La crisis económica y el incremento de los pasajes de Subte, trajo consigo que muchas personas dejen de lado ese medio de transporte para viajar. Es que entre enero y julio, hubo un descenso de 8.590.007 viajes menos que en el mismo período de 2018. Se trata de una baja del 4% en casi toda la red.

En tanto la Línea H fue la única que mantuvo un crecimiento casi todos los meses, en lo que va del año, debido a su expasión y su modernidad. Por otro lado, la C fue la más afectada y fue la que mayor deserción tuvo.

Los datos oficiales, indicaron que junio fue el mes con mayor rojo y una reducción superior al 11% por los 3,2 millones de pasajeros que dejaron de viajar en subte. En ese mes, además, todas las líneas redujeron público con respecto a junio de 2018. Las más afectadas fueron la C (-14,4%), la B (-13,3%), la D (-12%), la A (-11,4%) y el Premetro (-10,4%). Al mal de junio tampoco lo pudo evitar la línea H que perdió pasajeros por primera vez en el año, con una caída del 5%.

Pese a que desde Subterráneos de Buenos Aires (Sbase) no dieron una explicación oficial sobre las razones del éxodo de pasajeros, la reconfiguración de los bolsillos frente a la crisis económica, el traslado de pasajeros a otros medios de transporte y la calidad del servicio muchas veces cuestionada, paracen ser las razones que encuentran referentes de la movilidad urbana y usuarios.

Los números de Estadística y Censo indican también que entre enero y julio de este año viajaron 183.429.012 personas en las seis líneas de subte y el premetro contra las 192.019.019 que lo utilizaron el año pasado. La caída actual contrasta con los últimos cuatro años que fueron en alza. Siempre al observar los primeros siete meses del año en 2017 en dicho período la red fue utilizada por 173 millones de pasajeros, en 2016 fueron 164 millones y en 2015, 151 millones. Para llegar a la anteriores números en rojo hay que remontarse a 2014 cuando se registró una circulación de 134 millones de pasajeros contra los 140 millones de 2013.

Fuentes oficiales, revelaron al medio La Nación que las deficiencias en la línea E, de la alta densidad de la línea B y del mal ambiente de la línea C -en los que suelen movilizarse los participantes de movilizaciones- fueron los factores que influyeron en que use cada vez menos el subte.

Fuente: Noticias Urbanas