Hace un par de años, un estudio de la Universidad de Standford demostraba que la adicción al iPhone era ya toda una realidad científica. Una dependencia hasta tal punto extrema, por algunos usuarios, que los científicos la consideraron digna de análisis. Y así una encuesta realizada a 200 estudiantes lo demostraba: la afición desmesurada al iPhone se constata en pruebas científicas.

El estudio reflejaba que un 70% de los jóvenes poseía su iPhone desde hace menos de un año: al principio el idilio es más intenso. El caso es que, con intensidad o sin ella, el estudio revelaba que el teléfono de Apple era parte de su vida diaria:

El 89% utiliza la alarma del celular.
Casi el 85% de los encuestados utiliza el iPhone como su reloj.
El 75% admite dormir en la cama con el teléfono.
El 69% son más propensos a olvidar la cartera en casa antes que el iPhone.
Años después, esta adicción al iPhone parece que no se ha esfumado en absoluto, ya que a comienzos del 2016 la marca Apple proponía comenzar el año con una nueva adicción: el Stolen. Una app que prometía largas horas de distracción ante la pantalla y que convertía Twitter en un juego de cartas intercambiables en el que podías “borrar” cuentas específicas a cambio de dinero virtual. La acción de Stolen no afectaba en la vida real pero, sin duda, en su poco tiempo de vida se convirtió en toda una adicción. Una apuesta segura para los usuarios más “seducidos” por la iphonemanía que además tocaba otra de las grandes adicciones de nuestros tiempos: las redes sociales.

Además, por si fueran pocos los ingredientes para atraer a estos usuarios -los psicólogos ya hablan de “Fomo” (fear of missing out o “miedo a perderse algo”) como el nuevo término para referirse a este tipo de adicciones-, sólo se podía acceder al juego mediante invitación de otros usuarios, lo que lo popularizó aún más. Sin embargo, la nueva adicción de Apple fue eliminada por problemas de privacidad.

Sin embargo, el engranaje de la marca de la manzana nunca para. La última adicción de iPhone ya está disponible y promete: un entretenimiento al que se puede jugar sin tener que desbloquear la pantalla del móvil. Se trata de Steve the Jumping Dinousar (Steve el Dino Saltarín), un juego al que el usuario puede acceder desde el centro de notificaciones del móvil y cuyo desarrollador de 23 años lo creó en tan sólo un fin de semana.

Fuente: www.generacionyoung.com