Los cementerios de la Ciudad se preparan para lo peor: las tremendas imágenes de las fosas “Covid-19”

Las postales que los argentinos miraron con horror dos meses atrás en las afueras de la ciudad de Nueva York hoy desembarcaron en la ciudad de Buenos Aires. El Cementerio de la Chacarita y el de Flores refuerzan su capacidad debido al incremento de los muertos por Covid-19 en la Argentina. Cabe destacar que si bien el índice de muertos es significativamente menor al registrado en otros países, desde el inicio de la pandemia ya se confirmaron 2.913 muertes.

De acuerdo a un informe realizado por AP, las autoridades de los cementerios destacaron que el número de muertos no se encuentra por encima de los fallecimientos registrados en el mismo período del año pasado. Sin embargo, dos de los cementerios porteños ya trabajan para aumentar su capacidad, por temor a un desborde de cara al pico de la pandemia.

Según lo publicado por el diario Perfil, el Cementerio de la Chacarita inauguró un nuevo sector, denominado “sector 10”, que se emplaza detrás del monumento dedicado a Eva Duarte de Perón. Se trata de una superficie de 95 hectáreas en las que hasta ahora no se habían realizado inhumaciones y que ampliará la capacidad de sepulturas a seis mil. En tanto, el Cementerio de Flores también tomó la decisión de ampliar su terreno y dispuso una parcela en la que se podrán cavar hasta 700 tumbas. Se trata del “sector 22”, ubicado frente a las vías del Premetro.

En abril, similares imágenes llegaron desde Estados Unidos. Ya sin espacio en las morgues de la ciudad de Nueva York, las autoridades decidieron emplazar un cementerio público en la ciudad de Hart Island para poder darle sepultura a los primeros muertos por la pandemia.

Por ese entonces, las autoridades reconocieron que enterraban en promedio 25 cuerpos por día. La cifra era “baja”, si se tiene en cuenta que la mayoría de quienes eran enterrados en la parcela eran personas cuyas familias no habían podido pagar un funeral o que no habían sido reclamadas por nadie.

Las imágenes dieron vuelta al mundo después de que la Associated Press mostrara cómo los trabajadores cavaban fosas comunes, cuya capacidad inicial era un millón de tumbas. Por ese entonces, la Gran Manzana se había convertido en uno de los epicentros de la pandemia a nivel mundial y registraba, en promedio, 160 mil contagios diarios y unos siete mil muertos por día.

El lugar elegido para las fosas comunes fue Hart Island, que desde hace 150 años funciona como un cementerio público para muertos sin familiares o cuyos familiares no pudieron afrontar los pagos de un funeral en los cementerios privados de la zona.

Quienes históricamente se encargaban de las sepulturas eran los presos de Rikers Island, el principal complejo penitenciario de la ciudad. Sin embargo, tras la pandemia de Covid-19 y la disparada en el número de fallecidos en tan poco tiempo, las autoridades debieron sumar la mano de obra de contratistas privados para poder dar abasto con los entierros masivos.

Fuente: Big Bang News

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