A pocos días de asumir en los controles del gobierno bonaerense, Axel Kicillof empezará a recibir vencimientos de duda en dólares que preocupan en su entorno más cercano.
Son dos los que que más inquietan: uno es un bono de 260 millones de dólares con fecha de vencimiento el 17 de enero y el otro vence el 26 de enero por 277 millones. Pero además tendrá en ese mismo mes otros dos vencimientos menores por 26.000 euros y 24.000 dólares.
Si el gobierno de Kicillof no cumple con ese pago, la provincia entrará en default. Y en los meses que siguen, el ex ministro de Economía, deberá afrontar otros pagos, no menos importantes.
“Muchos se preguntan qué va a hacer Kicillof, ¿va a hacer lo mismo que hizo cuando fue ministro de Economía? ¿Va a mandar a la provincia de Buenos Aires al default?”, se preguntaba este jueves en radio Mitre, Guillermo Kohan.
María Eugenia Vidal le aseguró al gobernador electo que están garantizado los fondos para pagar en diciembre sueldos y aguinaldos. “Es algo que nosotros no tuvimos cuando llegamos al gobierno”, agregan desde La Plata. Un palo para ex funcionarios sciolistas que en las redes cuestiona cuestionan la administración saliente.
Mientras tanto, la transición avanza con pies de plomo. La compleja burocracia bonaerense parece haber cooptado a los equipos designados por Vidal y Kicillof.
Hasta ahora, pese a la impronta de trabajo que buscan imprimirle desde el entorno de Kicillof, lo cierto es que todo fue protocolar. Una reunión entre la mandataria saliente y el gobernador electo y un encuentro en territorio porteño entre Federico Salvai y Carlos Bianco. El primero hombre de confianza de Vidal y el segundo uno de los más cercanos colaboradores de Kicillof.
Recién por estos días, Bianco estará girando a Salvai un documento con requerimientos a cada área del gobierno bonaerense. Recién una vez que sea respondido ese texto se concretarán los encuentros.
A 11 días de la elección, todavía no hubo reuniones de equipos entrantes y salientes para intercambiar información. Las demoras sorprenden si se tiene en cuenta que ambos sectores cuentan con un perfil de funcionarios jóvenes. Lo nuevo en la política.
Tras el encuentro con Salvai, Bianco insiste en que aún no conocen “los detalles finos de lo que nos va a quedar”, aunque remarcó que el jefe de Gabinete de Vidal reconoció que este año habrá un déficit de unos $50.000 millones que podría ascender a 70.000 millones si la Casa Rosada no gira unos 20.000 millones en concepto de actualización del Fondo del Conurbano.
“Esas eran nuestras estimaciones. Nosotros veníamos diciendo entre 50 y 80.000 millones. Así que no vamos a estar cómodos para afrontar todos los vencimientos”, aseguró Bianco a radio La Red.
Un informe de la Universidad de Avellaneda destaca que la carga de vencimientos para el próximo de gobierno provincial alcanza los USD10.030 millones. Según el trabajo, si se comparan los datos con el mismo período de 2016, los vencimientos eran sensiblemente menores y alcanzaba para el período 2017-2020 los USD5.971 millones, lo que demuestra cómo ha empeorado el perfil de vencimiento en estos últimos 3 años y medio.
Bianco le pidió a Salvai que pida un rescate financiero al gobierno nacional, algo que claramente no va a ocurrir en los próximos 30 días. El pedido pareciera buscar ganar terreno en un pedido que Kicillof tramita por lo bajo con Alberto Fernández.
LPO había adelantado que dos días antes de la elección de octubre, Vidal reperfiló una parte de la deuda de la provincia a través de un canje de bonos con el Banco Provincia. El ministro de Economía, Damián Bonari, presentó a la banca pública una nota en donde solicita canjear casi 4.260 millones de pesos en bonos con vencimiento el 6 de diciembre por un nuevo bono con caducidad en diciembre del año próximo.
A mediados de octubre la calificadora de deuda Moddy’s destacaba un escenario complejo para el próximo año y lo que resta de 2019. En un informe que adelantó LPO, alertaba sobre tres variables económicas a las que tendrá que hacer frente Kicillof. El texto destacaba su elevada exposición a deuda en moneda extranjera, un perfil de vencimientos desafiante y una base económica debilitada.
Moody’s prevé que Argentina permanecerá en recesión hasta 2020 y deberá seguir afrontando volatilidad financiera, condiciones de financiamiento ajustadas y un nivel de inflación alto y persistente.
En este contexto, la provincia de Buenos Aires deberá afrontar un mayor riesgo de default debido a su alta susceptibilidad a la volatilidad del tipo de cambio dada su alta cuota de deuda denominada en moneda extranjera; su vulnerabilidad a condiciones financieras ajustadas; y su debilitada situación fiscal como consecuencia de una menor recaudación impositiva.
Fuente: La Politica Online