Rosselló nombró a Pedro Pierluisi como su sucesor en Puerto Rico

Pierluisi fue representante de la isla ante el Congreso Federal estadounidense. Su nominación debe ser ratificada en el Legislativo. Rosselló deja el cargo el viernes 2 de agosto.

El gobernador saliente de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, nombró al ex congresista Pedro Pierluisi como nuevo secretario de Estado, decisión que, de acuerdo con la Constitución del país, lo convierte en su sucesor a partir de este viernes. De efectivizarse el nombramiento, quedaría a cargo de la gobernación hasta las elecciones de noviembre de 2020, en medio de un fuerte malestar de la población frente a la clase política.

Pierluisi, miembro del Partido Nuevo Progresista (PNP), y rival de Rosselló en las primarias de 2016, fue representante de la isla ante el Congreso Federal estadounidense. Ese antecedente lo posicionó como sucesor de la gobernación, aunque existen reparos desde el interior del propio partido, y el pueblo puertorriqueño, que no deja de manifestar su descontento en las calles.

“Luego de mucho análisis y tomando en cuenta los mejores intereses de nuestro pueblo, he seleccionado al licenciado Pedro Pierluisi Urrutia para llenar la vacante de secretario de Estado”, anunció Rosselló en un comunicado, y vía Twitter. El aún gobernador agregó que convocará a una sesión legislativa extraordinaria a realizarse este jueves 1º de agosto, un día antes de dejar el cargo, para confirmar dicho nombramiento.

Luego de mucho análisis y tomando en cuenta los mejores intereses del nuestro Pueblo, he seleccionado al Lcdo Pedro Pierluisi Urrutia para llenar la vacante de Secretario de Estado. Para atender el asunto, estaré convocando una extraordinaria para mañana.

Rosselló aseguró haber considerado varias opciones antes de elegir a Pierluisi, a quien nominó por su experiencia en el puesto de comisionado residente en Washington, y como secretario de Justicia durante la gestión de su padre, el también ex gobernador de Puerto Rico, Pedro Rosselló. Añadió que Pierluisi planea estar en el cargo hasta 2020, y no presentará candidatura para las próximas elecciones.

“Su aspiración es completar este término, de manera que los logros alcanzados no desvanezcan, y realizar los ajustes que faltan”, dijo Rosselló. “El proceso electoral que iniciará en los próximos meses servirá para que otros líderes altamente cualificados pongan sus ideas y carácter ante la consideración del pueblo, así como Pierluisi y yo lo hicimos en las pasadas primarias”, añadió.

Rosselló anunció su salida el pasado miércoles, tras quedar fuertemente debilitado por su participación en los polémicos chats filtrados, y ante la presión de protestas masivas de puertorriqueños agobiados frente a una sucesión de nuevas denuncias por corrupción, una economía estancada y una respuesta pobre e insuficiente frente al desastre del huracán María de 2017.

Sin embargo, no hay certezas de que Pierluisi sea confirmado en su cargo, en gran medida debido a un fuerte conflicto de intereses dentro del gobernante PNP. El partido apoya a ultranza la “estadidad”, la anexión del país como estado 51 de Estados Unidos. Esa posición es fuertemente defendida por el presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz, quien desconfía en ese sentido de las intenciones de Pierluisi.

Schatz, que también aspiraba al cargo de secretario de Estado, sostuvo que el nuevo nominado no reunirá suficientes votos para ser confirmado en la Cámara Alta. En paralelo, lanzó una convocatoria en Twitter, para permitir que cualquier ciudadano exprese su opinión frente a la nominación del ex congresista.

De acuerdo con la Constitución de Puerto Rico, el secretario de Estado automáticamente reemplaza a un gobernador que deja el cargo. Sin embargo, la última persona que ocupó ese puesto, Luis Rivera Marín, renunció por su participación en los chats filtrados. La dimisión dejó un vacío que tampoco pudo llenar Wanda Vázquez. La secretaria de Justicia, siguiente en la línea sucesoria, declaró que “no tenía interés” en asumir la gobernación. Vázquez también era resistida por los puertorriqueños, que salieron a la calle a manifestarse contra su nombramiento.

Tras las dimisiones de Marín y Vázquez, el gobernador saliente buscó nombrar a un candidato surgido a partir del consenso, tarea difícil frente a una Asamblea Legislativa dividida, y el descontento general del pueblo, que también se pronunció en repetidas ocasiones en contra del “amiguismo” en la política y en distintas instituciones del poder puertorriqueño.

Pierluisi permaneció ocho años en Washington como Comisionado Residente de Puerto Rico, representante sin poder de voto en el Congreso Federal, durante la presidencia de Barack Obama. El ex congresista, que también es abogado, podría incurrir en conflicto de interés, ya que trabaja para un despacho que realiza trabajos de consultoría para la junta de supervisión federal, organismo que monitorea las finanzas de Puerto Rico.

Su cuñado, José B. Carrión III, sigue siendo el director de la Junta de Supervisión, institución creada por el Congreso de Estados Unidos. The New York Times descubrió en 2016 que Pierluisi había presentado una propuesta legislativa en su paso como comisionado, que beneficiaría a dos empresas de Wall Street que contrataron a María Elena Carrión, su ex esposa, para brindar asesoramiento financiero.

Los vínculos de Pierluisi con la resistida Junta de Supervisión probablemente no sean bien vistos por varios legisladores, durante el proceso de confirmación que se realizará este jueves. Muchos manifestantes también criticaron a la institución, al exigir la renuncia de Rosselló: llegaron a gritarle “Llévate a la Junta”.

Fuente: Página 12

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