La inflación núcleo, que muestra la suba de precios estructural, se desaceleró a 1,5% (desde 1,7% de diciembre), pero se estabilizó por encima de los niveles del último trimestre mostrando cierta inflexibilidad a la baja. De todas formas, son los regulados (2,1%) y estacionales (2,7%) los que están motorizando los precios en la primera parte del año.
Con estos niveles, el IPC necesita desacelerarse a 1,15% mensual para cumplir con la meta oficial del 15% con la cual se negocian las paritarias.
De hecho, la inflación anual se aceleró al 25% (sobre el 24,8% de diciembre), diez puntos sobre el objetivo, y la núcleo, a 21%. Aunque los regulados subieron 39% en el año y estacionales, 23%.
“Ratifica que no sólo enfrentamos un inicio del año complejo y que el primer cuatrimestre probablemente se coma la mitad de la pauta de todo el año”, dijo Lorenzo Sigaut, economista Jefe de Ecolatina, ya que prevé que alcance 7,5%. “Plantea un desafío interesante de expectativas de inflación para negociar las paritarias si la inflación es igual a la del año pasado”, agregó. Y explicó que, a su vez, esas paritarias ajustadas a expectativas de inflación por encima de las metas oficiales pueden retroalimentar los costos salariales y las subas posteriores de precios.
En enero, subieron por encima del promedio los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas (2,1%) influenciados por la devaluación; las bebidas alcohólicas y tabaco (2,3%) afectados por los aumentos de cigarrillos; el transporte (2,2%), debido al aumento de los combustibles, y restaurantes y hoteles (2,9%) y recreación y cultura (3,5%), por las vacaciones de verano. En tanto, los precios de las prendas de vestir y calzados bajaron 0,8%, debido a la liquidación de temporada.
Los servicios se encarecieron 2,1% y los bienes, 1,6%.
Para Federico Furiase, economista director de EcoGo, “hizo bien el BCRA en poner pausa a la suba de tasas y que los bancos públicos vendieran dólares para enfriar las expectativas de devaluación”, cuando el Gobierno pone de referencia para las paritarias la meta del 15%, “con gatillo light”, mientras ajusta las tarifas.
“Serán tres o cuatro meses complicados desde el lado del consumidor. Con tarifas, dólar y naftas subiendo y salarios viejos porque son los meses que se negocian paritarias. Y con un efecto de segunda vuelta en la suba de tarifas que también complica la baja de la inflación en los primeros cuatro meses del año”, agregó.
Con todo, la inflación del GBA (1,6%) fue menor a la nacional (incluso los servicios de vivienda bajaron 1,6% en enero), pero la Patagonia (2,6%) y el Noreste (2%) sufrieron los mayores aumentos.
“La preocupación es la persistencia de la inflación núcleo que registra un nivel superior al del último trimestre el cual había alcanzado el 1,4%, por lo que nuevamente muestra una inercia que está lejos de romperse, al menos hasta que se hayan digerido los aumentos de precios regulados y el tipo de cambio encuentren un nivel que no generen tensiones en la inflación subyacente”, dijo un informe de ACM, que espera que la inflación de febrero se acelere a 2,5% como piso, “aunque quizás el salto en febrero no impacte en la inflación núcleo dado que buena parte se regirá por regulados”.
“En el primer cuatrimestre se podría registrar una inflación promedio de 2%. Con lo cual, las paritarias serán claves para ver cómo continúa el sendero de desinflación”, concluyó.
Un informe de LCG estimó que la primera mitad del año cerrará con una inflación acumulada de 11,8%, por lo que para cumplir con la meta del 15%, en el segundo semestre las subas mensuales deberían desacelerar a 0,5% mensual. “Lo vemos muy poco probable aun sin considerar que restan nuevas recomposiciones de tarifas”, como electricidad y gas en octubre y noviembre. Proyecta una inflación del 19,5% para diciembre, porque prevé que el aumento de tarifas aportará seis puntos sobre el total.
Fuente: El Cronista