Ya quitaron 5 del ramal Tigre del tren Mitre, 6 en el San Martín y 8 en el Belgrano Sur. Cuáles son las próximas.
La construcción de los viaductos en la Ciudad supone un primer y obvio beneficio: al elevar las vías y separarlas del tránsito, la frecuencia de los trenes puede mejorar, y así absorber más pasajeros. Pero a nivel de la calle debería traer otras dos ventajas, que van de la mano: permitirá tanto agilizar el tránsito como evitar accidentes. Varios de esos cambios ya se ven, porque en los tres ramales donde se está trabajando ya se eliminaron 19 cruces con barreras, y en los próximos meses sacarán otros ocho, para reinaugurarlos ya si las vías.
La traza que mostrará más cambios será la del San Martín, en los 5 kilómetros entre las estaciones Palermo y La Paternal, donde el ferrocarril correrá a 8 metros de altura. Allí, ya fueron eliminadas seis barreras, las de Honduras, Gorriti, Loyola, Ramírez de Velazco, Jorge Newbery y la del cruce que forman Warnes, Trelles y Garmendia. En el Ministerio de Desarrollo Urbano de la Ciudad, a cargo de las obras, informaron que hay otros cinco cruces por abrir, con el siguiente esquema:
Cabrera: ya fue abierta, pero sufrirá cierres relacionados con las necesidades de la obra.
Niceto Vega: ya fue abierta, pero parcialmente, porque seguirá sufriendo cierres en función del avance de la construcción.
Córdoba: La cerraron en octubre, la abrieron en noviembre y la volvieron a cortar en marzo. Todo, para desmontar el puente de Juan B. Justo, del que quedan apenas los últimos vestigios, y construir otro tramo del viaducto. A fines de mayo la rehabilitarán definitivamente, ya como un cruce semaforizado común.
Corrientes: también fue reabierta, pero es posible que sufra alguna interrupción parcial mientras dure la obra.
Girardot: en la misma situación que Corrientes.
Según Desarrollo Urbano, la construcción del viaducto debería estar terminada para fines de julio. Por eso, hacia mediados de agosto se espera que el tren vuelva a llegar a Retiro: hoy termina en Villa del Parque, y desde allí salen colectivos gratuitos hasta Palermo. Luego, a fines de agosto, el tren volvería a detenerse en las estaciones intermedias que se quedaron sin servicio, que son La Paternal y Villa Crespo.
Ferrocarril Mitre ramal Tigre
Hay cinco barreras que fueron eliminadas: Juramento, Mendoza, Olazábal, Blanco Encalada y Monroe.
Quedan por habilitar otras tres:
La Pampa: la abrirán a mediados de mayo.
Sucre: se la podrá usar desde los primeros días de junio.
Olleros: la habilitarán sin barrera a fines de julio.
La calle Juramento sin barrera y con el viaducto del tren Mitre casi listo. Foto: GCBA ciudad de buenos aires reapertura paso a nivel calle juramento construccion viaducto ferrocarril mitre
La calle Juramento sin barrera y con el viaducto del tren Mitre casi listo. Foto: GCBA ciudad de buenos aires reapertura paso a nivel calle juramento construccion viaducto ferrocarril mitre
Ferrocarril Belgrano Sur
El viaducto en este tren se estirará a lo largo de 5,6 kilómetros. Hasta el inicio de las obras, el servicio terminaba en la estación Buenos Aires, en Barracas. Pero la idea es prolongarlo hasta Constitución. Por eso, las formaciones ahora terminan en la estación Sáenz, en el corazón de Pompeya, lo que permitió eliminar de una vez ocho barreras: Zabaleta, Amancio Alcorta, Monteagudo, Pepirí, Taborda, Cachi, Einstein y la propia de la avenida Sáenz, que estaba considerada una de las peores de la Ciudad, tanto por lo que interrumpía al tránsito (hasta 22 minutos por hora) como por el peligro que significaba en cuanto a la seguridad vial, por la gran cantidad de colectivos y autos particulares que circulan por la zona.
Esta obra, a cargo del Ministerio de Transporte de la Nación, viene a mejorar el ferrocarril interurbano que estaba, acaso, más olvidado. El plan incluyó la renovación de 22 estaciones. El Belgrano Sur une el sur de la Ciudad con La Matanza, Merlo y Morón, y es utilizado por 50.000 personas por día.
Las barreras que quedarán
El plan para quitar cruces ferroviarios a nivel empezó hace años, con la construcción de los famosos “sapitos”, los pequeños túneles para sortear barreras, en varios ramales. También se sumaron algunos viaductos más grandes, pasos bajo nivel de más tamaño que permiten la circulación de colectivos y camiones, como los que abrieron en Balbín, en Saavedra, o el de Nazca, en Villa del Parque, entre otros. Pero el gran paso se dio con los viaductos.
De todas formas, quedarán algunas barreras “sueltas” en distintas zonas de la Ciudad. ¿Cuáles serán, en cada ramal?
Mitre, ramal Bartolomé Mitre: seguirán estando los cruces de Ugarte/Nahuel Huapi, Crisólogo Larralde y Vedia. También los de Virrey Avilés y Echeverría, en el tramo que comparte con el ramal que va a José León Suárez.
Mitre, ramal Tigre: quedará el cruce de Ramallo.
Mitre, ramal Suárez: Triunvirato, Álvarez Thomas, Nazca, Díaz Colodrero, Bucarelli, Artigas y Mariano Acha.
Urquiza: Elcano, Del Campo, Nazca, Fernández de Enciso y Chivilcoy.
San Martín: Cuenca y Campana.
El problema del ferrocarril Sarmiento
Las permanentes demoras en el soterramiento del ferrocarril Sarmiento sostienen los crónicos problemas de tránsito y seguridad vial en el eje central de la Ciudad, a lo largo de la avenida Rivadavia.
Cuando el Gobierno porteño se planteó, años atrás, empezar a eliminar las barreras, deliberadamente se dejaron de lado las del Sarmiento, porque se esperaba que la obra del soterramiento corrigiera esos problemas de una sola vez. Es que al “hundir” las vías, naturalmente se iban a poder abrir las calles hoy trabadas por el ferrocarril. No es poco: en la traza quedan 22 cruces a nivel, entre Caballito y la General Paz.
Con el soterramiento del Sarmiento frenado, es incierto cuándo sacarán las barreras entre Caballito y la General Paz. Foto: Mario Quinteros
Con el soterramiento del Sarmiento frenado, es incierto cuándo sacarán las barreras entre Caballito y la General Paz. Foto: Mario Quinteros
Por eso, sólo se hicieron algunas intervenciones puntuales. En mayo del año pasado se instaló un puente provisorio a la altura de la calle Argerich, en Flores, para sortear las vías, pero con la idea de levantarlo y llevarlo a otro lugar una vez terminado el soterramiento. En 2007, durante la gestión de Jorge Telerman, se había hecho una obra muy similar, el puente que une Yerbal con Avellaneda, a la altura de la calle Fragata Sarmiento.
Pero las soluciones provisorias se van a tener que mantener en el tiempo. La tuneladora del soterramiento llegó a Liniers y poco después, a fines de enero de este año, se dejó de excavar el túnel por falta de fondos. A pesar de todo, el Gobierno nacional afirmó que el plan sigue en marcha, aunque por ahora continuarán con los trabajos subterráneos en la parte ya excavada. Mientras tanto, no se sabe qué pasará en el tramo hasta Once, donde las barreras seguirán siendo una traba para el tránsito.
Fuente: Clarín