El gobierno de Alberto Fernández festejó ayer sin eufemismos el comunicado de la misión del Fondo Monetario Internacional en el país, que el miércoles calificó la deuda argentina de “insostenible” y afirmó que los tenedores de bonos deberían hacer una “contribución” en una futura negociación.

En una jornada de clima distendido en la Casa Rosada, mientras altos funcionarios calificaban el texto del FMI como “un gol de media cancha” y auguraban un pronto acuerdo con el organismo internacional de crédito, el Presidente paseó su satisfacción por una planta de medicamentos en Escobar.

“Con Roberto [Lavagna] advertíamos que esta Argentina endeudada iba a encontrar un momento de quebranto. Nos acusaban de populistas, de irresponsables, de deprimir a la gente. Y hoy nos despertamos con que quien nos dio la razón es el FMI”, dijo el Presidente, con el exministro de Economía y candidato presidencial opositor sentado, de manera sorpresiva, a pocos metros.

“Era verdad lo que decíamos, la primera vez en la historia que el Fondo hace semejante reconocimiento (…) Con la razón podemos y vamos a salir adelante”, se entusiasmó el mandatario, durante el acto.

En la misma línea, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, puso la mira en el “endeudamiento irresponsable”, que atribuyó al gobierno de Cambiemos.

“Se despejaron algunas dudas que veníamos planteando en relación con el ciclo de endeudamiento irresponsable de la administración de Macri. Es importante que se reconozca que no era un argumento electoralista”, agregó el jefe de Gabinete en declaraciones radiales.

En la misma entrevista con Radio Metro, Santiago Cafiero reconoció que el congelamiento de tarifas comenzará a flexibilizarse en junio.

Consejo Económico
Por la mañana, y antes de viajar a Arabia Saudita para encontrarse con los ministros de Finanzas del G*20, el ministro de Economía, Martín Guzmán, desplegó ante empresarios y sindicalistas su visión sobre la negociación con el FMI. Fue en la previa de la primera reunión oficial del Consejo Económico y Social, a la que llegaron representantes del empresariado y la CGT, y que encabezó Cafiero.

Al ingresar a la Casa Rosada, varios invitados se mostraron conformes.

“Es una buena noticia, está muy de acuerdo con lo que dice el Gobierno. Es el puntapié inicial para avanzar en las negociaciones y llegar a una solución en el tema de la deuda”, afirmó, ante una pregunta de LA NACION, el titular de la UIA, Miguel Acevedo.

Al salir de la reunión, Acevedo matizó: “Es importante el acuerdo, pero ahí no se termina el mundo, hay que reactivar la producción, volver a las inversiones”, dijo el industrial.

El secretario general de la CGT, Héctor Daer, que también llegó a reunirse con Cafiero y el gabinete económico, c alificó de muy positivo el comunicado y se mostró alineado con el Poder Ejecutivo. “Para todos, es fundamental resolver la deuda externa, una deuda impagable. No es sorpresa que las autoridades del Fondo se hayan dado cuenta de que tienen que tener un gesto en positivo, sobre todo quienes compraron bonos de manera especulativa sin tener en vista las realidades económicas y sociales del país”, dijo el líder cegetista.

“Ver que hoy se dan estos resultados, que se tienen que concretar, es fundamental para generar el despegue definitivo del país”, finalizó el dirigente gremial.

Además de Daer, participaron Antonio Caló (Metalúrgicos), Andrés Rodríguez (UPCN), Carlos Acuña (Estaciones de Servicio) y José Luis Lingeri (Sanidad). Por el lado de los empresarios estuvieron Daniel Funes de Rioja (Alimentación), Luis Betnaza (Techint), Adrián Kaufmann Brea (Arcor) y Guillermo Moretti, uno de los vicepresidentes de la UIA.

En otros despachos oficiales, la alegría era indisimulable. “¿Te imaginás si esto lo conseguía [Domingo] Cavallo? Estaría saltando por las paredes. Martín es más tranquilo”, graficaban cerca del ministro de Economía.

Había, de todos modos, una preocupación latente: la necesidad de llegar a un acuerdo con el FMI antes de la “autoimpuesta meta” del 31 de marzo, cuando se enfrentan fuertes vencimientos de deuda para el país.

Fuente: La Nación