Ya son 28 y podrían llegar a 30 los colegios que se encuentran tomados por los estudiantes que reclaman contra la reforma educativa que planea el Gobierno porteño.
Ante la medida de fuerza implementada por los alumnos, instituciones como el Colegio Nacional Buenos Aires y la Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini, comenzaron a computar las inasistencias de los estudiantes.
Sin embargo, pese a las sanciones que podrían llegar a impulsar las autoridades de los claustros estudiantiles, podrían sumarse otras tomas como ocurre en la Escuela Técnica Raggio.
Según declaró Camila, la presidenta del centro de estudiantes de esta institución, “los alumnos decidieron sumarse a las protestas contra la reforma educativa”.
“Estamos en contra de la reforma. Fuimos a hablar con la ministra (Soledad Acuña) y no supo cómo responder nuestras consultas”, aseguró en diálogo con A24 luego de afirmar que “el tiempo de la toma no está definido” aunque “se descarta que dure un mes”.
“Todavía no sabemos qué podría ocurrir con los alumnos que no tienen autorización de los padres para cumplir con las prácticas que plantea el proyecto”, comentó al mencionar algunas de los motivos por los que decidieron sumarse a la medida de fuerza. “Hablan de implementar las nuevas tecnologías y en nuestro colegio ni siquiera están las viejas”, insistió.
“Nosotros hacemos marchas, salimos a las calles y nadie nos tiene en cuenta, entonces decidimos tomar el colegio para que la gente, no solo los medios, se entere el por qué de nuestro reclamo”, explicó. “Nos están amenazando. Nos escribieron cosas en el cuartito del centro de estudiantes y me llegaron mensajes a mi WhatsApp”, denunció.
Nora, una de las madres que no apoya la toma en el Colegio Nacional Buenos Aires, aseguró que “no hay lugar para los chicos que no quieren sumarse a la toma”. “No hay libertad de expresión en ese sentido y no participa el 100 por ciento del alumnado”, agregó.
Entre las principales modificaciones que plantea “Secundaria del Futuro”, la organización de este periodo escolar estará dividida en tres ciclos. Los dos primeros de dos años cada uno, que serán un ciclo básico y orientativo, y un tercero en el que se buscará una formación más integradora y formativa con lo que pasará más allá de la escuela.
El plan, que se pondrá en marcha el año que viene, contempla prácticas profesionales para los alumnos. Las mismas formarán parte del 50% del contenido de ese año para que los estudiantes logren “aplicar los aprendizajes en empresas y organizaciones según los talentos e intereses de cada uno”, tal como se explicó. Ese año también se buscará trabajar en el aula con las habilidades y los proyectos propios de los alumnos.
Fuente: Perfil
