Immutouch es una pulsera inteligente que vibra cada vez que el usuario se toca o hace amago de ir a tocarse la cara. Un gesto que resulta muy difícil evitar porque es espontáneo.
El wearable de Immutouch solo tiene esa utilidad: concienciar a quien la lleva acerca de un acto inconsciente, porque en la mayoría de los casos tocarse la cara es un gesto que realiza el subconsciente para —entre otras cosas y según algunas investigaciones— indicar a los demás que se tiene consciencia de uno mismo.
Según la gente Slightly Robot, fabricante de la pulsera Immutouch —que bien podría ser una app para pulseras o relojes inteligentes ya existentes— de promedio la gente se toca la cara 23 veces… cada hora. La idea es que hacer al usuario consciente de ello, cada vez que sucede, es posible poner fin al hábito.
Por qué es importante no tocarse la cara
No tocarse los ojos, la nariz y la boca sin haberse lavado antes las manos es la medida sanitaria esencial para combatir el contagio y la propagación de enfermedades infecciosas como los que causan el resfriado, la gripe o el Covid-19, la enfermedad asociada a la nuevo coronavirus SARS-CoV-2.
El motivo es que si las manos están contaminadas —dicen desde la OMS— pueden transferir el virus a los ojos, la nariz o la boca, entrar en el cuerpo a través de ellos y hacerte enfermar. A menos que te acabes de lavar las manos tocarse la cara incrementa el riesgo de infección.
La pulsera utiliza sensores de movimiento para reconocer cuándo el usuario está tocando la cara, o cuando está próximo a hacerlo; para que funcione correctamente primero es necesario “calibrar” la pulsera a través de una app disponible para Android y iPhone.
A partir de ahí la pulsera funciona de forma autónoma —sin necesidad de estar conectada al móvil— con unas 24 horas de duración de batería.
¿Tecnología oportunista o al servicio de las circunstancias?
Justin Ith y los hermanos Matthew y Joseph Toles reconocen que han modificado su pulsera Slightly Robot —diseñada originalmente para combatir manías como rascarse la piel en exceso o morderse las uñas— a raíz del nuevo coronavirus, algo que, admiten, podría considerarse en cierto modo oportunista.
Sin embargo aseguran que “un problema de la magnitud del Covid-19 exige que todos pongamos de nuestra parte, sea grande o pequeña; y en este caso estábamos excepcionalmente bien posicionados y sentimos que era nuestro deber al menos intentarlo”.
Añaden, además, que el precio de la pulsera Immutouch (unos 45 euros) es lo más cercano posible a su precio de coste —incluyendo materiales y manos de obra— “a fin de maximizar la disponibilidad para el público.”
Fuente: Economía Digital