Los jóvenes de la provincia de Buenos Aires inician su vida sexual a los 16 años. La mayoría conoce y usa distintos métodos anticonceptivos pero un dato es alarmante: el 20 por ciento de esta población usó al menos una vez las pastillas hormonales del día después para no concebir hijos.

Así surge de una encuesta sobre salud reproductiva realizada sobre 2766 jóvenes de 135 municipios bonaerenses, a pedido de María Eugenia Vidal, que se presentó ayer.

La encuesta permitió conocer algunos datos relevantes sobre los hábitos de los jóvenes que viven en este territorio: el 63 por ciento de esta población de entre 15 y 29 años usa métodos anticonceptivos de forma regular. Otro 31 por ciento los usa de modo ocasional.

Los métodos más usados son los condones (63 por ciento); seguidos por las pastillas anticonceptivos (28 por ciento); dispositivos intrauterinos (3 por ciento) y otros (2,1 por ciento). En tanto un 3 por ciento no se cuida.

De esta población un 24 por ciento de mujeres jóvenes de entre 15 y 29 años no usa anticonceptivos “a pedido de sus parejas”, pese a no desear hijos. Y aún advertida de los riesgos que conlleva. “Es una nueva manera de violencia de género” afirmó Santiago López Medrano, ministro de Desarrollo Social.

“En la provincia de Buenos Aires se buscara intensificar los programas de salud reproductiva a partir de los resultados de esta encuesta” dijo Leonardo Busso subsecretario de Atención de la Salud. La educación sexual entre los jovenes todavía es deficiente, admitió el funcionario de Salud.

Cada año el Estado compra unos 13 millones de anticonceptivos y los reparte en distintas instituciones. Pero aun así no es suficiente para evitar el embarazo adolescente, que representa el 15 por ciento del total de los 270.000 nacimientos que se registran cada año. Es decir que unas 30.000 chicas de entre 15 y 18 años tienen un bebe, sin haberlo buscado. “Es un registro muy alto”, admitió Busso.

Los datos de la primera encuesta realizada por el gobierno para conocer más sobre los hábitos de 3,8 millones de personas que viven en esta provincia permitirán trabajar sobre salud reproductiva en una población que en un 47 por ciento no tiene cobertura social. El déficit de cobertura de salud es más elevado aún entre las mujeres, de acuerdo a la encuesta oficial. El 50 por ciento de estas no tiene acceso a un plan de salud.

En caso que sea sancionada la ley de despenalización del aborto la provincia deberá proveer fármacos gratuitos para interrumpir los embarazos. Por ahora cada año se interrumpen unas 350 gestaciones registradas oficialmente en los hospitales públicos, por causas atendidas por la ley. No hay registros de abortos clandestinos.

Fuente: La nación