérez (desaparecida y hallada enterrada en el jardín de la casa de su novio en Rufino, Santa Fe). En unas horas, la iniciativa virtual tenía miles de adeptos. Caía la tarde del primer miércoles del mes cuando 200.000 personas, principalmente mujeres, acudían a la Plaza de Mayo con improvisados carteles que rezaban “Ni Una Menos”.
Desde entonces, las cifras de femicidios aumentaron. Un año después, en 2016, las mismas organizadoras propusieron hacer una nueva marcha por el primer aniversario de Ni Una Menos. Esa vez convocaron a asambleas públicas para consensuar los puntos que se reivindicarían.
Este año la dinámica asamblearia se repitió. Se planificaron tres reuniones los cuatro viernes previos al 3 de junio. En el primer encuentro se enumeraron 23 exigencias al Estado que serán leídos sobre un escenario en la Plaza de Mayo a las 18.
Nueva manifestación
Ni Una Menos 2017 se realiza un sábado porque cae 3 de junio, la fecha aniversario de la primera manifestación. Será una “jornada de protesta”, informaron desde el colectivo a LA NACION. Organizaciones de mujeres de todo el país preparan acciones para el sábado en las plazas principales de cada localidad, frente a las Casas de Gobierno. En la Capital empezará a las 12 en la plaza De los dos Congresos con talleres sobre violencia de género. A las 15 varias organizaciones se manifestarán frente a los Tribunales de Justicia con cintas violetas, símbolos del movimiento feminista. A la misma hora se convocó a organizaciones y ciudadanos frente al Congreso Nacional. A las 16 empezará la marcha a través de la 9 de Julio, rumbo a la Plaza de Mayo, donde a las 18 la periodista Liliana Daunes y la titular de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Nora Cortiñas, leerán un documento sobre un escenario.
Entre las exigencias del movimiento de mujeres al Estado se encuentran la protección y contención integral para las mujeres víctimas de violencia; la publicación de estadísticas oficiales sobre femicidios que sirvan para guiar políticas públicas; la legalización del aborto; el cumplimiento de la ley de Educación Sexual Integral y el fin de la complicidad estatal con las redes de trata, libertad para Higui y Milagro Sala; entre otros puntos.
En la Capital, la convocatoria empieza a las 16 en el Congreso Nacional. Continúa con una marcha hacia Plaza de Mayo, donde se realizará la lectura de los puntos a reivindicar a las 18. Las organizadoras aspiran a que la marcha sea “masiva, anti-represiva y anti-punitivista”.
“Este año Ni Una Menos cae sábado y por eso creemos que habrá más convocatoria. Por eso hablamos de masividad. El carácter anti represivo es porque queremos conectarlo con el 8 de marzo”, dijo a LA NACION Florencia Alcaraz, una de las organizadoras. Se refirió a los arrestos ocurridos durante las protestas en el Día Internacional de la Mujer. Desde entonces hay 26 personas judicializadas, varias acusadas de hacer pintadas el día previo al paro, otras detenidas el día de la protesta por distintas causas: daño, daño agravado y resistencia a la autoridad.
El carácter “anti punitivista” de la marcha se refiere a las medidas orientadas al endurecimiento de penas y hacia una limitación de las libertades de las personas detenidas. Por ejemplo, actualmente hay dos proyectos que se debaten en el Congreso en este sentido: uno para crear un registro público de violadores; otro que busca modificar la ley 24.660 para limitar las salidas transitorias y las libertades condicionales. Ambos fueron presentados por el oficialismo, entre críticas de organismos de derechos humanos, a partir de los últimos casos de femicidios. En particular, después de la conmoción por la violación y la muerte de la joven Micaela García en Gualeguay, en abril.
“Estas son respuestas fáciles, maquillaje. Entendemos que no es la solución. El movimiento de mujeres exige mayor presupuesto, con líneas de atención, que ayuden, que funcionen, entre otros puntos del pliego de demandas”, dijo Alcaraz.
Los puntos son el fruto de una serie de asambleas públicas celebradas en las últimas semanas, a las que asistieron alrededor de 100 organizaciones políticas, sociales, de Derechos Humanos y feministas, que llegaron desde distintos puntos del país.
Participarán de la manifestación el colectivo Ni Una Menos, Patria Grande, Mala Junta, Seamos Libres, La Cámpora, el FPV, Pan y Rosas, El plenario de trabajadoras del Partido Obrero, Campaña Contra Las Violencias; Campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito; Mujeres Ferroviarias (que tienen una organización llamada Mujer bonita es la que lucha); el Frente de Izquierda, Las Rojas, Nosotras en el mundo, Red de comunicadoras, Ria; Las Casildas; mujeres organizadas alrededor del Conicet por los recortes, Belleza Fiorito. Y organizaciones muy de base como el Círculo de Amigas Feministas, seamos libres, La dignidad, Red de migrantes, Asamblea Lésbica (que pide libertad de Higui), Comité por Milagro Sala (una organización integrada por distintas agrupaciones), Madres de Víctimas de trata; AMMAR (Sindicato de trabajadoras sexuales), las dos CTA, la Corriente Federal, Mujeres del Frente Renovador.
Fuente: La Nación