El ministro de Hacienda justificó la limitación en que esa es la expectativa de inflación para el año próximo de las empresas privadas. En 2017 desde la Casa Rosada también quisieron acotar los aumentos salariales, pero los gremios consiguieron romper el cerco y negociaron incrementos más acordes con las subas de precios.
El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, intenta ponerle un techo a la discusión salarial del año próximo sobre la base de las expectativas de inflación calculadas por las empresas que se sientan a negociar con los sindicatos. Dijo que, según el sector privado, la suba de precios en 2018 será del “16,6 por ciento” y que “entonces uno debería esperar que las paritarias cierren en ese número”.
En el Presupuesto 2018 se estima una inflación promedio del 15,7 por ciento para el año próximo. De todas maneras, el número que pronostica el Gobierno viene fallando en los últimos dos años. En 2016, había estimado que la inflación sería del 24 por ciento y terminó en el 40. Y en 2017, la previsión fue del 17 y en lo que va del año la suba de precios ya superó el 21 por ciento.
“Las expectativas del sector privado que releva el Banco Central están en 16,6 por ciento para el año que viene y entonces uno debería esperar que las paritarias para el año que viene cierren en ese número”, definió Dujovne durante una entrevista por radio Mitre, y abrió la polémica.
El desfasaje entre la realidad y la inflación que el Gobierno suele calcular es el punto de tensión con los gremios en las discusiones paritarias. La mayoría de los acuerdos terminan estableciendo una “clausula gatillo” para que los sueldos aumenten automáticamente cuando la inflación los supera. Sin embargo, ese gatillo no siempre se activa y los salarios terminan por debajo de la suba de precios.
Así y todo, el ministro de Hacienda confía en las cuentas que saca el sector privado. No obstante, aclaró que si bien entre el Gobierno y los empresarios “se conversa”, también “se respeta la autonomía del Banco Central”. “Ese es el armado institucional que rige en la mayoría de los países del mundo. Hay un equilibrio en el que el Banco Central es un poquito más conservador”, explicó.
En el mismo tono, sostuvo que al BCRA “hay que darle la derecha” porque es el que determina las tasas de interés y consideró que lo que hay que “bajar (es) el nivel de ansiedad”. “Cuanto más rápido baje la inflación más rápido vamos a crecer”, prometió una vez más.
Fuente: Página 12