La secretaria de Políticas contra la Violencia por razones de Género del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación habló con minutouno.com sobre el flamante Programa Acompañar, que otorga un apoyo monetario y acompañamiento psicosocial a las víctimas de violencia de género.
Como parte del Plan Nacional de Acción contra las Violencias 2020-2022, se creó este miércoles el Programa Nacional Acompañar para brindar asistencia directa a personas que se encuentren en riesgo por situaciones de violencia por motivos de género. La secretaria de Políticas contra la Violencia por razones de Género del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación, Josefina Kelly Neila, dio detalles a minutouno.com de cómo será su implementación, como funcionará a nivel territorial, para quienes está destinado y que objetivos persigue a corto y a largo plazo.
Explicó también como el origen del programa se enmarca en un cambio de paradigma en el abordaje integral de las violencias en nuestro país, que busca impulsar condiciones materiales para que las mujeres y personas LGBTI+ afectadas puedan desarrollar un proyecto de vida autónomo.
– ¿En qué consiste el flamante Programa Nacional Acompañar? ¿A quiénes está destinado y cómo será su implementación?
El programa está comprendido por dos acciones: por un lado la transferencia económica equivalente al Salario Mínimo, Vital y Móvil por un período de seis meses consecutivos a mujeres y personas LGBTI+ que se encuentran en riesgo por situación de violencia por motivos de género; por otro lado, un acompañamiento integral y acceso a dispositivos de fortalecimiento psicosocial para las personas incluidas en el programa. Se trata de un abordaje integral de la violencia. Para su conformación tuvimos que articular tanto con las provincias, con los municipios, como con otras instancias del Estado Nacional. Desarrollamos una estrategia de implementación en conjunto con las provincias, con las que se van a firmar convenios y se crearán Unidades de Acompañamiento. A través de un sistema que está creando el Misterio, las unidades provinciales ejecutoras cargarán una solicitud de ingreso de las personas en riesgo por situación de violencia. Desde el ministerio le daremos el alta y la ANSES será la encargada chequea las incompatibilidades con otros programas y de realizar los pagos.
– ¿Es necesario que la persona que está en situación de riesgo por violencia de género haga una denuncia en la justicia para ser incorporadas en el programa?
Es importante resaltar que no es necesaria la denuncia por parte de la persona que está en riesgo. Siempre parece que los programas sociales de políticas para erradicar la violencia están vinculados a las denuncias, pero no se recibirá ningún tipo de denuncia. Eso se hará en la justicia, si la persona lo quiere. Muchas veces la persona que está pasando por una situación de violencia no está preparada para hacerla y tenemos que contemplarlo. Por eso hablamos de un informe social, que se realizan en las áreas de género provinciales o locales. La persona lo va a solicitar allí. También puede llamar a la línea 144 para consultar como ingresar al plan pero no se va solicitar el apoyo económico o el acompañamiento por ahí.
– En la presentación del Plan Nacional de Acción contra las Violencias 2020-2022 hablaron de un cambio de paradigma en el abordaje a las violencias ¿Cómo plasma esto en el Programa Acompañar?
El apoyo económico a las víctimas de violencia es un reclamo histórico de las organizaciones sociales y está incluido en casi todas lo proyectos de ley de emergencia por violencia de género presentados durante los últimos años. El cambio de paradigma implica un abordaje integral de las violencias. Se puede ver en el doble objeto que tiene el programa. No es únicamente una transferencia económica, sino que hay un acompañamiento psicosocial, es el Estado quien tiene que generar herramientas para poder acompañar a la persona en situación de violencia pero también darles la posibilidad de capacitarse y de formarse así pueden tener un proyecto de vida autónomo. Por esto también pensamos en una articulación con el programa Potenciar Trabajo, del Ministerio de Desarrollo Social, que busca contribuir a mejorar el empleo y generar nuevas propuestas productivas. Planteamos que haya una integración entre ambos, de modo que cuando se cumplan los 6 meses del Acompañar si la persona en situación de riesgo continúa necesitando un apoyo pueda tenerlo a través del Potenciar Trabajo.
-Los Planes previos destinaban gran parte del presupuesto a la construcción de refugios, uds. desarrollaron otras herramientas apuntadas a incentivar la autonomía económica de las personas ¿está acción es parte del abordaje integral del que hablas, que va más allá de la mera asistencia?
– Buscamos salir de una mirada securitaria e individual del abordaje de la violencia. No discutimos la necesidad de un espacio, como los refugios, para las personas en situación de violencia pero el Estado debe impulsar más herramientas diversas. El cambio de paradigma que planteamos está en que el Estado tenga un abanico de herramientas que fomenten un proyecto de vida autónomo de estas personas. Ese proyecto nunca puede pensarse de forma individual, por eso promovemos el trabajo de las promotoras sociales, el trabajo en red, una vida comunitaria. Trabajar y pensar las políticas de género necesariamente debe tener ese enfoque. Consideramos que los refugios tienen que existir, pero vamos más allá y proponemos generar dispositivos de abordaje integral de la violencia, centros territoriales pero no sólo como un lugar de refugio sino que allí se aborde el ciclo de la violencia: que se trabaje la prevención y promoción de derechos, la asistencia integral, el acceso a la justicia y si es necesario que haya un hogar destinado a la protección. Pero no podemos pensar como única estrategia la protección, el botón antipánico o la denuncia, porque muchas veces no es la necesidad de la persona ni tampoco es lo que soluciona la situación en ese momento. Ahí es donde nos referimos a la integralidad.
– En el Plan también plantean un cambio cultural y la construcción de nuevas masculinidades ¿Qué acciones lleva a cabo el Ministerio al respecto?
Respecto a las masculinidades tenemos dos líneas de trabajo fuerte: tenemos el Programa Nacional de Prevención, uno de sus subprogramas es la construcción de otras masculinidades y hay un montón de acciones planificadas para trabajar con distintos actores de la sociedad. Por supuesto que la pandemia también complica por momento llevarlos adelante pero estamos tratando de ser ingeniosas y en estos días vamos a empezar nuevas actividades vinculadas al tema. Por otro lado, estamos trabajando en el relevamiento a nivel federal de cuáles son los dispositivos que existen hoy para abordar el tema, qué tipo de dispositivos, si de asistencia, si trabajan la promoción o el abordaje con los agresores. Hay mucho para hacer en la construcción de masculindiades y hay experiencias muy buenas, por ejemplo, hace poco la Provincia de Buenos Aires lanzó una línea de teléfono. También hay otras experiencias que trabajan en conjunto con la justicia, trabajos socioeducativo con los agresores. Todo ese recorrido histórico, que llevan adelante tanto áreas institucionales como organizaciones de la sociedad civil y comunitaria. es lo que estamos relevando porque no habían datos y no se sabía como se venía trabajando. A partir de ahí la idea es compartir experiencias y generar criterios homogeneizados.
– En los últimos días se conocieron nuevos casos de femicidios, la cuarentena y el encierro expuso más a las feminidades y según los Observatorios una mujer muere cada 28 horas en nuestro país por motivos de género. ¿Qué evaluación hacen desde el Ministerio?, ¿ ¿Contemplaron las particularidades que tiene implementarlo durante la pandemia cuando armaron el programa?
Es un fenómeno absolutamente complejo. Durante estos meses no sólo lanzamos el Plan contra las violencias sino que creamos un programa interministerial de femicidios, en conjunto con el ministerio de Seguridad de la Nación y de Justicia. Estamos trabajando incansablemente para poder generar políticas públicas dirigidas a la prevención, a la asistencia y también para contar con información. Es necesario contar con información sobre las violencias. Hoy salvo por los trabajos que realiza la Corte Suprema de Justicia y organizaciones de la sociedad civil no hay registros de los femicidios en el país. El Estado tiene que darse su propia política de datos y estamos trabajando en eso. Todas las acciones que están en el Plan son pensadas para ser llevadas a cabo también durante la pandemia. El mejoramiento de la línea 144, la generación del whatsapp para asesoramiento, la inclusión al Potenciar trabajo vía telefónica, son algunas medidas que se implementaron pensando en llegar a las víctimas en el contexto de la pandemia.
Fuente: Minuto Uno