El peso logrará mantenerse estable solo durante este mes para luego volver a devaluarse hasta cerrar el año a un cambio de $ 27,4 por dólar , es decir, 4,8 pesos por encima del nivel de $22,60 al que se esperaba que cierre en abril.
Los datos surgen del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que mes a mes repite el Banco Central (BCRA) para conocer esas previsiones y tratar de influir sobre ellas. Según los 52 consultores, analistas y bancos que respondieron la encuesta entre el martes y jueves de la semana pasada, “las evaluaciones recogen un contexto financiero más adverso que el mes pasado, tras una depreciación significativa del peso”.
El 4 de mayo, en medio de la corrida cambiaria, el organismo presidido por Federico Sturzenegger sorprendió con una serie de medidas para contener el alza de la divisa estadounidense: aumentar la tasa de política monetaria a 40%, ampliar el ancho del corredor de tasas y obligar a los bancos a desprenderse de dólares.
Así, logró controlar la escalada del dólar, que en mayo cerró a una cotización de $25,51 pesos para la venta. Sin embargo, en solo un mes el peso se depreció entre 21,5% y 22,2% frente a esa divisa (según se considere el valor mayorista o minorista, respectivamente) y desde el 2 de enero, cuando el dólar se ofrecía a 19,93, el aumento supera el 28%.
Bajo este panorama, consultoras y bancos tanto del país como del exterior fueron ajustando en los últimos meses sus proyecciones sobre cómo cerrará el tipo de cambio. Para junio la cotización proyectada es de $25,1, para julio $25,5, para agosto $25,9, para septiembre $26,3, para octubre $26,7 y para noviembre $27.
En tanto, la proyección para diciembre de 2019 se ubicó en $31,8.
Fuente: La Nación