Dirigentes del oficialismo cuestionaron ayer movilización que líder del gremio de los camioneros, Hugo Moyano, convocó para el 21 de febrero, y coincidieron en que “la mayoría de los sindicatos “apuestan al diálogo” con el gobierno nacional y “rechazan” la protesta.
La vicepresidenta de la Nación, Gabriela Michetti, sostuvo que hay sindicalistas que quieren “una Argentina del pasado, que no funcionó y dejó treinta por ciento de pobreza”.
Mientras que el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, aseguró que “la mayoría del mundo sindical no tiene ánimo de confrontar con el gobierno, sino de trabajar juntos para generar más trabajo. En eso, claramente, somos socios con la mayoría de los representantes del gemialismo en Argentina”.
El ministro se expresó así antes de un acto por el 69 Aniversario de la Dirección Nacional de Migraciones, mientras que la vicepresidenta lo hizo en una charla con la prensa durante una recorrida por las playas públicas en Mar del Plata.
“Muchos sindicatos que se han plegado a los diálogos de la competitividad y de la productividad del país, para atraer inversiones”, sostuvo Michetti, y advirtió que Cambiemos “está dando una pelea con la gente, que está apoyando y volvió a ratificar en octubre la idea que el gobierno tiene que poner el país en un sendero de crecimiento y de desarrollo, que por supuesto cuesta”. “Queremos que los sindicatos se sumen al diálogo”, remarcó.
En un tiro por elevación al líder camionero, Frigerio sostuvo que “en esta nueva Argentina hay que entender que todos son iguales ante la ley y tenemos que rendir cuentas a la Justicia. Si la Justicia así lo dispone, no importa si es el presidente, si es Moyano, o cualquier otro ciudadano”.
Por su parte, el senador nacional de Cambiemos Humberto Schiavoni consideró que Moyano, “ha quedado absolutamente aislado del resto de los integrantes de la CGT”. “No se trata de una marcha sindical, sino de una marcha de características netamente políticas y con connotaciones personales”, postuló el presidente del PRO a nivel nacional.
Schiavoni también declaró que se debe “descartar de plano que exista una persecución politica” contra Moyano, y aseguró que “nunca se ha usado el poder del Estado para perseguir a nadie”, sino “todo lo contrario”.
La diputada nacional de Cambiemos Graciela Ocaña reiteró ayer su pedido para que la Justicia “avance” en las causas que investigan al líder de Camioneros, a quien acusó de “tener empresas familiares ricas y la obra social pobre”.
“Lo que tiene que hacer Moyano es ir a la Justicia porque su obra social tiene un patrimonio neto negativo y sus empresas familiares ganaron mucho dinero durante todos estos años”, afirmó en declaraciones radiales.
El juez federal de Morón, Néstor Barral, dispuso el miércoles que se levante el secreto fiscal, bursátil y bancario de Moyano y su hijo Pablo, entre otros familiares, en la causa en la que se investiga un presunto lavado de dinero.
Según Ocaña, hay “un manejo irregular del sindicato” de Camioneros y “todo se explica con sobreprecios que le cuestan a la obra social de camioneros y cuyos únicos proveedores son empresas de Moyano”.
El vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli, observó ayer que la movilización de Camioneros “no engloba al conjunto de los trabajadores” y “se trata de una cuestión política”.
Además, aclaró que desde el Gobierno de la ciudad de Buenos Aires dialogan “con los sectores (convocantes) para coordinar el ingreso y egreso de los manifestantes y que todo salga en paz”.
Confuso respaldo de Alfonsín al 21F
“Si yo estuviera en el mundo del trabajo y no fuera político, no fuera radical y no fuera de Cambiemos estaría en la marcha”, dijo ayer el dirigente radical Ricardo Alfonsín, quien cuestionó a quienes objetan el 21F e instó al gobierno a “hacer las cosas para que los trabajadores no tengan razones para protestar”.
“Lo del 21 es algo que puede ocurrir en un país con 30% de pobres, 10% de desempleo, que encabeza el desempleo juvenil en América del Sur, con salarios muy bajos y jubilaciones que ni alcanzan la canasta familia”, justificó, y agregó que “nunca la UCR había sido tan crítica; actúa como si el PRO fuera la UCR”.
Fuente. La Capital