Argentina volvió al podio de los países con mayor inflación del mundo. En mayo alcanzó una interanual de 57,3% y superó al último registro de Sudán del Sur que, por el contrario, logró desacelerar su dinámica de precios a una de 56,1%. Así, el país tuvo un IPC sólo superado por Venezuela y Zimbabwe, según el relevamiento de Trading Economics. Hoy el Indec publicará el Índice de Precios Mayoristas (IPIM), que volverá a mostrar una fuerte brecha entre los costos de las empresas y sus precios finales al consumidor. El dato es una buena medida de la inflación reprimida, que presionará en los próximos meses.
La inflación alcanzó su pico en mayo y ahora la expectativa es que, por una cuestión comparativa contra los aumentos extraordinarios de un año atrás, la interanual comience a desacelerar. Lo explicó el director de Epyca, Martín Kalos: “El 57,3% va a ser un pico. A partir de junio, la inflación interanual, contra mismo mes del año pasado, va a empezar a reducirse. Por ejemplo, si la intermensual de junio diera 2,8%, la interanual bajaría a 55,9%. Para que no baje, la inflación en junio debería ser 3,7%”.
La expectativa para el IPC de junio es, justamente, que cierre en torno a 2,8%. Ese es el número que prevé la consultora LCG, tal como informó su director Guido Lorenzo a BAE Negocios. Para el promedio de los economistas de la city, consultados por el BCRA, el número es similar: 2,7%.
Entre las explicaciones de la esperada desaceleración, Kalos enumeró: “El congelamiento de tarifas a partir de mayo y la estabilidad cambiaria, que no va a ser plena pero hasta acá dio un respiro, sumados al estancamiento económico”.
Aunque también matizó: “Esto no es cantar victoria porque mucha de la desaceleración es un postergamiento de la inflación. La estabilidad cambiaria no se puede sostener demasiado en el tiempo. El dólar va a subir en algún momento. Y eso sin tener en cuenta las tensiones cambiarias respecto de las elecciones y de la posibilidad de conseguir financiamiento para el 2020. También las tarifas van a tener aumentos más adelante”.
Para los precios mayoristas también se espera desaceleración a partir de junio, por la calma cambiaria y por la dificultad que encuentran las empresas para remarcar las subas en sus costos. Y es que el escenario recesivo, con una caída constante del consumo, no da margen para incrementos. Hoy el Indec publicará el dato de mayo que volvería a mostrar una dinámica complicada para ese indicador.
Desde LCG anticiparon: “Las magnitudes en mayoristas siguen siendo altas, y esperamos que en mayo continúe la tendencia alcista por los eventos de volatilidad que se repitieron a fines de abril. Sin embargo, durante los meses siguientes, es probable que el índice comience a desacelerar en línea con el bajo nivel de actividad de la economía, pero condicionado a que no existan grandes movimientos en el tipo de cambio”.
En abril la interanual de ese indicador llegó a 72,6%. La brecha de 15,3 puntos entre mayoristas y minoristas muestran la diferencia entre las subas de los costos empresariales, ya que el grueso de la canasta del IPIM consiste en insumos productivos en dólares, y los precios finales al consumidor. Es decir: deja entrever las remarcaciones que precisan realizar las empresas a futuros para recuperar márgenes de ganancia.
Fuente: BAE