Con el último recuerdo de magra participación en las listas que compitieron en las legislativas de 2017 pero renovados bríos para no solo ir por alguna banca, los jefes que integran el movimiento obrero asoman a la definición en cuenta regresiva del cierre. Primereó el Frente Sindical (Fresimona) que comandan Hugo y Pablo Moyano. La nominación de Miguel Pichetto como vice de Mauricio Macri trajo alivio para la pata sindical de Cambiemos, en tanto que la dupla Roberto Lavagna-Juan Urtubey validó los lazos que tejió el ex ministro al compás de la experiencia en el paño de Luis Barrionuevo (ver recuadro).
Y existe una vía a destacar en la tradicional definición de nombres en las boletas, desde los Sindicatos en Marcha por la Unidad Nacional (Semun), donde se referencian por liderazgo la Unión Ferroviaria de Sergio Sasia y Luz y Fuerza al mando de Guillermo Moser. La misma es sólo factible en caso de triunfo en octubre.
Habrá lugares en las listas de Todos, Juntos por el Cambio, Consenso Federal y la izquierda
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“Nosotros no solicitamos candidatos. Después de las elecciones nos deberán escuchar”, deslizaron desde ese bloque y explicaron “no es jactancia, queremos aportar experiencia en los ministerios o secretarías. Somos peronistas por convicción, no por conveniencia”, remarcaron.
En cuanto a camino fresco recorrido durante la era Macri, movilizaciones sobre sus espaldas y alto poder de negociación frente la secretaría de Trabajo, en el Fresimona creen que en esta elección pueden pasar del otro lado del mostrador. Para ellos hay tres nombres, prueba comprobada y bandera: Vanesa Siley (Judiciales Porteños), Walter Correa (Curtidores) y Hugo Yasky ( CTA). “Ellos demostraron que se puede defender a los trabajadores en el Congreso y en las calles”, refrendaron desde ATE Capital, cuyo líder, Daniel Catalano, disputará el poder de los estatales nacionales el 7 de agosto, reservando la cuestión de bancas para la próxima elección.
Quienes sí están en carrera legislativa son Hugo Moyano (h) y Roberto Baradel. El hijo del histórico camionero podría llegar a ocupar la Cámara Baja provincial. Para ello deberá sentarse con Axel Kicillof y Verónica Magario. No habrá sorpresa si Omar Plaini asoma en letras de molde, aunque si no sucediera, su labor de “cancillería” para construir acuerdos y puentes “casi imposibles” intergremios, no pasarán al olvido. Sobre chances a coronar, Pablo Moyano alejó dudas: “No sólo vamos a acompañar en la calle y con los votos, sino también en las listas: provinciales, nacionales y de cada distrito”
Desde el entorno de Roberto Baradel (Suteba) destacan sus posibilidades. “Él quiere”, dicen sus allegados. Las rápidas negociaciones paritarias liberaron a Baradel de labor gremial. Todo un mensaje. El apellido Moyano también tiene un eje destacado para el ex lider de Peajes: Facundo irá por renovar banca.
En tanto la Asociación Bancaria, las CTA y metalúrgicos de UOM no quieren quedar afuera del armado. El Frente Sindical pegó primero y, como reza el dicho, valió por dos. La CGT -dividida políticamente- se quedó sin la foto con las formulas. A su vuelta de su participación en la OIT (Ginebra) Hector Daer tenderá puentes con Alberto Fernández. El referente de Sanidad jugó su adhesión en pleno paro general, ninguna casualidad.
Quienes suelen viajar junto al ex jefe de Gabinete de Néstor Kirchner no ocultan su entusiasmo por la alquimia que lograron, sobre todo en esferas hasta hace semanas muy ásperas para cualquier amague kirchnerista. “El presente se puede definir en tres palabras: cosechamos apoyos unánimes”.
Respecto al efecto Pichetto en la fórmula con la que competirá Cambiemos, las organizaciones sindicales nucleadas en la denominada Pata Sindical Peronista y Amarilla renovaron bríos como que también el petrolero Guillermo Pereyra saludó la novedad de la semana pasada, no descartando que otros pares se sumen al combo, bajo la profecía que ofrecieron hace algunas horas los ya justicialistas del oficialismo respecto a “que muchos peronistas acompañarán” a Macri-Pichetto.
Mientras la Izquierda por su lado considera que esta semana se definirán qué dirigentes sindicales irán en la alianza pactada por el MST y otras fuerzas, o bien en perfil propio las llamadas a celulares, mensajes por whatsapp o mesas de café definitorias cumplirán la liturgia preelectoral con la participación del movimiento obrero, y un denominador común es que en todas las variantes asumen que es hora para que no sólo sean músicos invitados o partícipes necesarios de alguna foto.
Fuente: BAE