La gobernadora María Eugenia Vidal insistirá con el desdoblamiento de las elecciones generales de 2019 que por el momento es rechazado por el presidente Mauricio Macri, como forma de evitar el efecto arrastre de Cristina Kirchner en los distritos del conurbano y mejorar las chances de renovar su mandato ampliar el número de legisladores.
Desde el Frente Renovador también buscarán que tanto la provincia como los municipios puedan desenganchar sus comicios de la elección presidencial, y confían en que de esa manera también lograran mejores números en los distritos que gobiernan y que incluso podrían sumar algún municipio si la disputa es solamente local.
Tanto el oficialismo como el espacio que responde a Sergio Massa necesitan quitar de la ecuación a la ex presidenta, que si bien empieza a sentir el golpe tras el escándalo de los cuadernos, no está sufriendo una debacle en términos electorales, sino todo lo contrario ya que para algunos analistas su imagen subió varios puntos cuando Claudio Bonadío comenzó con las detenciones.
En rigor de verdad, y aunque no lo puedan decir abiertamente, en el oficialismo bonaerense le temen mas al rechazo a Macri que a los números de Cristina, por lo que algunos creen que solo con un desdoblamiento de las elecciones Vidal podría explotar su máximo potencial.
El massismo por su parte, quiere evitar ser identificado como el responsable de la derrota por la división del voto peronista, sobre todo en aquellos distritos en los que Cambiemos llegó al poder como consecuencia del clima de opinión general y no por el desarrollo territorial de sus dirigentes.
Cabe recordar que el oficialismo esperaba en 2015 ganar entre 40 y 45 distritos y hoy gobierna más de 60, por lo que la ola amarilla benefició a por lo menos una veintena de candidatos que en los papeles tenían una elección complicada. Los renovadores están convencidos de que pueden hacer pie en algunos de esos municipios si no hay listas sábanas.
El principal obstáculo para avanzar es la negativa de la mesa política de Cambiemos a nivel nacional. En las filas del macrismo admiten que la elección será complicada y aunque esperan una mejora en materia económica a partir de enero, no están en condiciones de prescindir de la figura de Vidal en el distrito más importante del país.
En la hipótesis del oficialismo, la buena imagen de la gobernadora servirá para contrarrestar a CFK en el conurbano, en donde el presidente no logra hacer pie, y achicar los márgenes de la casi segura derrota, de forma tal que el oficialismo logre equilibrar esos votos con los de capital federal y la provincia de Córdoba dónde esperan nuevamente arrasar.
Fuente: Agencia Nova