Los distintos bloques políticos que conforman la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires establecieron durante todo el año metodologías que preservando la salud del personal legislativo y de los representantes.
La actividad legislativa se continuó durante toda la pandemia. Se incorporaron soluciones tecnológicas al trabajo cotidiano y se acordó un modelo mixto donde parte del cuerpo asistía de forma presencial a las sesiones y otra parte lo hacía de forma remota. Además se llevaron a cabo reuniones de comisión donde se trabajan los expedientes.
El saldo anual puede resumirse en 2.900 proyectos, 26 sesiones realizadas con 107 leyes sancionadas además de varios centenares de declaraciones y resoluciones, y más de 250 reuniones de comisión.
Diego Santilli, vicejefe de Gobierno porteño y presidente de la Legislatura de la Ciudad evaluó que “este año presentó muchos desafíos para la sociedad en su conjunto, y el poder legislativo no fue la excepción” y resaltó que “gracias al compromiso de los diputados y diputadas de todas las fuerzas, y sobre todo al gran esfuerzo de trabajadoras y trabajadores de la Legislatura, pudimos sostener la actividad parlamentaria y acompañar la emergencia con leyes de alivio y acompañamiento a sectores estratégicos”.
Además, 53 funcionarios del Ejecutivo se hicieran presentes de forma presencial o virtual para rendir cuentas o aportar información. Algunos de ellos incluso lo hicieron en varias ocasiones, como es el caso de la ministra de Desarrollo Humano y Hábitat, María Migliore, de Salud Fernán Quirós, de Hacienda Martín Mura, de Espacio Público e Higiene Urbana Clara Muzzio, de Cultura Enrique Avogadro y de Desarrollo Económico y Producción José Luis Giusti.
Entre las leyes sansionadas se destacan 3 relacionadas con la emergencia sanitaria y económica, otras 3 de alivio fiscal para el sector gastronómico, la construcción y comercios no esenciales; 4 regímenes de promoción que incluyeron la primera ley de economía social de la Ciudad y la ley de economía del conocimiento; y también las leyes de condonación de deudas por derechos de construcción en clubes de barrio; la ley de equidad de género en el deporte, integridad pública y prevención del juego patológico o ludopatía.
Se realizaron también 30 audiencias públicas de las cuales 20 fueron virtuales y más de 200 reuniones extraparlamentarias organizadas por distintas áreas internas, diputadas y diputados.
Todas las fuerzas se mostraron convencidas de la necesidad de mantener el pleno funcionamiento institucional.Agustín Forchieri, vicepresidente 1º dijo: “Estamos orgullosos porque sostuvimos la actividad parlamentaria a pesar de la pandemia, garantizando el diálogo y privilegiando la construcción de consensos, y sobre todo preservando la institucionalidad”.
Por su parte, la diputada María Rosa Muiños, vicepresidenta 2º afirmó: “Desde el primer momento nos organizamos para garantizar la continuidad de los trámites legislativos. Había varios proyectos, algunos de nuestra autoría como la firma digital, la mesa de entradas digital y la digitalización de los procesos parlamentarios, que no habían sido puestos en discusión y finalmente pudimos tratarlos en este contexto. Gracias al esfuerzo de todos los bloques, sesionamos simultáneamente de forma virtual y presencial, con distanciamiento para preservar la salud, con el objetivo de asistir a los porteños y las porteñas en este año tan difícil”.
En tanto, el diputado Roy Cortina, vicepresidente 3º expresó: “Estamos muy orgullosos del trabajo que, a pesar de la circunstancia excepcional que nos planteó la pandemia, logramos desarrollar junto a todo el cuerpo legislativo. Con la rapidez que requería el caso nos adaptamos utilizando todas las herramientas tecnológicas a nuestro alcance para poder seguir adelante sesionando y trabajando en las distintas comisiones, lo que requirió un fuerte compromiso por parte de todas y todos los diputados. Estamos muy orgullosos de haber estado a la altura y cumplir la tarea de representar al pueblo de la ciudad de Buenos Aires”.
Vale remarcar que se capacitó a casi la totalidad del personal en cuestiones de género como lo manda la Ley Micaela, a la que la Ciudad adhirió en 2019. Para hacerlo se realizó un convenio con la Universidad de Buenos Aires y se produjeron contenidos de los que participaron referentes del tema representando todas las miradas políticas.
Fuente: Minuto Uno