El diputado Axel Kicillof , exministro de Economía de la administración de Cristina Kirchner , recibió ayer en su despacho del Congreso a dos integrantes de la misión del Fondo Monetario Internacional ( FMI ) en la Argentina, les advirtió que el país no podrá pagar la deuda externa si no hay un cambio en el plan económico y criticó con dureza al Gobierno. “Perdió el control y la soberanía sobre la política cambiaria, fiscal y financiera”, sostuvo.
“Les concedí la reunión porque si uno lee lo que firmó [Mauricio] Macri , el Gobierno, se ponen bajo supervisión del Fondo y bajo control permanente lo que son las variables más importantes de la política económica: el tipo de cambio, la tasa de interés, el nivel de gasto público”, aseguró Kicillof esta mañana en diálogo con radio Metro.
El diputado y exministro planteó: “Para que el Gobierno tome una decisión tiene que autorizarlo el Fondo Monetario bajo la amenaza latente de no autorizar los próximos desembolsos, ese es el acuerdo”.
“Hoy el Gobierno perdió el control y la soberanía sobre la política fiscal -que es el gasto público-, cambiaria -que es el tipo de cambio-, y la política financiera -emisión y cantidad de dinero, y tasa de interés-“, agregó.
El encuentro de Kicillof con el jefe de la misión del FMI para la Argentina, Roberto Cardarelli, y Trevor Alleyne, jefe de la oficina permanente en el país, duró una hora y 40 minutos. “Me pareció relevante hablar con los que finalmente supervisan, controlan y deciden”, explicó el diputado.
“Están ajustando todo. Lo venimos denunciando desde el primer día. [Es una] redistribución a favor de los que más tienen. El Estado gasta más que antes; es una redistribución al revés. No es un error, es un modelo de país; y ahí está la mentira más grande, la estafa más grande”, planteó el exministro de Economía.
“Están tan preocupados ellos [los representantes del FMI] también porque las variables están dando horrible. El problema es Macri. Macri ha generado un sistema absolutamente proclive a esta inestabilidad. Han tenido un fracaso tremendo”, concluyó.
Fuente: La Nación