Nuevamente los “chalecos amarillos” tomaron las calles de las principales ciudades de Francia. En esta ocasión para rechazar la reforma de las pensiones formulada por el Gobierno nacional. El marco principal fue una huelga nacional que se hizo sentir. Ni transporte público, ni vuelos. Todo el país estuvo paralizado. Además se registraron multitudinarias marchas.
París volvió a ser el escenario de barricadas e incendios. Al menos 6.000 agentes, entre policías y militares, intentaron mantener el control de la ciudad en medio del revuelo. En la capital francesa las 11 líneas de metro permanecieron cerradas durante la mayor parte de este jueves, según informó la agencia NA. La huelga comenzó en la noche del miércoles, alrededor de las 19:00 (hora local), hora en que los trenes comenzaron a reducir su circulación.
Distintos sectores de la sociedad aceptaron el llamado a la protesta. Docentes, estudiantes, abogados, empleados del sector metalúrgico, de comercio y construcción, participaron en la jornada de protestas y acataron el paro. Inclusive, personal de los organismos públicos, como bomberos y funcionarios del correo también se movilizaron. Los medios reportaron al menos 245 focos de protesta en toda Francia.
“Pensiones por puntos, trabajo sin fin”, se leía en una de las pancartas en la protesta en Montpellier (sur). “No habíamos visto nada semejante desde la movilización contra la reforma de las pensiones en 2010” durante la presidencia del conservador Nicolas Sarkozy, contó sobre la magnitud de la huelga a la AFP, Dominique Holle, sindicalista. Las fuerzas de izquierda como el Partido Comunista, Francia Insumisa y el Partido Socialista, también asistieron a la masiva convocatoria.
El detonante de las protestas es producto del rechazo popular a una nueva reforma del sistema de pensiones que busca instaurar el presidente Emmanuel Macron. La medida busca eliminar los 42 regímenes especiales que dan privilegios a ciertas categorías de profesionales. Macron pretende crear un sistema “más justo” que consistirá en una sumatoria de puntos donde todos los trabajadores tendrán los mismos derechos al momento de su jubilación.
Fuente: El Intransigente