Los bancos arrancaron el día con largas colas, pero luego bajó la tensión

En el microcentro porteño hubo filas de clientes antes de la apertura de los bancos.
A pesar de que se amplió el horario de atención, antes de las 17 ya casi no quedaban clientes en las sucursales del microcentro porteño.

Los bancos arrancaron este lunes en la city porteña con largas colas, que se formaron antes de las 10 de la mañana. Pero a medida que fue avanzando la jornada bajó la expectativa. Y, pese a que se amplió el horario de atención hasta las 17 horas, muy pocos clientes ingresaron después de las cuatro de la tarde a las sucursales del microcentro porteño.

Es que había gran expectativa por cómo sería el día después a la implementación del control de cambios. Los arbolitos arrancaron vendiendo dólares a un promedio de $65 y terminaron más cerca de los $60.

“Esto es un desastre”, se quejaba temprano una señora, en la puerta de una sucursal del BBVA. Delante suyo tenía 30 personas y a todos les daban un número, para que supieran qué lugar le tocaba a cada uno.

A medida que avanzaba el día, la cantidad de gente fue bajando, al igual que la cotización del dólar, que en el debut del control de cambios bajó $3,60 y cerró a $ 58,41, según el promedio del Banco Central.

En el debut de los controles cae fuerte el dólar pero los retiros continúan

“Saqué turno a las 15.30 y me atendieron 45 minutos después”, dijo un muchacho en la sede central del banco Santander Rio, en el segundo subsuelo de Bartolomé Mitre y San Martín. “Y no tuve problemas para retirar mis dólares”, agregó. Cuando llegó había 100 personas esperando ser atendidas y, al retirarse, quedaban sólo 10 personas, que matizaban la espera con café y medialunas, que ofrecía la gente del banco. Una empleada charlaba con su compañero de la caja de al lado, cuando ya casi no quedaban clientes por atender.

En ese lugar, la mayoría de la gente esperaba en silencio. Pero otros hablaban y criticaban al Gobierno. “Endeudaron el país, para fugar esa plata. Y ahora ni siquiera pueden pagar la deuda”, se quejaba Laura, mientras leía la novela Venus Privada, de Giorgio Scerbanenco.

En la sucursal del Banco Galicia, de Avenida de Mayo y Perú, había 20 personas esperando que los atiendan por caja, a las 15 horas, con media hora de demora, y a las 16 sólo quedaban 5 personas. Un señor mayor, que iba a sacar dólares, aseguraba que los bancos estaban “sólidos, porque en estos años ganaron mucha plata”.

En la puerta de otra sucursal del Galicia había tres canales de TV preguntando a los clientes qué habían ido a hacer a ese lugar. Pero la mayoría no respondía, por una cuestión de seguridad. Un muchacho dijo que en el subsuelo había más de 100 personas esperando que los atiendan, a las 16.30 horas; pero cuando este cronista bajó para ver cuál era la situación, en realidad sólo quedaban 15 personas ahí. Otra clienta, que se identificó como Andrea, dijo que había ido a sacar todos sus ahorros en dólares, “para que no me pase lo mismo que en el corralito”.

En el Banco Nación, de Reconquista y Rivadavia, los empleados contaban que la sucursal había cerrado a las 15, pero les habían ordenado reabrirla cerca de las 16.30. “Había unas 10 personas esperando, en ese momento. Atendemos para depósitos o retirar dinero, pero no para otras operaciones”, explicó uno de los empleados, que le bloqueó el ingreso a un joven matrimonio, que iba a averiguar por el monto de la cuota de un crédito hipotecario UVA.

Un directivo de un banco privado le contó a Clarín que fue “un día muy intenso. Mucha gente sacó la plata de sus cajas de ahorro, para llevársela a sus casas o dejarla en cajas de seguridad. Pero como había plata en el banco, la gente estaba tranquila y no hubo ningún problema con los clientes”, dijo ese directivo. Y agregó que habían estado trabajando para que hubiera dinero en todas las sucursales. “Por suerte, fue menos presión de la que esperábamos”, añadió.

Es que el Banco Central (BCRA) giró más de 900 millones de dólares en “billetes físicos”, como medida “precautoria para atender la eventual demanda”, dijeron en el BCRA, para explicar la caída en un día de US$ 954 millones en las reservas internacionales, que al finalizar este lunes cerraron en US$ 53.144 millones.

Fuente: Clarin

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