Recuerdas cuando tu expareja y tú estabais tan enamorados que todo era maravilloso, que sudabais amor, pasión, admiración y adoración y eso es precisamente lo que echas de menos ahora que estás soltera. Déjanos recordarte que todas esas sensaciones en pareja se pasan con el tiempo y que tenemos la fórmula para mantenerlas de por vida.
La fórmula además es sencilla porque está en ti misma. El secreto de la felicidad es adorarte a ti misma, ponerte frente al espejo y mirarte como te miraba aquel chico que durante un tiempo estuvo tan enamorado de ti aunque luego se le pasó. A ti no se te pasará, mira tu exterior, pero sobre todo tu interior y descubre a esa persona maravillosa y especial que eres.
Pero las maravillas hay que cuidarlas y eso es precisamente lo que debes hacer contigo misma. Regálate, sorpréndete, mímate. Con comidas, con viajes, con fiestas, con retiros, con amigos, con familia, sola…sí, la soledad te ayuda a descubrir lo mejor de ti, así que acéptala también en tu vida.
Por qué no necesitas una pareja para ser feliz
Por si no te habías dado cuenta no necesitas la vida en pareja para ser feliz. No se trata tanto de libertad e independencia, que también inclinan la balanza considerablemente del lado de la soltería, sino de la satisfacción de descubrirte a ti misma todo de lo que eres capaz, de comprender que la felicidad es algo muy personal que no puedes dejar en manos de nadie.
¿Y qué me dices del sexo? El sexo también te hace feliz, desde luego, pero no está escrito que tengas que tener pareja para tener relaciones sexuales esporádicas. Ten en cuenta que las nuevas tecnologías se han puesto del lado de los solteros para ayudarles en este sentido, no dudes en utilizarlas.
Por lo demás, no te hace falta nadie que presuntamente complete tu vida. El mito de la media naranja está ya superado por ese número creciente de singles que se abrazan a la soltería como uno de sus tesoros más preciosos. Ellos ya han descubierto cómo amarse a ellos mismos, como adorarse y cómo ser felices sin necesidad de una pareja.
Fuente: Diario Femenino