El Obelisco y la Plaza de Mayo son los epicentros de las protestasEl Obelisco y la Plaza de Mayo son los epicentros de las protestas Fuente: LA NACION – Crédito: Silvana Colombo
María Paula Etcheberry SEGUIR
El microcentro porteño fue ayer testigo de otra jornada de protestas. Por la mañana, varias agrupaciones piqueteras se manifestaron en el Obelisco para exigir medidas de emergencia ante la crisis. Hubo protestas similares en casi todo el interior del país. Durante la tarde, la izquierda se movilizó junto al sindicalismo combativo con la mira puesta en que la CGT convoque a un paro general de 36 horas. Ambos episodios desataron un caos de tránsito en la zona.
Las primeras protestas comenzaron a las 10 de la mañana, cuando la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular ( CTEP), la Corriente Clasista Combativa (CCC), Barrios de Pie y el Frente Popular Darío Santillán realizaron una asamblea con ollas populares en el Obelisco y en otros puntos del país de cara a la movilización del próximo miércoles.
Reclamaron el aumento del salario social complementario, ser convocados al Consejo del Salario, una suba del 40% en las partidas para los comedores, un bono similar al que anunció el Gobierno para el sector formal, la ley de emergencia alimentaria y la prórroga de la ley de emergencia social.
“Ratificamos una gran manifestación para el 28 de agosto, buscando mantener nuestra agenda, que es una agenda urgente. La pobreza y el hambre no pueden esperar a que cambie el gobierno”, dijo a LA NACION Gildo Onorato, dirigente de la CTEP y el Movimiento Evita.
La convulsionada jornada continuó con un “polentazo” al mediodía, a cargo del Frente de Organizaciones en Lucha (FOL), el Movimiento de los Pueblos, el Movimiento de Trabajadores Desocupados (MTD) y el FPDS, que también había participado de las asambleas de la mañana.
Hay decenas de policías en las inmediaciones del Obelisco Hay decenas de policías en las inmediaciones del Obelisco Fuente: LA NACION – Crédito: Silvana Colombo
Mientras una multitud comía polenta en bandejas de plástico alrededor del Obelisco, las organizaciones piqueteras hacían escuchar sus reclamos. “En las últimas semanas, la megadevaluación que ha vivido el país ha pulverizado nuestros ingresos. El Gobierno tiene que tomar un paquete de medidas de emergencia para contener la crisis”, dijo a LA NACION Marianela Navarro, delegada del FOL.
“Tiene que haber de inmediato un aumento salarial del 35%, que es lo que se perdió respecto de la devaluación”, completó Nicolás Martínez, referente del Movimiento de los Pueblos.
“Estamos en el marco de una jornada nacional que se desarrolla en 20 provincias. Buscamos respuestas del gobierno nacional ante la catástrofe social que estamos viviendo”, agregó Esteban Marcioni, del FPDS. Uno de los puntos en los que hubo réplicas de las protestas fue Chaco, donde una mujer atropelló a un grupo de manifestantes con su auto.
La última de las movilizaciones fue la de la izquierda, que junto al sindicalismo combativo realizaron un acto en la Plaza de Mayo a las 18.
Para Nicolás del Caño, candidato a presidente del FIT, buscaron “denunciar que la devaluación significa una brutal pérdida del poder adquisitivo y exigir una inmediata recomposición de emergencia de los salarios”, a la vez que instaron a los gremios de la CGT a convocar a un paro general.
Fuente: La Nación