Es el nuevo capítulo de la saga de “La Grieta”. Se podría titular “La corrupción K vs. la crisis económica M”. Como si una cosa invalidara a la otra, la discusión política se concentra en estas horas en estos dos tópicos. Con condimentos inéditos. No sólo porque la Justicia está investigando el caso más extendido de coimas que se recuerde desde la vuelta de la democracia, y en paralelo la sociedad argentina vuelve a convivir con fantasmas económicos que parecían olvidados, sino porque las dos figuras que emergen de esos problemas son los máximos exponentes del antagonismo político: Cristina Kirchner y Mauricio Macri. La pregunta se cae sola: ¿cómo les pega a cada uno ese escenario en el que aparecen como principales responsables? Clarín accedió este martes en exclusiva a una encuesta que analiza estos impactos. Previsible: ninguno sale indemne.
El trabajo es de Synopsis, una de las consultoras que mejor pronosticó las elecciones de 2017. Fue un relevamiento nacional de 1.534 casos, realizado el 8 y 9 de agosto. Es decir, cuando el caso de los cuadernos de las coimas ya llevaba una semana y el dólar volvió a retobarse. El margen de error es de 2,5%.
El sondeo arranca con su repaso periódico sobre el desempeño de Macri y las expectativas económicas. Ambos rubros le dan mal al Presidente. El desempeño del Gobierno es evaluado de modo negativo por el 50,7% de los consultados (para 36% es “muy malo” y para el 14,7%, “malo”) y positivo por sólo el 28% (10,2% “muy bueno” y 17,8% “bueno”). Un 49,6% cree que la situación económica estará “peor” dentro de un año y apenas un 25,3%, “mejor”.
En esta parte del trabajo también se relevan los principales problemas para los argentinos. Y surge un dato interesante: si bien la “corrupción” (20,2%) crece mientras se destapan las coimas de la obra pública, este ítem sigue lejos de la “inflación” (38,3%) como gran preocupación. Y si se suma el “desempleo” (16,4%), las inquietudes por la economía suman casi 55 puntos.
Con este escenario, se entiende que la imagen de Macri siga cayendo. Para Synopsis, la negativa suma 48,1% contra 32,3% de la positiva. Ambas hicieron el recorrido inverso desde fines de 2017: la primera sube y la otra baja.
En el caso de la ex presidenta, si se arranca primero con su imagen, la conclusión es que está peor que el líder de Cambiemos. Cristina tiene 58,3% de negativa contra 31,4%. Una diferencia con el Presidente, es que la ex mandataria, si bien exhibe oscilaciones, son relativamente leves desde que dejó el poder.
Respecto al impacto del caso de los cuadernos, la encuesta confirmaría la permanencia de la grieta: casi un 50% “cree todo lo que cuenta” Oscar Centeno y poco menos de 34% “no cree nada de lo que cuenta” el ex chofer.
Y se repiten números muy similares cuando se consulta directamente por “¿cómo afectan estos hechos a la imagen que usted tiene de la ex presidenta?”. El 82,8% no cambió de opinión: un 50,3% ratificó “lo que ya pensaba, que CFK es corrupta” y un 32,5% dijo que sigue creyendo que “CFK no es corrupta”. Sólo un 8,6% optó por “estos hechos me convencieron de que CFK es corrupta”.
Los números electorales, parejos
Con este contexto, según los datos de Synopsis, hubo un corrimiento en la intención de voto hacia las fuerzas opositoras. Entre julio y agosto, Cambiemos bajó del 35,3% a 32,8% para la presidencial. Los indecisos también cayeron un poco y la variante “otra fuerza política” subió de 48,3% a 52,3%.
Cuando se abre el espectro opositor y se ofrecen variantes de “Kirchnerismo” (Cristina), “Peronismo Federal” (Sergio Massa y Juan Manuel Urtubey), “Progresismo” (Ricardo Alfonsín y Margarita Stolbizer) e “Izquierda” (Nicolás del Caño y Néstor Pitrola), Cambiemos (Macri) lidera con poco más de 32 puntos y los K quedan debajo pero cerca con 30,2%.
El resto corre de atrás: el PJ dialoguista suma 10,7% y el progresismo 7,8%. En caso de mantenerse este escenario, la pregunta es dónde irían estos casi 20 puntos, que serían fundamentales para ver qué lado de la grieta prevalece.
Fuente: Clarín