Ricardo Alfonsín y Federico Storani volvieron a estar juntos, esta vez con una misión rupturista: crear un espacio radical enfrentado a Cambiemos y capaz de confrontar con Mauricio Macri en las elecciones de 2019.
Su primera cumbre fue la semana pasada en la fundación Rojas, propiedad del histórico Juan Manuel Casella y se sumó el crítico cordobés Jorge Sappia, presidente de la convención de la UCR que debería ratificar la pertenencia a Cambiemos antes de las elecciones.
Pero los radicales que aún confían en Macri ya revisan reglamentos para no someterse a una escenario impredecible. “No hay argumentos para sostener la continuidad de Cambiemos”, llegó a decir Sappia.
Storani y Alfonsín comparten ese diagnóstico y diseñan un frente de centroizquierda que absorba parte de ese electorado sin rumbo.
Creen que es un espacio vacante, disperso entre el kirchnerismo y una izquierda “sobre representada” con dos flamantes diputados por la provincia de Buenos Aires.
Apuestan a obtener al menos el piso que rondaba el frente progresista que alcanzó su pico de representación con la candidatura presidencial del socialista Hermes Binner. “El acuerdo con el FMI y el ajuste en marcha deja a Cambiemos muy lejos de las posiciones progresistas”, evalúan.
La clave es un candidato presidencial fuerte y si bien la primera opción es Alfonsín la más soñada es Martín Lousteau, porque podría superar los 10 puntos según las encuestas que manejan y generarle a Macri un daño político severo que lo obligue a negociar.
Alfonsín por su parte cuenta con la fuerza emotiva que genera la figura de su padre, convertido hoy en el íciono más importante del progresismo argentino, como se vio en un reciente homenaje en La Plata que reunió a casi todo el arco político.
Alfonsín, Lousteau, Margarita Stolbizer y el socialista santafesinos Miguel Lifschitz ya tuvieron más de una conversación. El gobernador santafesino es otro de los que sueña con una candidatura presidencial por la centroizquierda.
Como reveló LPO, el presidente hoy está debilitando en los sondeos y no le sobra nada para octubre del año que viene.
De ahí que para Macri sea crucial lograr que Lousteau permaneza en Cambiemos y tenga lugar en una primaria por la jefatura de Gobierno porteña, pese a la resistencia de Horacio Rodríguez Larreta y Elisa Carrió.
Uno de los encargados de sumar dirigentes radicales enojados con Macri es el bonaerense César Martucci, ex legislador e histórico ladero de Storani. Ya festejan la llegada de ex funcionarios nacionales como el despedido chubutense Mario Cimadevilla, pero no esperan definiciones de los gobernadores y legisladores de peso.
“La clave es posicionarse en el área metropolitana, que está acéfala. El radicalismo de las provincias estará en Cambiemos hasta que desaparezca y luego se sumará a cualquier otra opción. Es lo que hacen siempre”, adelantan.
Fuente: LPO