Una auditoría interna sobre los fondos de AySA reveló que la administración de Mauricio Macri en Aguas había firmado con el club preferido que dirigía Daniel Angelici un acuerdo por 2 millones de pesos anuales en concepto de invitaciones para ver partidos en sectores vip de la Bombonera y participar de recorridas turísticas por el estadio. El acuerdo fue firmado en plena campaña electoral de 2019.

“Una cosa es la publicidad y otra cosa es la propaganda política”, dijo Malena Galmarini, titular de Aguas y Saneamientos Argentinos (AySA), para explicar –en diálogo con Página 12- por qué ordenó frenar un convenio firmado por esa empresa con el club Boca Juniors.

El escándalo quedó al descubierto tras las revelaciones del diputado Sergio Massa el miércoles último en un programa televisivo. “Una empresa como AySA que se tendría que dedicar a poner caños de agua, dar buen servicio de agua y cloacas, le pagaba $3.200.000 por mes al club Boca Juniors para invitar periodistas a la cancha”, había asegurado el presidente de la Cámara de Diputados.

Luego se conocieron los documentos, que indican que a cambio de 2 millones de pesos de la empresa estatal, el club ofrecía “seis experiencias foto en cancha en días de partido de Superliga para las seis personas que utilizan las plateas, 30 entradas generales al Museo de la Pasión Boquense por año, dos visitas al entrenamiento de la primera división”. También “tres camisetas firmadas por algunos jugadores del plantel de primera división por año”.

En los detalles de pago se especifica el valor, fecha de pago, vigencia, y las formas de pago: y menciona que puede ser por “transferencia o cheque”. Con fecha del 3 de septiembre de 2019, Boca emitió la factura Nº 0004-00002485 dirigida a Agua y Saneamientos Argentinos S.A.

“Independientemente del valor del contrato, a mí lo que me parece es que es poco ético, sobre todo porque no se trataba de una acción de marketing. No era que la empresa estaba pagando eso para dar a conocer sus servicios, sino que llevaba periodistas, y ni siquiera el listado de esos periodistas se hacía desde Aysa sino en el Ministerio del Interior, vale decir que no era una acción de marketing sino una acción política”, definió Galmarini.

Fuente: Nueva Ciudad